Brigada Animal México 

66,000 mexicanos respaldan que quieren que se prohíba la venta de animales silvestres como mascotas, por ello se unieron en menos de 7 meses para firmar y accionar en favor a los animales, que no desean ser mascotas ni productos de exhibición.

Sin embargo, Josefa González Blanco (próxima titular de la SEMARNAT), quien afirma que la conservación de animales está en la cacería (sí, así de absurdo su comentario… ),también ha dicho que no recurrirá al prohibicionismo para preservar especies, dicho de otro modo, va a permitir que se sigan vendiendo los animales y que continúe su explotación, por encima de sus necesidades y las del medio ambiente.

Históricamente, la tenencia de fauna no domesticada bajo nuestra posesión en ambientes artificiales ha repercutido en un gran daño ambiental y hacia los individuos animales explotados. Entre los problemas que más nos preocupan actualmente están: el cambio climático, la pérdida de hábitats y de especies, la contaminación, escasez de recursos naturales y la violencia en nuestra sociedad.

Lamentablemente el paradigma dominante en nuestras instituciones gubernamentales y científicas, es el de ver a los animales no humanos como objetos de consumo

En los últimos años se incrementó la popularidad de “poseer” animales silvestres (exóticos o nativos de México) como “mascotas”. En un principio, todos eran extraídos del hábitat natural y ello significó un gran impacto en las poblaciones, hasta el punto en que muchas de esas especies explotadas por su estética y simbolismo, llegaron a un peligroso status de amenaza que ponía en riesgo su supervivencia en el planeta.

Lamentablemente el paradigma dominante en nuestras instituciones gubernamentales y científicas, es el de ver a los animales no humanos como objetos de consumo, lo que provoca que se ignoren los derechos básicos de los que son merecedores: libertad, respeto e individualidad.

Quienes se benefician de su explotación ni siquiera se preocupan por cumplir con el “trato digno y respetuoso en cautiverio” que se reconoce en la Ley General de Vida Silvestre (LGVS) y la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA), faltando así a varias de las cinco libertades de bienestar mínimas para los animales en cautiverio: 1) estar libre de hambre, sed y desnutrición; 2) libre de miedos y angustias; 3) libre de incomodidades físicas o térmicas; 4) libre de dolor, lesiones o enfermedades; y 5) libre para expresar su comportamiento natural.

Tú también puedes firmar para exigir que dejen de venderse como mascotas los animales silvestres en este enlace: https://bit.ly/2P8eQ4Z

Acciona por la justicia y la libertad para los animales silvestres. Es momento de que México avance en materia legal y deje de reproducir practicas violentas y arcáicas.