Ikal llegó a ese centro para la conservación de fauna silvestre cuando tenía entre dos y tres meses de edad, por lo que fue criado por un equipo de médicos veterinarios
Ikal, ejemplo de crianza a mano en el Zoológico de Aragón
Ikal es un macho de nutria de río, quien fue criado a mano en el Zoológico de San Juan de Aragón, tras ser rescatado del tráfico ilegal hace tres años. Médicos veterinarios y su cuidador aseguran que es muy juguetón y carismático.
Leonardo Cravioto Cortés, coordinador de las actividades de Enriquecimiento en el Zoológico de San Juan de Aragón, recuerda que Ikal llegó a ese centro para la conservación de fauna silvestre cuando tenía entre dos y tres meses de edad, por lo que fue criado por un equipo de médicos veterinarios.
“Fue una crianza que afortunadamente salió muy bien porque es un individuo de muy buen tamaño. Los machos de nutria generalmente pesan de 10 a 12 kilos, actualmente Ikal está en ese peso, en 11 kilos. Hoy es un macho grande, que creció y se desarrolló de manera adecuada gracias a la dieta que obtuvo desde chiquito y que estuvo bien balanceada por los nutriólogos. El destete, que es la época cuando dejan de tomar leche para empezar a consumir alimento sólido, también se hizo con mucho cuidado”, precisa.
En el mundo existen 13 especies de nutria y cuatro de ellas se distribuyen en América. Ikal es una nutria neotropical que habita desde el noreste de México hasta Argentina y Brasil. “Son nutrias que dependen mucho del medio acuático, de ahí su nombre de nutria de río. También les dicen perros de agua”, comenta Cravioto.
Mientras Ikal se divierte con una pelota de color negro y otros juguetes que le colocaron en su albergue, como parte del programa de Enriquecimiento, Leonardo explica que las nutrias de río “son especies que en vida libre pueden vivir de 8 a 10 años, mientras que en cautiverio su expectativa de vida aumenta a 12 años; en algunos casos, algunos ejemplares han llegado a vivir hasta 15 años”.
Cravioto Cortés menciona que la nutria de río no está en peligro de extinción, sin embargo, resalta que la tendencia poblacional deja de crecer porque es capturada para venderla como mascota, tal y como ocurrió con Ikal antes de llegar al Zoológico de San Juan de Aragón. “Desafortunadamente hay gente que mata a las nutrias de río y utilizan su piel para otras cosas”, lamenta.
De acuerdo con el coordinador de las actividades de Enriquecimiento en el Zoológico de San Juan de Aragón, el tráfico de vida silvestre es el tercer negocio ilegal más lucrativo en el país, de ahí que los zoológicos tratan de contribuir a la conservación de las especies desde el punto de vista educativo para generar conciencia sobre la protección de las especies.
“Los Zoológicos de la Ciudad de México tienen un papel muy importante en el rescate de ejemplares, uno de los propósitos de los zoológicos es la conservación de las especies y para ello el primer paso es el rescate de animales amenazados ya sea por la caza o por otra situación en vida silvestre, y que sin el cuidado y el conocimiento que se tiene en los zoológicos sobre estas especies sin duda morirían y no se les podría atender bien, ya que se les daría una alimentación no adecuada o errónea”, resalta.
Ikal recibe todos los días su programa de Enriquecimiento Ambiental, cuyo objetivo es que los ejemplares desarrollen conductas naturales que realizarían en su hábitat natural, como conseguir alimento, así como garantizar un manejo adecuado para las ocasiones en que se le administre algún tratamiento médico.
“Tengo una satisfacción muy grande porque Ikal es completamente normal y está sano, tanto física como mentalmente. Es el único que hay en los tres zoológicos, prácticamente no ha tenido algún problema de salud en su vida aquí. Trabajar aquí es trabajar por los animales, por tenerlos en las mejores condiciones posibles y aparte es una obligación proporcionarles los más altos estándares en cuidado animal”, sostiene Leonardo Cravioto.