Alejandro Olivera, representante del Centro para la Diversidad Biológica en México hizo un llamado a los candidatos para que volteen a ver el tema ambiental, a pesar de todos los problemas que tiene el país
Vaquita Marina, casi extinta, un fracaso para Peña Nieto. Un reto para el nuevo gobierno electo
La corrupción, el fracaso en la búsqueda de artes alternativas de pesca, las redes de enmalle abandonadas, el tráfico ilegal de totoaba, el crimen organizado, y el presupuesto que se ha dirigido a “salvar la vaquita”, que sólo ha sido un gasto, por que el número de éstas sigue decreciendo, son los principales factores que orillan a la extinción de esta especie endémica.
De 500 vaquitas marinas que se tenían contabilizadas al inicio del sexenio de Enrique Peña Nieto, sólo quedan aproximadamente 30, de acuerdo con cifras oficiales, por que ni siquiera se tiene certeza, pues no se han contado, asegura Alejandro Olivera, biólogo marino y representante del Centro para la Diversidad Biológica en México.
Al hacer una evaluación sobre las estrategias para proteger a la vaquita marina, especie endémica de México y que está a punto de extinguirse, el maestro en Ciencias con especialidad en Uso, Manejo y Preservación de los Recursos Naturales, y con un diplomado, entre otros, en derecho ambiental, Alejandro Olivera precisó que de nada ha servido tener en el Alto Golfo de California a la Policía Federal, a la Gendarmería ,a la Profepa ,y a Conapesca además de la apertura de una nueva base naval de la marina de barcos permanentemente en la zona, porque no se ha detenido el tráfico de totoaba , por lo que no ha habido una efectividad.
En entrevista con Prensa Animal resaltó que no se habla del número de elementos que se pongan, más elementos o más corporaciones, sino que es necesario una investigación precisa con inteligencia y una desarticulación del tráfico ilegal de totoaba, “porque es de sospecharse que en el Alto Golfo está toda la seguridad y continúa el tráfico”.
Resaltó que la corrupción es un factor en la extinción de las especies y sostuvo que a pesar que la cifra oficial de vaquitas marinas es de 30, nadie las ha contado, sin embargo, se han encontrado varias muertas , sin duda, dijo, hay menos de 30, “pero sean 30, sean 20, no importa, la vaquita está al borde de la extinción y no se ha detenido su decremento”.
El año pasado, organizaciones ambientalistas denunciaron que la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) así como del Instituto Nacional de Pesca (Inapesca), han permitido un declive acelerado de la población de esta especie en los últimos 5 años, colocándola en una inminente extinción.
El Centro para la Diversidad Biológica, Comarino, Defenders of Wildlife, Greenpeace y Teyeliz denunciaron, en agosto de 2017, que la gestión de Mario Aguilar, al frente de Conapesca, ha entorpecido los esfuerzos para salvar a la vaquita, ignorando las recomendaciones de expertos internacionales y sus obligaciones de ley, siendo una de las causas de que haya menos de 30 ejemplares; 85 por ciento menos que en 2012, fecha en la que Mario Aguilar asumió la titularidad de Conapesca.
En ese momento detallaron que entre las fallas de la gestión de Mario Aguilar ha sido aumentar las cuotas de captura de curvina golfina hasta en un 86 por ciento de 2012 a 2017, y dar más permisos para embarcaciones en el Alto Golfo cuando los programas y ordenamientos sugieren una disminución del esfuerzo pesquero en la zona, como consta en la Carta Nacional Pesquera de 2012, documento que tampoco ha sido actualizado pese a que debe renovarse cada año.
La negligencia de Conapesca, enfatizaron ha impactado negativamente en la supervivencia de la vaquita marina y en las comunidades pesqueras del Alto Golfo, ya que en lugar de impulsar la reconversión de artes de pesca hacia alternativas que no dañen a la vaquita marina, ha retrasado los permisos y autorizado el uso de redes camaroneras, perjudiciales para la marsopa.
Alejandro Olivera, quien también estuvo en Greenpeace México y coordinó la campaña de Océanos y Costas, para después colaborar con el Centro Mexicano de Derecho Ambiental como coordinador de Políticas Públicas, dijo que una de las estrategias que aplicó el Presidente Enrique Peña Nieto a través de la Semarnat, y que consistió en compensar a los pescadores para evitar que se llevaran entre sus redes de enmalle a la vaquita marina, fracasó, pues dijo que se iba a incrementar la vigilancia, tanto para evitar la pesca ilegal como contra el tráfico ilegal de totoaba , se amplió el polígono de protección, “sin embargo quedan menos de 30 ejemplares, por lo que estas medidas no han sido suficientes para detener la baja de la vaquita”.
Se efectuó un Programa denominado Vaquita CPR, junto con la WWF, el actor Leonardo Di Caprio, y científicos especializados para capturar vaquitas, y encerrarlas en un corral, iniciativa que fracasó, pues murió una de las vaquitas, ocasionando que terminara dicho Programa.
Sobre el principal obstáculo para que avancen las estrategias para proteger a la vaquita marina, Alejandro Olivera precisa que está el involucramiento del crimen organizado en el tráfico de totoaba por que se hizo muy rentable traficar con esta especie por los altos precios que alcanzaron en Asia, y esto ha pegado también en la corrupción.
¿Quién tendría la culpa si la vaquita se extingue?
El problema ya tiene décadas, han estado muriendo desde que comenzó con la pesca del camarón , desde que se estableció la Reserva de la Biósfera del Alto Golfo de California, nunca se protegió todo su hábitat , fue muy tarde hasta el 2015.
La falta de protección viene desde los presidentes Vicente Fox, Felipe Calderón, y Enrique Peña Nieto, que es donde se observa más el problema y ya se están preparando para el cambio de gobierno y no queremos que sea sólo una papa caliente que pasen a la siguiente administración para librarse de culpas.
Desde hace años se conoce esta problemática y ningún gobierno ha logrado revertir el destino poblacional de la vaquita marina
¿A qué se enfrentaría el próximo gobierno?
A una situación crítica con muy pocas vaquitas marinas. Debería trabajar en el desarticular el tráfico ilegal de totoaba, hacer que la vigilancia en el Alto Golfo sea efectiva
El biólogo marino, afirmó que el próximo gobierno enfrentaría una situación muy complicada por que tan sólo a dos años de iniciar el nuevo gobierno electo, estaría al borde de la extinción si la captura ilegal de totoaba no se detiene
En lo que respecta a si los candidatos a la Presidencia han presentado entre sus propuestas, alguna relativa a salvar la vaquita marina, Alejandro Olivera afirman que no, que nadie ha presentado ninguna agenda sobre la problemática ambiental y la extinción de las especies.
Finalmente consideró importante que los candidatos se pronuncien al respecto por que los recursos naturales significan ingreso económico para muchas comunidades y para el país “cuidar nuestro capital natural va a asegurar el éxito de muchas actividades, muchos millones de pesos que se generan por los servicios ambientales no son considerados”.
Finalmente, Alejandro Olivera hizo un llamado a los candidatos para que volteen a ver el tema ambiental, a pesar de todos los problemas que tiene el país, por que está muy ligado al componente social y al económico, y no se puede ver por separado, si es necesario que den prioridad a este tema dentro de sus propuestas políticas”.