El financiamiento no representa ningún compromiso para el gobierno federal: Antonio del Valle
Insólito reclamo presidencial por crédito del BID a la industria mexicana
Pascacio Taboada Cortina/Jorge Martínez Cedillo
En pocas ocasiones se ve al presidente López obrador con el ceño fruncido de coraje, esto sucedió al enterarse a destiempo de la formalización de un acuerdo entre el Consejo Mexicano de Negocios y el Banco Interamericano de Desarrollo, por un monto inicial de tres mil millones de dólares, con opción de extenderse a doce mil millones en el futuro próximo.
Conforme transcurrieron los minutos en la conferencia de prensa del pasado lunes 27 de abril, los periodistas y comunicadores de redes sociales no salían de su asombro por la sorpresa del presidente de no haber sido el primero en enterarse de ese hecho.
Que se sepa, ningún presidente o primer ministro en el mundo resulta sorprendido por un anuncio de esta naturaleza, sobre todo en una conferencia con los periodistas.
En condiciones normales, el presidente debe ser el primero que esté informado sobre los temas y mensajes que se darán a la prensa. Cinco minutos antes de salir al escenario, aclarar dudas y despejar incógnitas.
En varias ocasiones, los presidentes del Consejo Mexicano de Negocios, Antonio del Valle, y del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar, explicaron ampliamente que ese financiamiento no representa ningún compromiso para el gobierno federal, el cual no desembolsaría ni un centavo.
Explicaron que esa inversión será destinada a apoyar a micro, pequeñas y medianas industrias en un número de 30 mil, mismas que no están incluidas en los programas del gobierno federal.
Es de señalar que, previo a este episodio, los secretarios de Hacienda, Arturo Herrera, de Economía, Graciela Márquez, y de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, felicitaron a los dirigentes empresariales en el entendido que no habría ninguna participación gubernamental.
Este martes pasado, el presidente insistió en su mal “modito” con los empresarios, y dijo que, en ese acuerdo financiero. Hay la sospecha de corrupción, sin precisar si es de parte de los empresarios o del Banco Interamericano de Desarrollo.
El mismo día, AMLO arremetió contra el Banco de México. Le pidió “no usar reservas para rescatar consorcios empresariales” y advirtió que su gobierno vigilará el destino de 750 mil millones de pesos para que sean a beneficio de las PYMES.
Al respecto, el B de M precisó que el propósito de canalizar recursos es el de impulsar la liquidez al mercado financiero de pequeñas y medianas industrias, no para salvar empresas.
De acuerdo con analistas especializados, la interpretación del presidente de México en ambos acuerdos financieros parte de errores y desconocimiento de los mecanismos de cómo operan los ejercicios de finanzas públicas nacionales e internacionales.