El Código Penal Federal establece en el artículo 420, fracciones IV y V, penas de uno a nueve años de prisión y por el equivalente de trescientos a tres mil días multa a los individuos que realicen actividades con fines de tráfico
Adopta y salva una tarántula mexicana
A nivel mundial, las tarántulas son comercializadas como animales de compañía debido a que algunas de ellas presentan colores llamativos, docilidad y vida longeva de hasta 30 años con los cuidados necesarios. De las 105 especies mexicanas que se conocen, 16 de ellas tienen particular importancia por ser las más comercializadas y tres de ellas se encuentran catalogadas en México como amenazadas.
Aphonopelma pallidum o tarántula mexicana gris, Brachypelma emilia o tarántula mexicana de piernas rojas y Brachypelma smithi o tarántula mexicana de rodillas rojas son las tres especies amenazadas. Las 13 especies restantes, aunque no figuran en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), requieren una autorización de captura y venta por parte de la Dirección General de Vida Silvestre de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
La maestra Paola Mosig Reidl, coordinadora de la Autoridad Científica de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés), de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), explicó que a pesar de que en México existen esquemas de crianza y comercio legal de tarántulas, la demanda supera la oferta legal.
“México reproduce aproximadamente entre 11 mil y 14 mil ejemplares de tarántulas anualmente, pero la demanda es mucho mayor. Nuestra exportación básicamente es hacia Canadá y Estados Unidos, pero también existe demanda de la Unión Europea, China y Japón, la cual actualmente no podemos cubrir”, destacó Mosig Reidl.
Comercio legal y sustentable
La estrategia de comercializar tarántulas para su conservación es simple, pues se pretende que al existir una oferta de ejemplares criados en cautiverio o colectados bajo criterios de sustentabilidad y de forma legal, se sustituya a aquellos ejemplares extraídos ilegalmente de su medio y, en el proceso, se ayude a aminorar el impacto ecológico y se eduque a los consumidores para que sepan distinguir los ejemplares provenientes del comercio legal.
«Los productores legales están en un problema grave porque están compitiendo contra un comercio injusto de gente que sale al campo y recoge ejemplares adultos. Para que una tarántula llegue a edad adulta tarda varios años, aproximadamente ocho para las hembras y cinco para los machos. En algunos lugares se han reducido las poblaciones de manera importante, poniendo en riesgo el ecosistema», comentó.
De igual forma, destacó que prácticamente todas las tarántulas adultas que se encuentran en venta en el mercado negro provienen de la extracción ilegal.
Delito ambiental
El Código Penal Federal establece en el artículo 420, fracciones IV y V, penas de uno a nueve años de prisión y por el equivalente de trescientos a tres mil días multa a los individuos que realicen actividades con fines de tráfico, capturen, posean, transporten, acopien, introduzcan al país o extraigan del mismo algún ejemplar de flora o fauna silvestre, sus productos o material genético de especies endémicas, amenazadas, en peligro de extinción, sujetas a protección especial o reguladas.
La alta demanda de tarántulas a nivel mundial ha generado un grave problema de extracción y venta ilegal de estos arácnidos. Esta problemática pone en riesgo la existencia de estos animales, así como también el equilibrio ecológico de sus hábitats.
Para ayudar a la conservación de tarántulas, la región de Norteamérica, a través de un proyecto apoyado por la Comisión para la Cooperación Ambiental de América del Norte (CCA), generó un plan de acción en el que se incluyen medidas para el fomento al comercio sustentable de las 16 especies de tarántulas consideradas prioritarias, con el objetivo de crear políticas de aprovechamiento sustentable y cría en cautiverio, generar conocimiento sobre la biología de las tarántulas y desarrollar capacidades para la aplicación de la ley y sus reglamentos.
El plan elaborado por México, Estados Unidos y Canadá tiene como objetivos apoyar iniciativas de comercio sustentable y trazable de las 16 especies de tarántulas; formular e instituir políticas gubernamentales para la conservación y comercio legal; recopilar y distribuir información sobre la biología y comercio de tarántulas para la toma de decisiones por parte de las autoridades; contribuir al conocimiento científico de las especies; establecer políticas y normas para la cría en cautiverio y su comercio; impulsar la conservación de las poblaciones silvestres de tarántulas mexicanas; dar información y recursos a las autoridades para la identificación de especímenes; además de la elaboración de informes de avances alcanzados en la aplicación del plan.
En México, existen las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA), dedicadas a la promoción de esquemas de reproducción sustentable para la conservación de la vida silvestre. Cada UMA trabaja bajo un plan de manejo previamente aprobado por la Semarnat.
Tarántulas de México es una UMA ubicada en Jalisco, fundada y presidida por Rodrigo Orozco Torres, zoólogo naturalista dedicado a la investigación de artrópodos. Está catalogada como la primera de su tipo dedicada a la preservación y reproducción de especies de tarántulas mexicanas en cautiverio.
Entre los objetivos de la UMA, se encuentran la desmitificación, concientización, reproducción en cautiverio y albergue de artrópodos. A ella llegan tarántulas y escorpiones decomisados por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), además de ejemplares donados por personas que ya no las pueden mantener.
Extracción ilegal
La extracción ilegal de tarántulas en México se lleva a cabo principalmente en la zona del Pacífico, desde Sinaloa hasta Guerrero. Ahí se puede encontrar el género Brachypelma, uno de los más llamativos y con más demanda a nivel mundial.
Cuando las poblaciones de tarántulas disminuyen en número o llegan a desaparecer en un sitio, lo más probable es que no vuelvan a vivir ahí en cientos de años, ya que su reproducción es un proceso sumamente lento.
“Si tú conoces el ciclo biológico tan delicado y lento de las tarántulas, supones que si alguien no las está criando en cautiverio, provienen de la extracción ilegal y pueden estar en grave peligro de extinción, porque una hembra llega a la madurez sexual alrededor de los 10 o 12 años de edad, mientras que el macho la alcanza entre los cinco y seis años”, dijo Orozco Torres.
Danza sobre ocho patas
El documento Las tarántulas de México: pequeños gigantes incomprendidos, publicado por la Conabio, explica que las tarántulas deben su nombre a que en la Italia del siglo XIV se tenía la creencia de que la mordedura de estas arañas solo podía curarse si la persona afectada bailaba la tarantela, un baile popular del sur de Italia.
Aliadas contra plagas
Orozco Torres explicó que la diferencia entre tarántulas y arañas está en su mordedura. Los colmillos de la tarántula están ubicados de forma paralela, mientras que los de las arañas se encuentran dispuestos de forma diagonal, haciendo que se crucen.
Asimismo, dijo que las tarántulas son animales que controlan plagas, ya que su alimentación es 100 por ciento carnívora, consumiendo insectos que podrían causar plagas. Además, también pueden alimentarse de algunos otros vertebrados como ranas, reptiles, aves o roedores de tamaño pequeño.
Por lo tanto, cuando las tarántulas son extraídas de su ecosistema de forma masiva, las plagas comienzan a hacerse presentes, pues al no tener que lidiar con depredadores, algunas poblaciones de insectos incrementan su número.
“Una tarántula es el mejor amigo del hombre en el sentido agrónomo y casero, porque elimina plagas como las de cucarachas”, dijo.
Tarántulas en el hogar
Adquirir uno de estos animales conlleva ciertas consideraciones especiales para que puedan tener una vida sana en cautiverio. Se les debe proporcionar una pecera grande para que puedan tener espacio, un sustrato grueso de aproximadamente 15 centímetros de espesor, un recipiente con agua y un lugar en donde puedan esconderse.
Aunque prevalece la creencia de que las tarántulas son animales extremadamente venenosos, en realidad son inofensivas para el hombre. En el caso de las tarántulas mexicanas —señaló el zoólogo naturalista—, su mordedura solo provoca dolor al introducirse los colmillos en la piel, pero no por acción del veneno.
Orozco Torres destacó que las tarántulas no pueden ser consideradas mascotas, ya que nunca van a reconocer a su dueño y carecen de comportamiento social; sin embargo, si se ha tomado la decisión de adoptar una, se le deben dar todos los cuidados necesarios para que tenga una buena vida.