Con la finalidad de que las y los capitalinos aprendan sobre la importancia de conservar a los polinizadores y aprendan a crear sus propios jardines para polinizadores, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) capitalina, a través de la Dirección Ejecutiva de Cultura Ambiental, presentó este viernes 3 de julio la «Guía para la creación de jardines polinizadores».

Durante la presentación virtual, la directora Ejecutiva de Cultura Ambiental de Sedema, Claudia Hernández, aseguró que se trata de una especie de libro de texto accesible para todas las personas, especialmente para las mujeres que acuden a los cursos de «Jardines para la Vida, Mujeres polinizadoras».

«Queremos traer la naturaleza a la ciudad, no solamente a través de las mujeres polinizadoras, sino desde diferentes alternativas queremos lograrlo. La instalación de estos jardines para polinizadores es parte del Reto Verde que inició el año pasado y aquí se contabilizan las plantas que nosotros sembramos dentro de los jardines para polinizadores y estas mujeres que han hecho sus jardines comunitarios, en los pilares y en sus propias casas son plantas que contribuyen a cumplir con este reto», precisó.

Miriam Asiaín, quien forma parte de la primera generación del taller de mujeres polinizadoras, destacó que se trata de una guía didáctica para todas las edades que permite conocer sobre tipos de plantas, cómo hacer un jardín, cuidados que se deben brindar y cómo combatir plagas.

«Es momento de darnos cuenta de lo que está mal para poderlo cambiar y mejorar, ahorita muchos están en confinamiento y podemos aprovechar ese momento para reconectarnos con nuestra naturaleza, porque no estamos aislados de la naturaleza somos parte de ella pero nos hemos olvidado agradecer», mencionó.

Samuel Salinas Álvarez, coordinador General de Inclusión Educativa e Innovación de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI), destacó la importancia de devolver al espacio público áreas naturales y de cambiar la lógica de cómo percibimos y valoramos la naturaleza.

«Esta guía para los jardines polinizadores es un documento extraordinario en su sencillez, en la brevedad y profundidad de los elementos que toca. Estamos ante una oportunidad, como quizás la humanidad la había tenido en epidemias anteriores, pero ahora es una oportunidad que se convierte y que nos toma con una gran cantidad de conocimientos, instrumentos educativos, estrategias y reflexiones. Me parece que uno de los elementos más importantes en esta guía es que te va diciendo cuántas especies tenemos en la ciudad, hay una carga de conocimientos muy equilibrada con las actividades y con esta dimensión que pocas veces vemos en las guías de carácter ambiental», manifestó.

Opinó que la agenda de los siguientes años para las actividades educativas deberá ser muy importante y tendrá que cambiar los contenidos de lo que se exige a las y los niños: «No podemos seguir con una currícula de educación primaria que no tome en cuenta, por ejemplo los jardines polinizadores, porque ahí está todo, hay una serie de conocimientos que podrían adaptarse a primaria, secundaria, bachillerato e incluso a proyectos de ingeniería ambiental».

En ese sentido, Amaranta Gallardo, educadora ambiental, habló de la importancia de intervenir espacios públicos para convertirlos en áreas naturales con la participación de la ciudadanía.

«Siempre hay interés por parte de todas las personas, de procurar mejorar su espacio y es un gran aprendizaje porque además de crear estos espacios hay un tema de inclusión, de rehabilitación del tejido social y también de género donde se veía a mujeres cargando carretillas haciendo los caminos de su jardín. Todos los diseños los hicieron ellas y nosotros lo que hicimos fue darles las pautas de todos los jardines viendo dónde querían poner cada planta; incluso hubo quienes quisieron poner una alberquita para las abejas y las mariposas para que tuvieran dónde tomar agua», recordó.

María del Coro Arizmendi, iniciadora del exitoso proyecto de jardines para colibríes, se congratuló de que el Gobierno de la Ciudad de México tenga interés en hacer conservación con la gente y con los ecólogos.

«Tener un libro donde la gente pueda ver videos, leer consejos útiles y prácticos en un idioma coloquial y pueda acercarse un proyecto tan bonito como es conservar a los polinizadores, a los colibríes, a las mariposas, a las abejas, a los murciélagos y a todos estos animales a los cuales les hemos quitado parte de su casa, es muy satisfactorio», aseguró.

Gabriela Itzel Peña, mujer polinizadora, afirmó que el curso que tomó para crear su jardín para polinizadores fue una experiencia de vida y al revisar la guía «más allá del conocimiento, encontré dos cosas que me gustaron mucho: la analogía que hace con respecto a mujeres polinizadoras, las similitudes que hay, la necesidad de visibilizarnos, de nuestra valía, eso fue algo muy importante para mí, y cuando habla de poda que es el momento de cortar y cambiar el rumbo, es algo que creo que tenemos que aplicar con respecto a la naturaleza por el bien de todos, de nuestra comunidad, de nuestra familia, de nosotros mismos».

Finalmente José Díaz, subdirector de Comunicación Estratégica para la Sustentabilidad de Sedema, dijo que la guía «está pensada en la lógica de juntar lo que es la vida cultural de cómo estamos construidos en nuestras relaciones, las cosas que están sucediendo en nuestros jardines, por ejemplo, cómo tratamos a una abejita porque entonces comprobaremos cómo nos estamos  tratando a nosotros mismos».

Y agregó que «los jardines polinizadores son un espacio que ayuda a construir no sólo el tejido social sino la comunidad sociobiótica. Nacimos con ellos, seguiremos con ellos y en esta lógica de que somos responsables en este momento de la sobrevivencia no sólo de nosotros sino de la especie.

Vamos a subirlos a la nueva arca, cuando la nueva normalidad tiene que tener un asiento para las abejas, para los murciélagos porque ellos son nuestros hermanos y estamos juntos sentados en la misma barca».