La mayoría de los brasileños piensa que las acciones para combatir los incendios en la Amazonía deben provenir del gobierno federal y son fundamentales para evitar nuevos récords este año. Al mismo tiempo, el nivel de confianza en un mismo gobierno para tomar las medidas necesarias se encuentra en un punto bajo.

Esto es lo que indica una encuesta realizada por Ipec (Inteligencia en Investigación y Consultoría), entre febrero y marzo de 2021, a solicitud del IPAM (Instituto de Investigaciones Ambientales en la Amazonía).

Para el 68% de los entrevistados, las medidas de fiscalización, la aplicación de multas y el combate a las actividades ilícitas son fundamentales para contener los incendios en los próximos meses, cuando se consolida la temporada seca en la región. La ausencia de los dos primeros factores, la falta de inspección y la ausencia de multas, se señalan como los mayores impedimentos para resolver los problemas ambientales en Brasil.

Según los encuestados, las medidas que lleva a cabo directamente el gobierno federal son más efectivas para la conservación de la Amazonía, pero el 47% afirma que el estado no cumple con su rol de control de la deforestación. Otro 38% cree que el gobierno federal cumple parcialmente; sólo el 6% defiende que cumple plenamente su rol en las acciones de protección.

Solo el 13% del total confía en el gobierno federal para conservar la región amazónica. Para ello, los encuestados se apoyan más en organizaciones ambientales (32%) y en pueblos indígenas y comunidades tradicionales (29%), contrario al discurso presidencial, que critica a ambos grupos, el gobierno federal aparece en tercer lugar.

La encuesta muestra que el 94% de los entrevistados reconoce el papel protagónico de la Amazonía en el equilibrio climático y el 85% confirma el papel fundamental de los pueblos indígenas en la conservación del bioma.

“La percepción de los brasileños capturada por la encuesta es fiel a la realidad. El papel preponderante del gobierno federal en el control de la deforestación y quema en la Amazonía es inequívoco, pero hemos visto una ruptura de las políticas ambientales y el debilitamiento de los órganos de fiscalización ”, dice el director de Políticas Públicas y Desarrollo Territorial del IPAM, Eugênio Pantoja.

Contrariamente a las medidas del gobierno federal esperadas por los brasileños, el IBAMA redujo en un 42% la aplicación de multas por violaciones a la flora amazónica, que incluye la deforestación, entre agosto y julio de 2020 en comparación con los 12 meses anteriores, según una encuesta del Observatorio. del Clima lanzado en enero.

El número total de puntos calientes registrados en la Amazonía Legal en mayo fue 49% superior al registrado en el mismo mes de 2020, y 34,5% superior al promedio histórico del mes, según datos del INPE (Instituto Nacional del Espacio Investigar). La deforestación en el mismo mayo también fue mayor que en el mismo mes del año pasado: 1.180 km2, o un 41% más que en 2020, y eso considerando solo 28 días.

La encuesta se realizó con 2.000 personas, de 16 o más años, en línea, en las cinco regiones brasileñas, entre las clases A, B y C. El margen de error es de dos puntos porcentuales, con un nivel de confianza del 95%.

¿De quién es la culpa?

Cuando se le preguntó quién es el mayor responsable de la deforestación y la quema en la Amazonía, el 47% de las personas respondió que son grileiros, delincuentes que se apoderan de las tierras públicas. Luego, con un 38%, aparecen las empresas que operan en la región.

De hecho, en el primer trimestre de 2021, un tercio de la deforestación en la Amazonía se llevó a cabo en bosques públicos no designados, una acción totalmente ilegal y asociada al acaparamiento de tierras, según un estudio del IPAM divulgado en mayo.

Para el 83% de los encuestados, los incendios y la deforestación afectan negativamente la imagen del país en el escenario internacional. En los últimos años, Brasil ha sido demandado por otros países, inversionistas y compradores internacionales por un control más efectivo de la deforestación y quema en la Amazonía.

“Brasil ya ha predicado con el ejemplo, cuando demostró que es posible conciliar el crecimiento de la producción agrícola con una reducción de la deforestación. Lamentablemente, hoy se le ve como un paria cuando niega los avances que ya ha logrado el país ”, dice Pantoja.

“Ha llegado la estación seca; si el país no quiere volver a ser visto con malos ojos, necesita una estrategia integral para controlar y combatir la deforestación y la quema en el corto y mediano plazo. Necesita poner sobre el terreno más acciones de inspección e inteligencia, para apoyar a los Estados; invertir en la estructuración de brigadas y logística; y espacio abierto para la contribución de la sociedad y la iniciativa privada. Solo entonces se reducirán la deforestación y los incendios y se protegerá la Amazonía ”.

https://ipam.org.br/bibliotecas/pesquisa-ipam-a-percepcao-dos-brasileiros-sobre-o-meio-ambiente-2021/