Con los cuidados y atención de “Ely”, la elefanta africana que habita en el Zoológico de San Juan de Aragón, la Dirección General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre, de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, reafirma su compromiso de promover la salud y el bienestar de los animales silvestres bajo cuidado humano que habitan en los zoológicos.

En el marco del Día Mundial del Elefante, el Zoológico de San Juan de Aragón recuerda que este centro de conservación de fauna silvestre es pieza fundamental para la recuperación de varias especies al desarrollar programas de conservación, educación e investigación en apoyo a estas maravillosas especies.

Para festejar a “Ely”, sus cuidadores, médicos veterinarios y biólogos conocedores del comportamiento animal prepararon un complemento de su dieta balanceada que constó de plátano, manzana, pera y sandía, su fruta favorita.

Además se realizan diversas actividades de enriquecimiento ambiental y del comportamiento a través de desafíos físicos y mentales en diferentes lugares de su albergue. “Ely”, al igual que todos los ejemplares de fauna silvestre bajo cuidado humano en los zoológicos de la Ciudad de México, participa todos los días en estas actividades de enriquecimiento del comportamiento y del ambiente, incluyendo su entrenamiento diario.

Los cuidadores de animales, médicos veterinarios y biólogos especializados están encargados de desarrollar un programa de enriquecimiento ambiental para cada una de las especies silvestres bajo cuidado humano en los zoológicos, además de observar y analizar el comportamiento de los ejemplares mientras interactúan con estas actividades para promover la salud y el bienestar de cada animal.

Cabe recordar que “Ely” vivió la mayor parte de su vida en un circo y en el año 2012 llegó al Zoológico de San Juan de Aragón para su atención, desde ese momento todos los días recibe entrenamiento por condicionamiento operante a través de refuerzos positivos (las frutas que más le gustan), una técnica que llevan a cabo los cuidadores, biólogos y el personal médico veterinario para que la elefanta africana permita una interacción con el personal que la atiende con el objeto de realizar su revisión diaria y algunos otros procedimientos médicos sin necesidad de anestesiarla para poder realizarle estudios de laboratorio y aplicarle los tratamientos que requiere para mantener su salud y bienestar.