Hablando de crueldad animal, la producción de leche es un ciclo de maltratos y sufrimiento interminable para las vacas que son inseminadas artificialmente
El 80% de la población es intolerante a la lactosa
Desde 2017, cada 22 de agosto se celebra el Día Mundial de la Leche Vegetal, iniciativa promovida por Robbie Lockie, fundador de Plant Based News en conjunto con la organización Pro Veg International.
Desde las tradicionales de soja o almendras, hasta las de avena o coco, la diversidad de leches vegetales es amplia y su popularidad es cada vez mayor.
En su último informe sobre las tendencias de la alimentación realizado en 2020, Tastewise -plataforma de inteligencia alimentaria- sitúa el mercado vegetal actual en 42,000 millones de dólares, afirmando que las alternativas a los productos de origen animal se están disparando, mientras un reciente reciente informe de Meticulous Research afirma que el mercado de alimentos de origen vegetal alcanzará los 74,200 millones de dólares en 2027, con una tasa de crecimiento anual del 11,9% durante el periodo de del 2020 a 2027.
En este repunte de la industria de los productos vegetales, la leche vegetal, esta jugando un papel fundamental, ya que se ha comprobado que un estilo de vida sin lácteos tiene efectos altamente favorables para la salud humana, eso sumado a que actualmente los consumidores priorizan la elección de alimentos sostenibles y libres de crueldad animal.
La publicidad de la industria láctea promueve el consumo de leche en base a una necesidad nutricional que no es real y ocultando el inmenso sufrimiento que les provoca a vacas y terneros a costa de su producción, y el impacto destructivo que causa en el planeta.
Las alergias a la leche de vaca pueden ser más comunes que las alergias al maní o a los mariscos. Los síntomas inmediatos de su consumo incluyen dolor abdominal, distensión abdominal, gases, náuseas y diarrea. Esto significa que es posible que las personas ni siquiera se den cuenta de que estos indicios podrían ser una reacción alérgica a la leche de vaca que consumieron días antes.
En términos de salud, de acuerdo con la Revista Española de Enfermedades Digestivas, el 80% de la población mundial es intolerante a la lactosa (el azúcar predominante de la leche), o a la caseína de la leche que es una proteína muy alergénica.
Hablando de crueldad animal, la producción de leche es un ciclo de maltratos y sufrimiento interminable para las vacas que son inseminadas artificialmente y luego separadas para siempre de sus hijos que serán matados cuando aún son unas crías. Y luego de una vida de explotación, cuando sus cuerpos colapsan, todas las vacas son enviadas al matadero.
Además, el impacto ambiental de la industria láctea es alarmante, la ganadería constituye una cuarta parte de la huella hídrica mundial, el 19% de ella proviene del ganado lechero. De todas las bebidas que se producen, la leche es la que más agua necesita para su producción: 1,000 litros para generar un litro de leche.
De acuerdo con Love Veg -programa de educación de la organización internacional de protección animal Igualdad Animal-, las leches o bebidas vegetales en comparación con la leche entera de vaca, tienen un contenido calórico menor. La leche entera contiene alrededor de 65 kcal por cada 100 ml, y las bebidas vegetales comerciales rondan entre las de 34 y 55 kcal por cada 100 ml.
También en comparación con la leche entera de vaca, el contenido en grasas es menor y el perfil lipídico o tipo de grasas que contienen. Las bebidas vegetales contienen grasas poliinsaturadas (grasas saludables) y la leche de vaca grasas saturadas (aumentan el riesgo de presentar cardiopatías y otros padecimientos de salud).
El contenido de calcio entre la leche de vaca y las leches vegetales comerciales es similar, cuando las bebidas vegetales están enriquecidas. En cuanto a la proteína, la leche entera de vaca contiene alrededor de 3.5 g de proteína por cada 100 ml, y la bebida de soya 3.3 g por cada 100 ml. La vitamina D suele ser mayor en las bebidas vegetales que en la leche porque suelen estar suplementadas, incluso algunas están enriquecidas con vitamina B12.
Actualmente, los supermercados ofrecen gran variedad de leches vegetales y hacerlas en casa es muy fácil, en poco tiempo, a un bajo costo y conservando todos sus nutrientes. Todas duran entre 3 y 4 días en refrigeración y pueden ser endulzadas o saborizadas al gusto. La fibra que queda como resto luego de extraer la leche, puede transformarse en un queso vegetal, hamburguesas o algún otro platillo.
Si quieres comenzar ahora mismo a cosechar tus leches, Love Veg, ofrece información a la población de manera gratuita para sustituir en sus comidas todos los ingredientes de origen animal por ingredientes de origen vegetal , a través de la descarga de recetarios.
Al descargar los recetarios de Love Veg podremos continuar comiendo los platillos tradicionales que tanto nos gustan, cuidando nuestra salud, protegiendo a los animales y garantizar el futuro del planeta.