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Greenpeace y la Alianza México sin Plásticos lamentan la reciente aprobación del dictámen de plásticos en el Senado

Grave retroceso en la lucha contra los plásticos

Los días 17 y 18 de noviembre el pleno del Senado de la República aprobó un dictamen que reforma la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos (LGPGIR) en el tema de plásticos de un solo uso.

Grave retroceso en la lucha contra los plásticos
Durante la sesión del 18 de noviembre, los senadores de diversos grupos parlamentarios acordaron presentar una nueva iniciativa la próxima semana para remediar la traición que los senadores (Morena más Partido Verde, con Raúl Bolaños-Cacho a la cabeza) cometieron al echar para atrás el acuerdo respondiendo a los intereses de la industria

Entre las principales alertas que surgen de estas reformas, Greenpeace destaca las siguientes:

  • Las reformas significan un retroceso para las prohibiciones de plásticos aprobadas en 29  estados de la República. Lo anterior por diversas disposiciones que los obligan a cumplir con lo mandatado por la LGPGIR, que es menos ambicioso, y porque se incluye una definición de plásticos de un solo uso y variadas exenciones (por ejemplo por motivos de higiene o preservación de alimentos) que dejan fuera a prácticamente todos los productos plásticos de un solo uso si pueden reciclarse, compostarse o valorizarse energéticamente, cuando un “plástico de un solo uso” es tal por su diseño para ser desechable, no por si idealmente puede aprovecharse. La senadora Guadalupe Saldaña presentó estas alertas en tribuna, pero fueron desestimadas por el resto de senadores, quienes votaron en contra de la reserva que la senadora presentó.

En un comunicado, la organización ambientalista precisa que esta afectación a las prohibiciones estatales es un logro para la industria del plástico en México que ha luchado contra las prohibiciones de los estados sin suerte, de ahí que llevaran sus demandas al Senado.

Varios senadores y senadoras en la sesión de discusión del 17 de noviembre expresaron claramente cómo los representantes de la industria han estado detrás de este dictamen y han bloqueado intentos de cambio al mismo, incluso reservas ya consensuadas entre grupos parlamentarios para evitar el retroceso en las prohibiciones estatales y que se echaron para abajo durante la discusión misma por presión de la industria.

“Es terrible que las y los legisladores se vendan ante el poder económico y no tengan ningún interés por realmente proteger nuestro planeta” denunció Ornela Garelli, especialista en consumo responsable y cambio climático en Greenpeace México.

Durante la sesión del 18 de noviembre, los senadores de diversos grupos parlamentarios acordaron presentar una nueva iniciativa la próxima semana para remediar la traición que los senadores (Morena más Partido Verde, con Raúl Bolaños-Cacho a la cabeza) cometieron al echar para atrás el acuerdo respondiendo a los intereses de la industria.

“Esta nueva propuesta espera blindar de alguna manera a las prohibiciones estatales para que no se vean afectadas. Sin embargo, hasta no ver no creer, luego de todo lo sucedido en estos días de sesiones la confianza en los Senadores del país es nula”, señaló Edgar Lugo de la Alianza México sin Plástico.

  • Supuestamente la reforma a la LGPGIR llevaría a la eliminación de los plásticos de un solo uso hacia 2025, sin embargo, de acuerdo al punto anterior, esto no es así. La definición de plásticos y las exenciones consideradas permiten que prácticamente todos los plásticos puedan ser permitidos.
  • El dictamen promueve la valorización energética, la incineración/co-procesamiento de residuos para convertirlos en energía, lo cual incentiva la producción y el consumo de plásticos bajo la excusa de que pueden valorizarse mediante su quema. Esta perspectiva es muy peligrosa porque no soluciona el problema de raíz, ya que para en efecto frenar la contaminación plástica se debe reducir la producción y consumo de plásticos y avanzar hacia esquemas de distribución de productos basados en la reutilización, no en lo desechable.

Asimismo, la valorización energética de residuos no es economía circular porque no permite que se mantengan los recursos dentro de los ciclos productivos, al incinerarlos se pierde su valor, por lo que nos mantiene anclados en la economía lineal.

Además, comunidades afectadas por la incineración de residuos, como aquellas del Valle del Mezquital (Estado de México e Hidalgo), tienen años denunciando las graves afectaciones para el medio ambiente y la salud humana de esto, por lo que no se trata de una “solución” ecológica, sino de un lavado verde que permite a las empresas seguir sus malas prácticas en detrimento del planeta y la salud de la gente.

La senadora María Merced González, justamente proveniente del estado de Hidalgo, hizo alertas por las referencias a la incineración o co-procesamiento de residuos que incluye este dictamen, enfatizando las afectaciones ambientales y de la salud, pero fueron desestimadas por el resto de los senadores.

  • El dictamen no incluye responsabilidades ambiciosas para las empresas, al contrario deja la responsabilidad de la solución de la problemática que ocasionan los plásticos a la ciudadanía, con dinero público, es decir, mediante nuestros impuestos. Desde la sociedad civil tenemos más de tres años exigiendo que se incluya el principio de la responsabilidad extendida de los productores, el cual establece que las empresas se hagan cargo de los residuos que sus productos generan pero también de ofrecer alternativas sostenibles a los consumidores. Lo anterior mediante esquemas de economía circular, como el eco-diseño, la producción sostenible, la distribución basada en la reutilización, la reparación, el reciclaje, etc. Lamentablemente este dictamen no incluye esta demanda.

Estas reformas muestran la grave colusión que existe entre el poder político y económico en México, ya que se privilegian los intereses de las empresas por encima del bienestar general y el medio ambiente.

Grave retroceso en la lucha contra los plásticos
Estas reformas muestran la grave colusión que existe entre el poder político y económico en México, ya que se privilegian los intereses de las empresas por encima del bienestar general y el medio ambiente

Así también, estas reformas no son resultado del consenso entre actores, como lo pregonan las y los senadores, ya que las principales alertas y propuestas de la sociedad civil no fueron tomadas en consideración. Son dictámenes hechos por y para la industria. 

Hacemos un llamado a las y los diputados  -quienes como Cámara revisora tendrán la posibilidad de analizar de nuevo esta reforma- a que no la aprueben en los términos en que se encuentran actualmente, ya que su aprobación significará un gran retroceso y una gran afectación al medio ambiente y a las personas.