Con la presencia de 14 perros de distintas razas y sus respectivos tutores, la Alcaldía Tlalpan inició el Taller de Rehabilitación para Animales de Compañía, afectados por la pirotecnia, en el que recibieron pláticas de introducción, recomendaciones y algunas dinámicas físicas que forman parte del tratamiento.

Diego, Appa, Rex, Kobe, Canela, Milla, Hatty, Risitos, Frida, Franki, Loic, Kaiser, Balto y Luna fueron los perros que asistieron a la primera sesión del taller realizado en la Clínica Veterinaria de la Alcaldía Tlalpan, en donde Carlo Emir Castro, subdirector de Promoción, Salud y Protección Animal explicó que durante cuatro sesiones los dueños de los perros aprenderán a aplicar las dinámicas practicadas, siempre y cuando repasen por lo menos 15 minutos diarios, en casa.

Durante la segunda sesión, Carlo Emir enfatizó que este curso en realidad no es para los perros, sino para los tutores, ya que son ellos los responsables de educar a los animales de compañía y tratar de enfrentarlos a sucesos de la vida real, pero acompañados de dinámicas donde se diviertan y se sienta bien.

“Se trata de quitarles la sobreprotección que suelen tener para que estos sonidos o estruendos pasen a segundo o tercer plano y su atención se centre en algo divertido o satisfactorio. Sin embargo es importante saber que las viejas costumbres que han tenido por años van a modificarse con el paso del tiempo, siempre y cuando se apliquen las dinámicas diariamente. Cada perrito tiene un proceso diferente”, explicó Carlo Emir Castro.

Durante el desarrollo del taller se reproducen sonidos de pirotecnia en un par de bocinas a un volumen muy bajo, mientras el entrenador y experto los pone a jugar, a comer y a caminar en círculo, uno tras de otro.

Con el paso de las sesiones el volumen de las explosiones irá subiendo y los perros continuarán con dinámicas que los mantengan entretenidos y sin poner atención a los estruendos. 

Acariciarlos desde la cabeza hasta la cola, no cargarlos o apapacharlos, no ponerles playeras o ropa y premiarlos con juguetes preferentemente cada que obedezcan o se relajen, en un entorno estridente, son algunos de los principales consejos que se han dado.

Durante las sesiones, los dueños de los perros plantearon dudas y hablaron de los avances que han notado en los animales de compañía, quienes reciben atención uno a uno y también en forma grupal. Diego, uno de los perros participantes ya dejó de temblar y ahora solo intenta rascarse con un poco de ansiedad cuando percibe los sonidos, afirmó  el subdirector de Promoción, Salud y Protección Animal quien reiteró que esa conducta también se podrá corregir.

“Humanizar a los perros es uno de los principales errores que cometemos, hay que hacerlos vivir sus experiencias de una forma agradable pero como lo que son, podemos usar como herramientas sus juguetes, la comida, su cama o su casa, para que cada que escuhen ese tipo de ruidos mejor busquen jugar, caminar con su dueño o acostarse y relajarse”, añadió el también entrenador.

La doctora Nidia Corina Cruz Rodríguez, médico titular de la veterinaria, aseguró que los daños que pueden sufrir los perros por el frecuente estruendo de la pirotecnia, puede ir desde lesiones físicas por alterarse, correr o rascar el suelo intensamente, hasta afectar su sistema nervioso o su estado de ánimo. Entre más cerca estén las explosiones de los perros, el riesgo aumenta.

Cuando los tutores intenten distraer a sus perros de los sonidos de la pirotecnia, lo indicado es primero hacerlo con juguetes y después premiarlos con comida, ayudarlos a reconocer de dónde vienen los estruendos  y trabajarles un contexto especial en donde se sientan seguros y contentos.