Igualdad Animal, de la mano del diputada Iraís Virginia Reyes de la Torre y otras diez legisladoras y legisladores -integrantes del Partido Movimiento Ciudadano-, y el apoyo del Colectivo Unidos por el Bienestar Animal, presentó una iniciativa de ley para reconocer la sintiencia de los animales en la Constitución Política de Nuevo León.

Dicha iniciativa que fue elaborada tomando en cuenta las investigaciones realizadas a lo largo de 15 años por la organización Igualdad Animal, propone incluir el siguiente párrafo:

Esta Constitución reconoce a los animales como seres sintientes y, por lo tanto, deben recibir trato digno garantizando su bienestar. En el Estado de Nuevo León toda persona tiene un deber ético y obligación jurídica de respetar la vida y la integridad de los animales; éstos, por su naturaleza son sujetos de consideración moral.  Su tutela es de responsabilidad común.

La tutela y protección de los animales son responsabilidad compartida del Estado y de sus ciudadanos, incluyendo la adecuada atención de los animales en situación de abandono. Las autoridades del Estado y de los Municipios, dentro de sus respectivas atribuciones, deben garantizar en todo momento la protección, bienestar y trato digno y respetuoso de los animales que habiten o transiten en el Estado y deberán fomentar una cultura de cuidado y tutela responsable de los mismos. Las leyes del Estado deberán garantizar la protección efectiva de los animales como seres sintientes.

La Ley de Protección y Bienestar Animal para la Sustentabilidad del Estado de Nuevo León ya establece que los animales son seres sintientes, sin embargo, la Constitución Política tiene un rango jerárquico superior, lo que significa que da una protección más amplia, por ejemplo:

Todas las autoridades locales deberán tomar en consideración este mandato y la condición de los animales como seres sintientes en sus actuaciones: al crear, ejecutar o modificar leyes, crear programas sociales, así como al recibir y resolver denuncias, por mencionar algunas.

La modificación establece el deber de respetar la vida e integridad física y mental de los animales a todas las personas que se encuentren en el territorio de la entidad, de forma permanente o de paso.

La Constitución obligará una tutela de responsabilidad común, lo que significa que cualquier persona tiene el poder de proteger a los animales y el deber de respetarlos.

Este reconocimiento será una herramienta muy importante para la protección de todas las especies animales en la entidad, donde más de 42 millones de ellos son criados y matados para consumo humano.

“Los animales pueden sentir dolor y sufrir, y eso resulta suficiente para no dañarlos, garantizar su bienestar y brindarles protección legal. En el bienestar animal y su protección no debe hacer distinciones de especie. ”

“Desde Igualdad Animal, una organización internacional de protección animal, con más de 15 años de experiencia en trabajo de investigación a favor de los animales, queremos hacer un llamado respetuoso pero categórico a las legisladoras y legisladores para que apoyen esta iniciativa: los animales están aquí con nosotros y tenemos la responsabilidad de generar las condiciones para respetar su vida y su bienestar. Debemos ampliar nuestro marco de indignación sobre el maltrato animal y extenderlo a otros animales que permanecen ocultos en granjas y mataderos”, Dulce Ramírez, Vicepresidenta de Igualdad Animal México para Latinoamérica

La ciencia lo dice: los animales sienten y son conscientes. En julio del 2012, un destacado grupo internacional de neurocientíficos cognitivos, neurofarmacólogos, neurofisiólogos, neuroanatomistas y neurocientíficos computacionales publicaron la Declaración de Cambridge sobre la Conciencia.

En este documento concluyen que “hay evidencias convergentes que indican que los animales no humanos poseen los sustratos neuroanatómicos, neuroquímicos y neurofisiológicos de los estados de conciencia, junto con la capacidad de mostrar comportamientos intencionales. En consecuencia, el peso de la evidencia indica que los humanos no somos los únicos en poseer la base neurológica que da lugar a la conciencia. Los animales no humanos, incluyendo a todos los mamíferos y aves, y otras muchas criaturas, entre las que se encuentran los pulpos, también poseen estos sustratos neurológicos”.

Esto significa que los animales son conscientes de sí mismos y del mundo que los rodea y, por lo tanto, lo que les ocurre les produce estados mentales que pueden ser positivos o negativos.

Esta acción legislativa se suma a las propuesta de ley presentada por Igualdad Animal a nivel Federal en abril pasado, junto con el diputado Salvador Caro, para reconocer a todos los animales que cuenten con un sistema nervioso complejo como seres sintientes y disponer que el Estado actúe para garantizar su bienestar.