Greenpeace da a conocer las y posturas en las negociaciones climáticas
Posible alcanzar un futuro seguro y justo en la COP27
La pregunta más esperada en la 27° Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas (COP27) es si los países más ricos e históricamente más contaminantes pagarán por las pérdidas y los daños que han causado con su contribución al cambio climático. Con los preparativos finales en marcha, Greenpeace afirma que se pueden lograr avances significativos en la justicia y en el apoyo que merecen los países más afectados por desastres climáticos del pasado, del presente y del futuro.
La crisis climática podría resolverse mediante la ciencia, la solidaridad y la responsabilidad a través de compromisos financieros para un futuro limpio, seguro y justo para todos.
COP27 puede resultar exitosa si se llega a los siguientes acuerdos:
Entregar nuevos recursos económicos para los países y comunidades más vulnerables al cambio climático para enfrentar las pérdidas y los daños causados por desastres climáticos pasados, presentes y futuros, a través del establecimiento de un Fondo de Financiamiento de Pérdidas y Daños.
Asegurar que se cumpla la promesa de $100 mil millones de dólares para ayudar a los países de bajos ingresos a adaptarse y a aumentar la resiliencia a los impactos del cambio climático, honrando el compromiso asumido por los países ricos en la COP26 de duplicar el financiamiento para la adaptación para 2025.
Revisar que todos los países adopten un enfoque de transición justa para una eliminación rápida del uso de combustibles fósiles, incluida la finalización inmediata de todos los nuevos proyectos de combustibles fósiles según lo recomendado por la Agencia Internacional de Energía.
Dejar en claro que limitar el aumento de la temperatura a 1.5 °C para 2100 es la única interpretación aceptable del Acuerdo de París y reconocer las fechas de eliminación global alineadas con el 1.5 °C para la producción y el consumo de carbón, gas y petróleo.
Reconocer el papel de la naturaleza en la mitigación climática y la adaptación, como símbolo cultural y espiritual, y como hogar de flora y fauna diversas. La protección y restauración de la naturaleza debe hacerse en paralelo a la eliminación de los combustibles fósiles y con la participación activa de los pueblos indígenas y las comunidades locales.
Se encuentra disponible un informe detallado sobre las demandas de Greenpeace para la COP27 aquí.
Previo a la COP, Yeb Sano, Director Ejecutivo de Greenpeace Sudeste Asiático y Jefe de la delegación de Greenpeace que asiste a la COP como parte de la delegación de Greenpeace mencionó: “Sentir seguridad y ser visibles es fundamental para el bienestar de la humanidad y del planeta y de eso debe tratarse la COP27.
Esto será posible si los líderes de los países retoman esta demanda. La justicia, la rendición de cuentas y las finanzas para los países más afectados por la crisis climática –del presente, del pasado y del futuro– son tres de los componentes clave para el éxito no solo durante las negociaciones sino también en las acciones posteriores a la COP. Las soluciones y la sabiduría abundan en los pueblos indígenas, en las comunidades que están en primera línea, y las y los jóvenes; lo que falta es la voluntad de actuar de los Estados más ricos, y de las corporaciones transnacionales. Pero ellos ya lo saben.”
«La COP27 es un momento impostergable para que las voces del sur sean base para la toma de decisiones. Las voces de las comunidades de pescadores artesanales, agricultores ecológicos y de pequeña escala, forestales, locales e indígenas, de comunidades que están al frente de la batalla contra el cambio climático y que son al mismo tiempo quienes más padecen sus efectos deben ser la brújula para un plan de acción climática urgente. La Conferencia es un momento para saldar deudas pendientes con la gente, el medio ambiente y la biodiversidad a través de un sistema específico de financiamiento climático, sostenido por los emisores y contaminadores históricos, que compense a las comunidades vulnerables que han sido devastadas por la crisis climática para recuperarse e iniciar una transición hacia un futuro justo y verde.» enfatizó Aleira Lara, directora de campañas de Greenpeace México.
“Los impactos del cambio climático en México son cada vez más visibles y están afectando de manera desproporcionada e injusta a los sectores más vulnerables de la población. Un caso emblemático es lo que está pasando en el municipio de Frontera, Tabasco, donde el mar se está comiendo a la comunidad de El Bosque. Pero también podemos ver el impacto del cambio climático en temas tan comunes como escasez de agua, la sequía, los huracanes y las inundaciones, que son cada vez más frecuentes y de mayor magnitud. Necesitamos que el gobierno mexicano se comprometa en verdad con las exigencias que activistas, pueblos indígenas y comunidades tienen desde hace décadas. Necesitamos acciones climáticas ambiciosas, basadas en la mejor ciencia disponible, que nos dice con claridad y contundencia que los combustibles fósiles no pueden seguir siendo parte de nuestro futuro si en verdad queremos un futuro justo y digno para todas y todos, en especial las generaciones futuras.” declaró Pablo Ramírez, campañista de energía y cambio climático de Greenpeace México.
En próximos días Greenpeace México estará llevando a cabo diversas acciones para visibilizar las exigencias para reducir la crisis climática en México.