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Greenpeace desmantela la campaña de desinformación y greenwashing de TC Energy

Urge transparencia en caso gasoducto Puerta al Sureste

En respuesta a la campaña de desinformación y a la desacreditación del trabajo de investigación sobre los ecosistemas arrecifales del Golfo de México, realizado a bordo del Arctic Sunrise en mayo pasado, en diversos medios de comunicación, por ejemplo,  en el artículo  “TC Energía responde a Greenpeace: ducto marino no cruzará por ningún arrecife vivo” publicado en la sección de negocios del diario Milenio el día 8 de junio del 2023, texto en donde se da voz a la compañía fósil TC Energía, una trasnacional canadiense responsable de desastres ambientales como los incontables derrames petroleros del ducto Keystone en Estados Unidos, desde Greenpeace México hacemos las siguientes precisiones:

Urge transparencia en caso  gasoducto Puerta al Sureste
TC Energy usa argumentos falaces de la industria fósil que justifican la crisis climática, la inequidad en los impactos socioambientales de este tipo de proyectos y los procesos de despojo en los territorios del sureste de México bajo una falsa promesa

En cuanto a transparencia. Desde su presentación el proyecto Puerta al Sureste en sus etapas 1 y 2  ha incumplido con las regulaciones ambientales al fragmentar el proyecto en dos: la parte marina y terrestre, razón suficiente para que la ASEA hubiera desechado el proyecto ya que ignora la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que dice que los proyectos no pueden presentar una MIA fragmentada, que tiene que analizarse su impacto acumulado, holístico e integral y que tiene que hacerse bajo la mejor ciencia disponible.

Sin embargo, la transnacional fósil argumenta que el proyecto está siendo realizado bajo los más estrictos estándares ambientales y con estudios sobre los ecosistemas, lo cierto es que este proyecto se ha caracterizado por su opacidad, los datos que menciona la trasnacional no son públicos y su acceso ha sido bloqueado en las solicitudes de transparencia, y los estudios millonarios mencionados tampoco son públicos.

Aún dando por cierta la información, el hecho de que el gasoducto se construya a una profundidad de entre 100 y 120 metros sí pone en riesgo ecosistemas arrecifales, no solo por la propia instalación del ducto sino por las fugas que son muy comunes en este tipo de proyectos.

Sobre el greenwashing. TC Energy usa argumentos falaces de la industria fósil que justifican la crisis climática, la inequidad en los impactos socioambientales de este tipo de proyectos y los procesos de despojo en los territorios del sureste de México bajo una falsa promesa de desarrollo con una óptica colonial, seguridad energética y bienestar para las comunidades locales.

En los hechos, el proyecto de TC Energy está enfocado a proveer de gas a una serie de megaproyectos con altísimos impactos ambientales y sociales como el Tren Maya, el corredor transístmico, las centrales de licuefacción de gas de Salina Cruz, Oaxaca y Coatzacoalcos, Veracruz para maquilar exportaciones estadounidenses a Asia y Europa, dos centrales de ciclo combinado en Cancún y Mérida (enfocadas a abastecer al sector turismo).

Este tipo de desarrollos no son para la gente ni benefician a las familias mexicanas. Tampoco los innumerables proyectos fósiles de la región han garantizado abasto de energía a las comunidades de Veracruz y Tabasco que tienen uno de los precios de electricidad más altos del país. Las empresas fósiles como TC energy lucran con la crisis y por eso en medio de la emergencia climática buscan seguir incrementando la extracción y quema de combustibles fósiles, incluso diciendo cínicamente que son energías limpias.

Es importante enfatizar la incongruencia de su discurso con lo hechos, por un lado pregonan su compromiso con el progreso, el medio ambiente y con las comunidades, y por otro  ejercen presión  para que no se aplique la disposición de publicación de emisiones de gases efecto invernadero en Canadá, lo que ha resultado en que TC Energy pueda seguir ocultado su impacto climático, los derrames del ducto Keystone; asimismo ha generado conflictos con comunidades de Canadá y de México por donde pasan los ductos como el territorio Gitxsan, las comunidades Tarahumaras, el municipio indígena de Pahuatlán, territorios otomíes, nahuas y totonacos;  así como las comunidades vulnerables al cambio climático como El Bosque, Tabasco y Las Barrancas, Veracruz.

Es clara su visión colonialista del progreso, que da por hecho que el sureste necesita de trasnacionales que lo desarrollen. Ésta lógica de explotación y despojo es la que en los hechos está dañando y ha dañado a un sin número de familias mexicanas.

Ante esto, Greenpeace México hace un llamado urgente a las autoridades ambientales, encabezadas por la ASEA (Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente), para cancelar el proyecto Puerta al Sureste, en su etapa 1 y 2, debido a que la fragmentación de un proyecto en dos evaluaciones de impacto ambiental no está permitida y es violatoria del derecho humano a un medio ambiente sano, esto de acuerdo con la ley y con la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) del Amparo en Revisión: 54/2021. 

También exigimos a TC Energía que se haga pública la información del proyecto: las manifestaciones de impacto ambiental íntegras, los estudios de impacto ambiental y los trazos de la etapa 1 y 2 del proyecto.

A la sociedad civil en general: Las empresas fósiles como TC Energy han sacado provecho de las crisis que nos han afectado recientemente: la climática, la crisis sanitaria de COVID 19, la guerra rusoucraniana, mientras que las personas en condiciones de vulnerabilidad siguen pagando los costos de este modelo injusto, con el despojo y daño de sus tierras, con contaminación que daña su salud, con un modelo energético que deja de lado a la gente y con los cambios en los patrones climáticos que tienen que ver directamente con el aumento en la frecuencia y magnitud de olas de calor, inundaciones, sequías, incendios forestales, pérdida de costa, pérdida de cosechas, entre otras que afectan particularmente a nuestro país.

Es momento de exigir que este tipo de transnacionales dejen de lucrar con la destrucción de nuestros ecosistemas.

La respuesta completa a TC Energy puede consultarse aquí.