Las conclusiones del Informe 2023 de la evaluación de WWF sobre las Regulaciones Financieras Sostenibles y las Actividades de Bancos Centrales (SUSREG, por sus siglas en inglés) muestran que, desde que se realizó la primera evaluación en 2021, varios bancos centrales y supervisores financieros están haciendo notables progresos para incluir medidas relativas a la sostenibilidad en su regulación y supervisión financieras
Riesgos ambientales faltan en la banca central
La Greening Financial Regulation Initiative de WWF (GFRi, por sus siglas en inglés) ha publicado hoy los resultados de su herramienta de evaluación anual SUSREG Tracker. La evaluación muestra que, aunque varios bancos centrales y supervisores financieros han realizado progresos significativos en la aplicación de medidas de regulación y supervisión sostenibles, siguen existiendo lagunas importantes, especialmente en las principales economías, donde se siguen descuidando riesgos medioambientales y sociales.
Sólo el 18 % de los bancos centrales muestran avances significativos en la integración de los riesgos relacionados con el clima en su política monetaria y sus actividades de banca central, mientras que el 68 % de los países de renta alta aún no han adoptado políticas adecuadas de supervisión bancaria en materia climática y medioambiental. Por otra parte, la ambición y la aplicación de medidas financieras sostenibles son desiguales entre los bancos centrales y los países supervisores.
Maud Abdelli, responsable de la Greening Financial Regulation Initiative de WWF, afirma: «La inacción o la escasa acción están alimentando la doble crisis clima-naturaleza. En la COP28 celebrada la semana pasada, los países acordaron abandonar los combustibles fósiles, pero no se comprometieron a eliminarlos por completo ni a dar prioridad a la protección de la naturaleza. Los bancos centrales y los supervisores deben dar ejemplo alejándose de los sectores más perjudiciales para el medio ambiente, como el carbón, el gas y el petróleo, y establecer unas expectativas mínimas en materia de ASG en la regulación y la supervisión financieras.»
El SUSREG Tracker es la herramienta de evaluación virtual e interactiva de WWF que evalúa los avances en la integración de los riesgos de cambio climático, ambientales y sociales en las actividades de banca central, regulación financiera y supervisión. El análisis de este año abarca 47 jurisdicciones que, en conjunto, representan más del 88 % del PIB mundial, el 72 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y 11 de los 17 países más ricos en biodiversidad del mundo.
Algunos avances notables son:
La integración de indicadores de biodiversidad en las carteras propias de los bancos centrales y en la información de los fondos de pensiones.
El desarrollo de metodologías de supervisión para abordar la pérdida de biodiversidad.
Un aumento en la exigencia de que las instituciones financieras y las empresas hagan públicos sus planes de transición climática.
El establecimiento de directrices de préstamo específicas para sectores de alto riesgo con el fin de ayudar a las instituciones financieras a evaluar los riesgos ambientales y sociales de sus clientes.
Pero la evaluación también constata que:
Las actividades de supervisión de bancos centrales y aseguradoras siguen centrándose principalmente en el clima.
Sólo el 18 % de los bancos centrales ha mostrado un progreso significativo en la integración de los riesgos climáticos en sus actividades de política monetaria y banca central.
El 68 % de los países de renta alta aún no han adoptado políticas adecuadas de supervisión bancaria en materia de clima y medio ambiente.
Algunos de los países con mayores emisiones de gases de efecto invernadero no han puesto en marcha políticas sólidas de supervisión bancaria y de seguros relacionadas con el clima.
Más de la mitad de los países con objetivos netos cero (20 de 37) incluidos en esta evaluación tienen políticas de supervisión bancaria relacionadas con el clima considerablemente débiles.
Las políticas de supervisión bancaria y de seguros sobre sostenibilidad son insuficientes en los países con mayor biodiversidad de Asia-Pacífico y América Latina, lo que los deja muy expuestos a los riesgos relacionados con la naturaleza.
Basándose en su hoja de ruta para una economía climáticamente segura y beneficiosa para la naturaleza, que recomienda nuevos anclajes nominales para los mandatos de los bancos centrales y la supervisión financiera (-1,5 ºC, recuperación total de la biodiversidad para 2050, reducción del 50 % de las emisiones de GEI y naturaleza positiva para 2030), WWF insta a los bancos centrales, supervisores financieros y reguladores a:
Publicar sus propios planes de transición hacia una economía baja en carbono y beneficiosa para la naturaleza que sean transparentes y medibles, y que abarquen todas las actividades de banca central, regulación financiera y supervisión.
Aplicar un enfoque preventivo utilizando todas las herramientas de supervisión a nivel micro y macro disponibles. En lugar de esperar a disponer de los datos y modelos perfectos, los supervisores financieros deben dar prioridad a las medidas preventivas y de impacto ante amenazas ambientales inciertas y potencialmente catastróficas.
Utilizar sus herramientas de política monetaria para hacer frente a los riesgos medioambientales y sociales, al tiempo que eliminan progresivamente de sus carteras las actividades siempre perjudiciales para el medio ambiente, es decir, aquellas que no se adaptan a modelos de negocio que garanticen una transición hacia una economía sostenible.
Imponer mayores requisitos de capital a las instituciones financieras que prestan, invierten y aseguran a empresas con actividades perjudiciales para el medio ambiente, tal como la expansión de gas, carbón y petróleo.
Siti Kholifatul Rizkiah, autora principal del SUSREG 2023 Tracker, afirma: «Gestionar adecuadamente los riesgos financieros derivados de los riesgos medioambientales y sociales forma parte intrínseca de los mandatos de los bancos centrales y los supervisores financieros. Debemos aprovechar el poder del sector financiero para salvaguardar nuestra economía y apuntalar los cimientos de un sistema financiero resistente.»