Las organizaciones Mercy For Animals, Igualdad Animal y The Humane League se reunieron nuevamente y acordaron los proyectos en los que colaborarán juntas este y el próximo año
Se llevó a cabo en Guadalajara la segunda Cumbre Open Wing Alliance en México
Tres grupos de protección animal que trabajan en eliminar las jaulas para las gallinas en el abasto de huevo en México, participaron en la segunda Cumbre Open Wing Alliance (OWA). Esta coalición creada por The Humane League en 2016, integra actualmente a 59 organizaciones provenientes de 57 países.
Durante los días 19 y 20 de septiembre de este año, miembros de la OWA en México se reunieron en Guadalajara, Jalisco, donde discutieron, planearon y desarrollaron nuevas estrategias que ayudarán a que millones de gallinas ponedoras dejen de padecer el confinamiento en pequeñas jaulas al que son sujetas hoy en día.
Ana Ortega, directora para THL en México comentó que “este evento es una experiencia única para compartir las experiencias que, todas las organizaciones que formamos parte de la coalición, estamos viviendo al realizar campañas corporativas. El movimiento libre de jaula en México es una realidad, los mexicanos no son indiferentes al sufrimiento de los animales de granja así como también están interesándose cada vez más sobre el origen de sus alimentos”.
Este año la OWA otorgó 405,000 USD a diferentes organizaciones para que estas puedan seguir exhortando a las empresas más grandes del mundo a crear políticas que brinden bienestar a los animales y a sus consumidores.
La vida en el encierro
En los sistemas de producción con jaulas, que son los más utilizados en México, al menos 10 mil gallinas viven en una instalación destinada a este propósito. De cuatro a ocho pasan toda su vida productiva, que es de dos años, en jaulas de alambre que miden 30 cm de ancho por 35 cm de largo.
En algunos modelos estas jaulas se apilan en varios niveles para aumentar el número de aves por metro cuadrado. Esto deja a cada gallina, un animal inteligente y sensible que necesita realizar sus comportamientos más naturales como perchar, rascar, darse baños de polvo o al menos extender sus alas, en un área que no rebasa el tamaño de una tableta electrónica.