Los grupos ambientalistas también pidieron al gobierno que aceptara una solicitud de 21 comunidades mayas que exige una moratoria a todas las aprobaciones de nuevas granjas porcinas industriales en los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo
Multan a 26 granjas porcícolas en Yucatán
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ha emitido multas a 26 granjas porcinas industriales en la Península de Yucatán por violar leyes ambientales.
Las inspecciones resultaron después de una petición formal por parte del Centro para la Diversidad Biológica y Greenpeace México ante la contaminación generada por esta actividad.
Los grupos ambientalistas también pidieron al gobierno que aceptara una solicitud de 21 comunidades mayas que exige una moratoria a todas las aprobaciones de nuevas granjas porcinas industriales en los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo.
Las comunidades buscan resolver los problemas de los derechos del pueblo maya y los continuos daños a la calidad del aire y el agua, la biodiversidad y la salud humana. Los funcionarios aún no han respondido a su solicitud.
“México debería haber actuado antes, pero me alivia que se estén aplicando medidas en estas horribles instalaciones porcinas”, dijo Hannah Connor, subdirectora de salud ambiental del Centro para la Diversidad Biológica. “Para proteger los cenotes de importancia internacional y culturalmente sagrados que se encuentran debajo de muchas de las granjas industriales de cerdos en Yucatán, es esencial garantizar que estas instalaciones no contaminen. Tengo la esperanza de que las autoridades ambientales finalmente consulten a las comunidades indígenas y que se emita la moratoria que los pueblos mayas han solicitado”.
Después de que las organizaciones solicitaron justicia, la Profepa primero les informó que inspeccionarían las 26 granjas. Después emitieron sanciones a todas las instalaciones inspeccionadas. La dependencia también dijo que “continuarán abordando los problemas del desarrollo de las granjas porcinas en la Península de Yucatán”.
Las acciones de cumplimiento fueron tomadas por la Profepa, la Comisión Nacional del Agua y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del gobierno federal. Aunque la Profepa no indicó explícitamente los motivos de las sanciones, parece que fueron impuestas por violaciones a las leyes ambientales, de conformidad con la autoridad de la dependencia.
“Las mega granjas de cerdos ejercen una fuerte presión sobre los ecosistemas de México. En los últimos años, en la Península de Yucatán han provocado la deforestación de alrededor de 11 mil hectáreas de selva. Estos complejos industriales tienen una gran responsabilidad en la degradación del suelo, la contaminación del agua y el cambio climático. Las sanciones impuestas son un paso favorable, pero las autoridades aún deben reforzar su implicación y acción para prevenir este modelo. Esto Definitivamente es contrario a la sostenibilidad y el bienestar social que sigan expandiéndose en México. La voz de las comunidades debe ser escuchada”, dijo Carlos Samayoa, activista de Greenpeace México.
La selva maya de la Península de Yucatán proporciona un hábitat crítico para innumerables especies, incluidos los monos araña y jaguares en peligro de extinción, así como para hongos y microorganismos. También proporciona numerosos recursos vegetales y animales para alimentos y medicinas.
La Península de Yucatán cuenta con más de 200 instalaciones porcinas industriales registradas. De esas registradas, el 86% se ubica en el estado de Yucatán y el resto en los estados de Quintana Roo y Campeche. Las instalaciones en el estado de Yucatán se concentran principalmente en los municipios aledaños a la ciudad de Mérida.
La Península de Yucatán alberga cuatro sitios protegidos por la Convención de Ramsar, un tratado que protege importantes áreas de humedales. Esos sitios son Laguna de Términos, Reserva Geohidrológica Anillo de Cenotes, Parque Estatal Laguna de Yalahau y Reserva de la Biosfera Ría Celestún.
El mayor riesgo de estas operaciones es el Reserva Geohidrológica Anillo de Cenotes, ubicado en Homún en un sitio de importancia global donde el cráter de impacto Chicxulub golpeó la Tierra hace 65 millones de años y provocó la extinción de los dinosaurios no aviares.
De acuerdo a un informe de 2021 publicado por la Secretaría de la Convención de Ramsar, más de la mitad de los sitios Ramsar están dañados por la agricultura, incluido el 25% de los sitios dañados por la ganadería y el 22% por la contaminación y la descarga de efluentes. Como determinó además ese informe, la conversión de tierras para la agricultura ha provocado una disminución del 35% en los humedales naturales desde 1970.