En efecto, López Obrador está poniendo sobre la mesa la concesión de la construcción y operación del Nuevo Aeropuerto
El Príncipe/Morena ya se cansó… de simular
Luis Alberto Alonso
@ikaro_46
El pan y circo para el “pueblo bueno” que Andrés Manuel López Obrador inició con su teatro de populismo allá por el 2 de octubre de 2011 bajo el rótulo “morena” comienza a derrumbarse porque las escenificaciones propias de la carpa (el teatro popular de donde surgieron películas de albures y ficheras con actores de quinta) bajan el telón a pasos agigantados. El caso del diputado Charrez y la no-consulta sobre el Nuevo Aeropuerto son los últimos fracasos de temporada.
Ayer nadie vio entrar a la Cámara de Diputados la austera camioneta Ford Raptor con placas HJ43135 del diputado Cipriano Charrez porque permanece en Ixmiquilpan, Hidalgo, donde se encuentra como evidencia del accidente que el legislador provocó y tuvo como consecuencia la muerte de un joven de 21 años.
Cual “Magazo”, Charrez apareció de manera repentina y sin sobresaltos para descalificar en conferencia de prensa la información filtrada de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo respecto de su participación en los hechos. Ahí, sin pudor, el subordinado de Mario Delgado aseguró haber intentado rendir declaración ante las autoridades al tiempo en que fue rechazado porque no pesa denuncia en su contra.
Claro, como él dice no haber estado al mando de la camioneta sino su chofer, carece de total responsabilidad en los hechos. Aunque de su chofer no dijo ni pío.
La tranquilidad mostrada por el legislador federal de Morena fue evidente pero no sorpresiva. Y es que el alcalde de Ixmiquilpan no es otro que Pascual Charres Pedraza, su hermano, y porque el mando de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados así como la mayoría del Pleno está en manos de Morena.
Dicho de otra forma, las autoridades encargadas de la encontrar al responsable del accidente y muerte de una persona pueden guiar las indagatorias a ninguna parte y la mayoría de la Cámara no retirará el fuero pese a que el mismo Charrez declaró que no se escudaría en éste.
Muestra clara de ello fue la declaración de Mario Delgado, quien incluso dio la bienvenida a su compañero en la reunión del Grupo Parlamentario de Morena y adelantó que el caso quedará en manos de la Mesa Directiva que preside el antiguo aplaudidor de Gustavo Díaz Ordaz, Porfirio Muñoz Ledo.
Todo queda en familia.
Y como todo queda en familia, la discusión se vuelve francamente aburrida. Así es la simulación, tarde o temprano cansa.
Si no me cree, pregúntele a Andrés Manuel López Obrador, que ya no encuentra cómo cancelar el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional para beneficiar a su amigo José María Riobóo con el encargo de un pastiche en Santa Lucía. Total, al fin y al cabo que no habría peligro de colisión con los aviones que salen del actual Aeropuerto porque “los aviones se repelen como imanes”.
Como los estudios que el tabasqueño encargó a Javier Jiménez Espriú para desprestigiar al proyecto del Nuevo Aeropuerto no levantan el vuelo y el “pueblo bueno” opta por seguir adelante previo a la consulta sin valor jurídico que alistan en vísperas de la Transformación de Cuarta a realizarse el 28 de octubre, la última jugada fue lanzar el proyecto a los empresarios.
En efecto, López Obrador está poniendo sobre la mesa la concesión de la construcción y operación del Nuevo Aeropuerto. Resulta curioso, pues a esa jugada económica él le llamaba PRIVATIZACIÓN durante su larga lucha contra la mafia del poder.
Ya se cansó de simular, pues.
La última y nos vamos…
No es que pretenda ensañarme con los apóstoles de la Transformación de Cuarta pero es que son masoquistas y les gusta que la población ponga en práctica la materia gris. No hay otra manera de explicar cómo es que ahora “mayoritean” a todo el mundo.
Resulta que en la Cámara de Diputados, el número de intervenciones para la presentación de iniciativas de Ley por parte de los Grupos Parlamentarios dependerán del porcentaje de legisladores con que se cuente respecto de 16 oportunidades. Así, Morena tendrá seis expositores, el PAN tres, el PRI dos y el resto de fracciones sólo una.
Una “chicanada”, pues, como le llamaba Morena en la Asamblea Legislativa a los acuerdos entre PRD-PAN y PRI.