El Papa Francisco hizo un llamado a cuidar “nuestra Casa Común” incluyó una invitación a reflexionar sobre el impacto del sistema alimentario, el uso de los recursos naturales y la necesidad de proteger a los más vulnerables, animales humanos y no humanos por igual
Los animales “no son objetos-son criaturas con alma”
El mundo se paraliza tras la noticia del fallecimiento del Papa Francisco, una de las figuras más influyentes del siglo XXI. Líder espiritual y referente mundial en temas de justicia social, ambiental y ética, su legado incluye un enfoque profundamente humano y respetuoso hacia todos los seres vivos, incluidos los animales.

Inspirado por San Francisco de Asís, patrono de los animales y de la ecología, el Papa Francisco promovió una visión integral de la vida, que abarca el cuidado de la naturaleza y el respeto por todas las criaturas. El Papa manifestó que los animales no deben ser considerados objetos, sino seres vivos con dignidad. “No son un mero objeto decorativo, son sujetos, con cabeza, corazón y alma, merecen nuestro cuidado y respeto”, afirmó.
Además, destacó la relación entre el maltrato animal y la violencia social, señalando que “todo ensañamiento con cualquier criatura es contrario a la dignidad humana”, y alentó a considerar a los animales como “prójimos”.
En un contexto global marcado por la crisis climática y la pérdida de biodiversidad, el mensaje del Papa Francisco cobra renovada relevancia. Su llamado a cuidar “nuestra Casa Común” incluyó una invitación a reflexionar sobre el impacto del sistema alimentario, el uso de los recursos naturales y la necesidad de proteger a los más vulnerables, animales humanos y no humanos por igual.
“Ante la urgencia climática, el mensaje del Papa Francisco cobra fuerza: urge revisar nuestra relación con los animales, la naturaleza y el entorno que compartimos. Cuidar de la Tierra y a los animales que viven en ella, no es solo un acto ético, sino una responsabilidad común.” agrega Jesica Bon Denis, directora de comunicaciones en Fundación Veg.
La memoria del Papa Francisco deja una huella de compasión, diálogo y respeto hacia toda forma de vida. Su legado invita a construir un mundo más justo y empático, donde el cuidado de la Tierra y de sus habitantes sea un principio fundamental.