En total incongruencia con la protección ambiental, valida un Acuerdo Nacional para la Nueva Economía del Plástico en México tramposo e ineficiente
Semarnat da espaldarazo a la industria plástica
La organización Greenpeace México denuncia el claro conflicto de interés e incongruencia que muestra la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), al felicitar a la industria del plástico por su supuesto compromiso para tomar medidas frente a la emergencia por contaminación plástica que enfrentamos, cuando en realidad, son estas empresas las principales responsables de provocarla.

La autoridad ambiental está elogiando el 5o informe del Acuerdo Nacional para la Nueva Economía del Plástico en México cuando está plagado de trampas.
Para empezar, parte de un diagnóstico equivocado e insuficiente sobre las causas de la contaminación plástica, al centrar el problema únicamente en la gestión inadecuada de los residuos y en la falta de reincorporación a la economía cuando atender la raíz de la crisis implica no solo mejorar la gestión, sino reducir la producción y comercialización de plásticos de un solo uso, previniendo así la generación de residuos desde el origen.
Bajo este enfoque errado, las propuestas del Acuerdo se concentran en el post-consumo, para generar nuevas materias primas mediante reciclaje y buscan maximizar la valorización de residuos mediante los planes de manejo.
Greenpeace México ha señalado reiteradamente que el reciclaje no es suficiente. Asimismo, el Acuerdo impulsa la valorización energética de los residuos, lo cual, como ha aclarado públicamente la misma Fundación Ellen Macarthur, no es economía circular, además de que abrir la puerta a la generación de energía a partir de residuos implica graves impactos ambientales y a la salud.
“Resulta gravísimo que la Semarnat en voz de su titular, Alicia Bárcena, señale este Acuerdo Nacional para la Nueva Economía del Plástico en México como un ejemplo muy exitoso y aplauda este 5º informe presentado por la industria del plástico, cuyas metas son poco ambiciosas y están lejos de ser una solución real a la crisis plástica, advirtió Viridiana Lázaro, campañista de Océanos sin plásticos de Greenpeace México.
Entre los puntos más graves, la organización ambientalista alerta que se habla de “circularidad” del PET cuando ésta no existe. Aunque se utilice PET reciclado, siempre es necesario incorporar material virgen.
El propio informe revela que la materia prima virgen fósil (MPF), proveniente del petróleo, representa un 73.6% del abastecimiento para la producción de envases y empaques. Al mismo tiempo, presume que México, con una tasa de acopio del 63%, lidera el continente americano; sin embargo, sólo el 21.6% de ese material reciclado post-consumo (PCR) se utiliza realmente en la producción de nuevos envases. Esto evidencia el gran desfase entre lo que se acopia y lo que se reincorpora, dejando claro que el reciclaje es una falsa solución.
La Secretaria Alicia Bárcena también asegura que la Ley de Economía Circular, fue consensuada con sociedad civil y el sector privado, cuando hasta ahora no se ha dado a conocer públicamente ni compartido, incluso cuando las organizaciones de la sociedad civil solicitamos información activamente, ésta nunca se nos proporcionó.
“Las iniciativas presentadas en esta materia hasta ahora han demostrado ser dañinas para el ambiente y la salud de las personas, ya que en lugar de prohibir los plásticos de un solo uso, los legitiman como instrumentos que perpetúan la contaminación plástica y contradicen los compromisos internacionales asumidos por el Estado mexicano, sugiriendo falsas soluciones como la valorización energética”, abundó la especialista.
Del mismo modo, el llamado Parque de Economía Circular mencionado por la Secretaria Bárcena debe cancelarse. Como se ha denunciado, responde únicamente a los intereses de la industria y promueve una visión distorsionada de la economía circular. No busca eliminar los plásticos de un solo uso ni frenar su producción masiva; se limita a impulsar formas de gestión nocivas como la incineración, la pirólisis o la valorización prácticas no reducen la generación de residuos y, por el contrario, agravan los impactos sociales, ambientales y sanitarios en comunidades históricamente vulneradas en sus derechos humanos.
La Secretaria Alicia Bárcena menciona que hay otros estados de la República interesados en replicar este parque en sus territorios, lo que hace sonar las alarmas sobre posibles nuevos impactos medioambientales y de salud pública en otras zonas del país.
Hacemos un llamado a la titular de Semarnat a evitar el conflicto de interés y velar por la protección del medio ambiente y la salud de las personas. Es crucial que esta institución promueva una ley de Economía Circular que solucione el problema de raíz y contemple la prohibición de plásticos de un solo uso, la responsabilidad extendida del productor y la implementación de alternativas, como esquemas de reuso y reutilización de envases y contenedores, además de programas que impulsen la venta a granel de alimentos, productos de limpieza e higiene personal.
Esta legislación no puede priorizar la valorización o aprovechamiento de residuos por encima de medidas orientadas a la prevención y reducción en su generación. De igual forma, hacemos un llamado a la cancelación inmediata del Polo de Desarrollo de Economía Circular para el Bienestar, Parque Hidalgo, ya que obedece a la demanda industrial y de manejo de residuos y no a la restauración de las cuencas y de los territorios altamente impactados por la industria y sus prácticas contaminantes (claramente concebidos como territorios sacrificables).