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La artista mexicana combina el modelismo, la escultura y el juguete en vinil en un taller que invita a reconectarse con el arte hecho a mano y con uno mismo

Modelar el alma en barro: Claudia Castro

En un rincón cercano al Metro Nativitas, el olor a barro cocido y pigmentos se mezcla con la energía creativa de un taller donde el tiempo se detiene. Ahí, Claudia Castro, artista, escultora y tallerista, da forma a figuras, vasijas y criaturas que parecen cobrar vida entre sus manos. Acompañada de su pareja, el ilustrador Frank Misterio, ha construido un espacio donde la cerámica se convierte en un medio para crear, aprender y resistir la rutina acelerada.


Modelar el alma en barro: Claudia Castro
Desde su espacio en la Ciudad de México, impulsa clases de cerámica y modelado que buscan frenar la prisa cotidiana con creatividad y paciencia
“Todo lo hacemos desde cero”

Prensa Animal: Claudia, ¿cómo nace este proyecto y en qué consiste el trabajo que realizan en tu taller?

Claudia Castro: Me dedico a la cerámica, al modelismo y a trabajar con distintos materiales. Este taller lo estamos levantando entre mi pareja y yo. Él hace juguetes en vinil y pintura, y yo me concentro en la cerámica. Lo que me gusta es que aquí todo lo hacemos desde cero: desde la construcción manual hasta los esmaltes y acabados finales. Trabajamos materiales sintéticos y también lo más orgánico: el barro, el fuego, el agua. Es un proceso completo y muy satisfactorio.


“Nos conocimos entre esculturas y juguetes”

Prensa Animal: ¿Cómo te iniciaste en este oficio y cómo conociste a tu pareja creativa?

Claudia Castro: Cuando nos conocimos, cada uno ya tenía su camino. Yo estudié en la Escuela de Artesanías y tomé cursos con Alejandra Cermeño. Después trabajé con Héctor Patiño, en el taller “Mano de Chango”, donde aprendí a usar materiales como resinas, látex o silicón. Ahí entendí que el modelismo es un universo infinito.
Luego comencé a trabajar por mi cuenta y conocí a Frank Misterio. Él diseña y yo llevo sus ideas a un plano tridimensional, para moldearlas y producirlas. Así nació esta colaboración: él da vida a los personajes en dibujo, y yo les doy cuerpo en el taller.


“Cada pieza tiene una historia”

Prensa Animal: ¿Qué tipo de piezas realizan?

Claudia Castro: Hacemos desde piezas decorativas hasta utilitarias. Por ejemplo, tengo una figura japonesa llamada hyakume, hecha con la técnica Raku: se saca del horno al rojo vivo y el fuego le da el color final. También elaboramos tazones para ramen, mezcaleros o piezas personalizadas.
Mi pareja pinta sobre cerámica con pigmentos cerámicos, porque la cerámica no se pinta como cualquier material. Todo el proceso —desde el torno hasta el esmaltado— es artesanal. Cada pieza lleva historia, paciencia y mucha emoción.


“Enseñamos sin prisa y con libertad”

Prensa Animal: ¿Cómo puede la gente sumarse a tus talleres?

Claudia Castro: Damos clases los jueves y sábados, con horarios flexibles. Los materiales están incluidos y cada quien avanza a su ritmo. No hay prisa ni presión por terminar algo rápido. La idea es que la creación sea una experiencia personal.
Las personas pueden contactarme por Instagram: @claudia_gcastro, donde pueden ver mis piezas y colaboraciones. El taller está a tres cuadras del Metro Nativitas, y siempre son bienvenidos.


“El arte también es una pausa”

Prensa Animal: ¿Qué te gustaría decirle a quienes aún no se animan a crear?

Claudia Castro: Que se den un momento para sí mismos. Hoy todo es inmediato y productivo, pero el arte te obliga a detenerte. Modelar es estar presente. La cerámica te enseña paciencia, te hace consciente de tus manos y de tu respiración.
Nuestro taller busca eso: un lugar donde la creación sea una pausa y no una carrera. Aquí la gente comparte, aprende y se reencuentra con su creatividad.

Claudia y Frank también participan en el bazar ClanDestino, un espacio dedicado al diseño y al arte pop. Cada edición es una fiesta de color y formas; la próxima será en octubre, con piezas inspiradas en Halloween y Día de Muertos.

Entre pigmentos, barro y fuego, el taller de Claudia Castro recuerda que el arte sigue siendo una forma de resistencia y de encuentro con lo esencial.