Desde el sector privado, Diana Ávalos Morales, de AMIVE, resaltó la relevancia de una política industrial que integre a todos los actores de la cadena de valor
Electromovilidad: clave para la descarbonización
México y América Latina tienen la oportunidad de liderar una transformación estructural del transporte a fin de transitar a una transición energética justa que contemple tanto la descarbonización como la protección de la salud de las personas.

Así lo concluyeron en la mesa “Electromovilidad para la descarbonización del transporte”, que reunió a representantes de gobierno, sector privado y sociedad civil para discutir los retos y oportunidades de la transición hacia un transporte limpio en América Latina convocados por Iniciativa Climática de México y la Embajada de Alemania en México.
La cita se dio en el marco de la próxima COP30, que se realizará en Brasil a partir del lunes 10 de noviembre. La sesión contó con la participación de Diana Guzmán de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales; Candy Ashanti del Instituto de Transporte del Estado de México; Diana Ávalos Morales de la Asociación Mexicana de Impulso a la Movilidad Eléctrica; Bernardo Baranda de ITDP Latinoamérica; y moderada por Andrés Flores de ICM.
Durante su intervención, Diana Guzmán destacó que “el sector transporte ya supera al eléctrico como el mayor emisor de gases de efecto invernadero en México, lo que nos obliga a fortalecer la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica y alinearla con la NDC 3.0 y los nuevos compromisos climáticos del país”. Agregó que “el transporte público es nuestra prioridad, por su capacidad para reducir emisiones y mejorar la calidad de vida urbana”.
Por su parte, Candy Ashanti subrayó la importancia de la coordinación entre los distintos niveles de gobierno: “La COP es una oportunidad para que las necesidades de los gobiernos subnacionales se reflejen en las metas nacionales. Necesitamos mecanismos vinculantes y financiamiento claro para implementar proyectos que beneficien directamente a la población”.
Desde el sector privado, Diana Ávalos Morales, de AMIVE, resaltó la relevancia de una política industrial que integre a todos los actores de la cadena de valor: “La movilidad eléctrica no debe verse solo como un tema ambiental, sino como una oportunidad de desarrollo económico y social. México puede y debe subirse al tren de la electromovilidad como productor y líder regional”.
Asimismo, Bernardo Baranda (ITDP) enfatizó la necesidad de aprender de experiencias exitosas en la región y fortalecer la voluntad política para acelerar la transición hacia la movilidad sustentable: “La electromovilidad es una herramienta poderosa para reducir emisiones, pero también para construir ciudades más justas y eficientes”.
Finalmente, Andrés Flores, de Iniciativa Climática de México, reiteró el compromiso de la organización para seguir impulsando el diálogo entre sectores y países: “Desde ICM seguiremos promoviendo políticas, financiamiento e innovación tecnológica que hagan de la electromovilidad una realidad incluyente y sostenible”.
