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Noviembre es el mes del Cuidador Compasivo

Cinco pasos para entender el cuidado compasivo

Durante muchos años hablamos de “tenencia responsable” para referirnos a la forma en que las personas debían cuidar a sus animales de compañía. Gracias a la ciencia entendimos que los animales no se “poseen”, no son cosas que se tienen, sino seres vivos que merecen respeto y bienestar. Así surgió el concepto de “tutela responsable”, que reconocía que los animales dependen de nosotros y que tenemos el deber de protegerlos y procurarles una vida digna.

Cinco pasos para entender el cuidado compasivo
Ser un tutor compasivo no significa hacerlo todo perfecto, sino estar dispuestos a mejorar, informarnos y entender que cada pequeño cambio puede marcar una gran diferencia en su vida.

Actualmente, no todas las personas tienen las mismas oportunidades, conocimientos o recursos, pero muchas comparten algo en común: el deseo sincero de que sus animales estén bien. Por eso, más que señalar o juzgar, queremos acompañar y motivar a cada persona a aprender, a mejorar y a cuidar dentro de sus posibilidades.

A este nuevo enfoque lo llamamos Cuidado Compasivo. Se trata de mirar a los animales —y también a las personas— con empatía. De reconocer que el bienestar se construye poco a poco, con información, apoyo y comunidad. De entender que cuidar con compasión no significa hacerlo perfecto, sino hacerlo con amor, respeto y la voluntad de aprender siempre.

Noviembre es el mes del Cuidador Compasivo, en el marco de esta conmemoración, la Dra. Claudia Edwards, directora de programas de Humane World for Animals México, nos explica que el bienestar animal se puede entender a través de los cinco dominios enlistados a continuación. Este modelo ofrece una forma sencilla de entender lo que nuestros animales necesitan para vivir plenamente:

  1. NUTRICIÓN: Alimentarlos no solo es darles de comer, sino ofrecer una dieta balanceada y adecuada para la edad, tamaño y salud del animal. Debemos asegurarnos que tengan acceso a agua fresca y limpia. Se debe mantener un peso saludable.
  • AMBIENTE: Ofrecerles un lugar seguro, limpio y cómodo para descansar protegiéndolos de las condiciones climáticas. Deben tener espacio suficiente para que puedan moverse libremente.
  • SALUD: Mantenerlos al día con sus vacunas, desparasitaciones y visitas al veterinario para prevenir enfermedades. Estar atento a señales de dolor o malestar y buscar atención médica adecuada cuando sea necesario.
  • COMPORTAMIENTO: Cada especie tiene formas naturales de actuar: los perros necesitan pasear, oler, jugar y socializar, mientras que los gatos requieren trepar, esconderse y explorar. Proporcionarles juguetes y brindarles un enriquecimiento ambiental fomentará su comportamiento natural. Permitirles hacerlo es parte de su bienestar.
  • ESTADO EMOCIONAL: Evitar situaciones estresantes para los animales, como ruidos fuertes o experiencias traumáticas. Proporcionar un ambiente seguro donde se sientan protegidos y tranquilos. Un animal feliz, relajado y confiado vive una vida con bienestar.

Ser un tutor compasivo no significa hacerlo todo perfecto, sino estar dispuestos a mejorar, informarnos y entender que cada pequeño cambio puede marcar una gran diferencia en su vida.

Cuidar bien es una forma de respeto, pero también es una oportunidad de construir relaciones más empáticas y conscientes con los animales que nos acompañan. Porque cuando ellos están bien, nosotros también lo estamos física y emocionalmente.

Una sociedad verdaderamente justa con los animales no se mide por cuántos cumplimos reglas, sino por cuánto aprendemos a cuidar desde el corazón.