Una vez más, el trabajo interinstitucional y en equipo permitirá reubicar y liberar a los ejemplares en su hábitat natural
Acciones para salvaguardar aves aseguradas en la CDMX
Entre las más de 900 aves que se aseguraron a solicitud de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC), hay pericos, loros, tucanetas, pinzones, charas, agapornis, clarín tigrillos, cuitlacoche, centzontle, dominicos, calandrias, urracas, cardenales y gorriones.
De ellas, 509 se trasladaron a los zoológicos de “Los Coyotes” (62) y de “Chapultepec” (128), y al PIMVS “Eduvivarium” (54), éstos con sede en la Ciudad de México; a la UMA “Nanciyaga” (113), en Catemaco Veracruz y al PIMVS “Reino Animal” (152), en Otumba, Estado de México para su rehabilitarlas y atenderlas adecuadamente, conforme a su especie y etapa de desarrollo.
La Brigada de Vigilancia Animal (BVA) de la SSC y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), con el apoyo de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM), distribuyeron en las instalaciones de BVA a los ejemplares por especie, en espacios y jaulas apropiados para su atención diaria para lograr su contención en salud y alimentación.
Se continúa además con la estabilización de 288 aves que aún se encuentran en las instalaciones de la BVA, en la que participan, personal y especialistas de dichas instituciones y asociación, así como estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México y de la Universidad Autónoma Metropolitana, campus Xochimilco.
Desde el día de su aseguramiento, los ejemplares se
hidratan y alimentan diariamente, de acuerdo con la dieta que requieren, y
reciben atención especializada de personal médico veterinario, que aplica los
tratamientos que requieren y cuando es necesario, toma muestras médicas para
determinar las causas de algunos de sus padecimientos. Todos los días se
limpian las jaulas y el espacio físico que ocupan.
Las acciones anteriores, se encaminan a que la recuperación de cada uno de los ejemplares sea en un tiempo breve y se tenga la posibilidad de garantizar su reincorporación a su hábitat natural en la mayoría de los casos.
De manera coordinada, la PROFEPA y la Dirección General de Vida Silvestre de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que se hará cargo a partir del lunes 29 de este mes, de 150 ejemplares, de los 288 que aún permanecen en la BVA, están localizando y determinando los Predios o Instalaciones que Manejan Vida Silvestre y Unidades de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre, más adecuados para el resto de ejemplares, con base en la distribución natural de las especies a las que pertenecen.
Es importante señalar que la idea primaria es reintegrar a su hábitat, al total de ejemplares una vez que haya pasado el periodo de cuarentena y se encuentren sanos. Si bien su evolución es favorable, su pronóstico continúa siendo reservado. Las bajas que lamentablemente se han presentado, se debieron a sus condiciones de debilidad iniciales que impidieron su recuperación, a pesar de haber recibido la atención y cuidado adecuados.
Específicamente, se continúa el tratamiento con antibiótico y nebulización, dos veces al día, de 22 ejemplares de psitácidos que tienen problemas respiratorios. A los polluelos, se les suministra con jeringa, y en algunos casos con sonda, papilla que se calienta a “baño maría”. A todos los ejemplares se aplican acciones de medicina preventiva y las urracas se han desparasitado.
Fue recibida una comitiva de la Comisión México-Estados Unidos para la Prevención de la Fiebre Aftosa y otras Enfermedades Exóticas de los Animales, quienes tomaron muestras a las aves a fin de detectar oportunamente, influenza aviar en la totalidad de los hisopados y, adicionalmente, la enfermedad de Newcastle en psitácidos.
La Fiscalía General de la Ciudad de México, ha solicitado un dictamen técnico de los 509 ejemplares que fueron canalizados a diferentes sitios, para con base en él identificarlos plenamente, caracterizarlos en cuanto a sus condiciones físicas como estado de salud, y verificar el marcaje de cada uno de ellos, para poder establecer con claridad si puede considerarse que han sido objeto de tráfico de fauna silvestre.
Las autoridades ambientales y demás organizaciones e instituciones participantes reiteran su compromiso en el cuidado de la fauna silvestre y procurarán que el trato digno y respetuoso de todos y cada uno de estos ejemplares sea garantizado.