No necesitamos ver a un reptil en envases plásticos (o de cristal) donde apenas caben ellos, como sucede en los eventos de Animalia
Activistas por los animales lanzan petición en change.org para que las autoridades ambientales prohíban venta de animales exóticos en Expo Animalia
Activistas por los derechos animales lanzaron una petición en la plataforma Change.Org dirigida a las y los compradores y vendedores de animales exóticos, a las autoridades de la SEDEMA, la SEMARNAT, la PROFEPA y la CONABIO, a otras autoridades pertinentes, para que en el evento denominado Animalia, se prohíba la venta de animales exóticos.
Organizaciones como Proyecto Gran Simio, Brigada Animal México Brigada Animal México;DxE México – Acción Directa en Todas Partes; Anonymous for the Voiceless – México;Animalxs Todxs – Colaborativa Antiespecista; PLAN Por la Liberación Animal; Pro Fauna Silvestre Animalis; Lic. Paulina Bermudez Landa, Presidente de Proyecto Gran Simio México A.C.; Mtra. Paola Sotomayor Ibarra, Académica y activista, colaboradora en Brigada Animal México y Animalxs Todxs – Colaborativa Antiespecista;Biol. Rocío Vanessa Moreno Rodríguez; Lic. Olivia Lagunas, Actriz, Colaboradora y activista en Anonymous for the voiceless CDMX, lanzan la petición y afirman que ante los intereses comunes por la conservación de las especies y la mejora constante de la regulación, pedagogía y tenencia de animales exóticos, solicitan atentamente a las autoridades pertinentes, como la SEDEMA, la SEMARNAT, la PROFEPA y la CONABIO, que:
- inspeccionen y regulen los ejercicios inusuales que ocurren en eventos como Animalia como ejercicio de vigilancia para la justa aplicación práctica del Capítulo V y VI de la Ley General de Vida Silvestre; que
- incursionen en mesas de diálogo sobre derechos animales y especismo, que encaminen a nuevas propuestas que;
- reformen la ley actual en beneficio de la biodiversidad y el trato ético hacia todas las especies animales.
E invitan a la sociedad en general a reflexionar sobre este tema y a posicionarse en contra de los abusos y la violencia que día tras día sufren los animales exóticos y no exóticos bajo una visión que los cosifica y busca lucrar con sus vidas.
Dicha Expo se realiza año con año en el Centro de Convenciones Tlaltelolco, y se exhiben y venden especies exóticas “legales”, por lo que los activistas afirman en su petición que de acuerdo con la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (UICN), México es un país megadiverso, no obstante, éste ocupa uno de los primeros lugares en número de especies animales bajo amenaza.
Por esta razón, la SEMARNAT diseñó herramientas como las UMAs (Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre) o PIMVS (personas físicas o morales responsables o propietarios de recintos donde se maneja vida silvestre fuera de su hábitat natural); estrategias creadas para apoyar proyectos de “aprovechamiento sustentable” de flora y fauna.
Este tipo de estrategias ha resultado problemático ya que, desde la definición y el uso del término “aprovechamiento”, se está dando por sentado que los animales, para estos programas, son “recursos” para uso y explotación, basándose así en una lógica que superpone los intereses humanos frente a los intereses de otras especies (este tipo de discriminación se denomina especismo), lo que ha hecho que distintos comerciantes se aprovechen de estas herramientas que fueron creadas para la conservación de las especies.
Desde la creación de estas herramientas, en la década de los noventa, hasta 2018 sigue registrándose una pérdida acelerada de biodiversidad mexicana, lo que hace pensar que estas herramientas no son lo suficientemente eficaces tal como hoy en día se están desarrollando y no están deteniendo el problema tras treinta años de aplicación.
Por otro lado, no existen registros ni estudios detallados sobre un impacto positivo del mascotismo de especies exóticas que promueven muchas UMAs y PIMVs, sobre la conservación de especies animales.
Es pertinente reconocer que, aunque estas actividades sean legales, también normalizan y legitiman la visión de cosificar a los animales, lo que mantiene y reproduce las relaciones de poder de humanos sobre los animales, lo que promueve indirectamente el comercio ilegal de éstos al posicionarlos como productos de consumo.
Ningún centro de reproducción ex situ para el mascotismo y pocos en el universo de zoológicos, acuarios y criaderos han tenido un efecto positivo en la conservación de la diversidad biológica de México.
Por el contrario, se tiene pleno conocimiento de los daños potenciales que fomenta el mascotismo de estos animales, tanto en términos ecológicos como de salubridad.
Se podrían ver más resultados si las especies que están en programas de conservación son reintroducidas a sus áreas originales y contribuyen a la restauración de los ecosistemas, a la par de programas educativos que se extiendan a todos los centros de reproducción abiertos al público con programas dirigidos a generar un cambio de actitud en la población.
Un ejemplo de actividad de venta de fauna silvestre, que se escuda en el discurso de la conservación, es Animalia de la Organización de Eventos de Fauna y Flora Exótica (OEFFEX).
Durante los eventos de esta empresa se exhiben y venden animales que se mantienen en contacto constante con los asistentes, lo que resulta en una práctica estresante y sin higiene para los mismos.
Entre los animales que ofertan se encuentran un extenso número de especies pertenecientes a grupos como arácnidos, peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos que, debido a su naturaleza silvestre, no deberían de convivir con humanos, en primer lugar y, en muchos casos, tampoco entre ellas.
El mascotismo de animales exóticos, mediante la venta de estos, no debe ser legal para el público general, debido a que no persigue los legítimos intereses del animal (como sí se podría entender en el caso de la relación-interacción mutualista entre humanos y perros, por ejemplo).
Sabemos que los animales llamados domésticos (perros, gatos y aves) sufren violencia incluso en sus propios hogares (golpes, encierros, hambre, reproducción forzada, nula atención médica, etcétera) por lo tanto, es válido cuestionar el trato que recibirán las especies exóticas de las que el público general conoce menos y que en muchos casos percibe con miedo o como objetos trofeo.
Los animales silvestres, aún aquellos que han nacido en cautiverio, no tienen interés en servir como compañía o artilugio, sin importar que puedan sobrevivir en condiciones creadas y que buscan ser higiénicas como cajas, botes, tuppers, peceras, vitrinas, jaulas, etcétera. Los animales, de cualquier especie, tienen sus propios instintos, intereses y sentimientos respecto a vivir en un ambiente apropiado a su naturaleza y para mantener la continuidad de su progenie.
De acuerdo con la empresa OEFFEX y otros comerciantes de animales exóticos, ellos sólo venden animales completamente legales y en buen estado de salud; sin embargo existen casos de compradores que han señalado lo contrario y surge necesariamente la pregunta: ¿algo es correcto sólo porque es legal?, ¿la legalidad está considerando el desarrollo y vida adecuada de los animales?
Aun cuando las investigaciones científicas muestran que la “tenencia” de éstos no es sino en perjurio de la biodiversidad y de los legítimos intereses de los animales no humanos.
Resulta importante notar que, aunque OEFFEX y otros comerciantes de animales exóticos puedan señalar que sus prácticas intentan enseñar sobre manejo de fauna, no dejan de ser empresarios que lucran con la vida de los animales, al contrario de las organizaciones y los profesionistas multidisciplinarios, que se han encargado de señalar la ausencia de ética, higiene o pedagogía adecuada en los eventos como Animalia, por ejemplo.
En este sentido, las preguntas obvias son: ¿un taller de algunas horas puede educar adecuadamente a una persona común para saber cómo tratar a un animal exótico? Los especialistas estudian años para eso, ¿cómo pensar que un niño o sus padres aprenderán suficiente en unas horas y luego serán responsables de la vida de estos animales?, ¿es ético o ayuda a la conservación de especies vender y enjaular animales para el entretenimiento familiar?
Es vital señalar que el aprendizaje de centenares de niños y familias no debe estar mediado por prácticas violentas, como lo es el cautiverio comercial de animales.
La pedagogía ha desarrollado muchas estrategias visuales y epistémicas desde hace más de cincuenta años, para promover el aprendizaje a distancia; es decir, no es necesario estar en la guerra para conocer de ésta, podemos aprender al respecto en documentales, libros ilustrados y otros productos de aprendizaje, por ejemplo.
Asimismo, no necesitamos ver a un reptil en envases plásticos (o de cristal) donde apenas caben ellos, como sucede en los eventos de Animalia, para saber que ellos existen, que son diferentes a los humanos y que quieren vivir: razones fundamentales para entender que ellos merecen sus vidas en libertad y con respeto.
Por todo lo anterior, la tenencia de fauna exótica, entendida como objetos o productos de consumo humano, bajo una mirada que objetiza a los animales y los ve como bienes suntuarios, superficiales y prescindibles, no es benéfica ni para los individuos animales, ni para la biodiversidad.
El aprecio, respeto y admiración por la fauna debe ser promovida por la permanencia de ésta en los hábitats que les dieron origen. Si realmente queremos apoyar su conservación, una forma efectiva es la de promover proyectos de conservación in situ, no extractivos y/o de manejo en vida libre que no signifiquen una práctica invasiva y poco ética hacia los animales, que son seres sintientes y conscientes.
Promovamos y entendamos que podemos y debemos cambiar la forma en la que nos relacionamos con la vida animal, dado que los animales son seres sintientes y, como humanos, nos corresponde relacionarnos con ellos de modo consciente.
Finalmente, consideramos que las prácticas de OEFFEX y otras empresas e individuos que comercian con animales exóticos, deben detenerse ante la inminente reproducción de violencia derivada del lucro de animales y el daño a la biodiversidad.
Asimismo, exigimos el cese de agresiones y difamaciones contra académicos, investigadores y activistas que han señalado el inadecuado manejo de los animales en el evento ANIMALIA y que se han manifestado contra las prácticas de OEFFEX.