Voces de organizaciones de Argentina, Brasil, Colombia, México y Estados Unidos llaman a la prohibición total del fracking en la región
¡América Latina libre de fracking!: llaman organizaciones
Integrantes de la Alianza Latinoamericana Frente al Fracking (ALFF) señalaron la urgente necesidad de evitar que la región se siga convirtiendo en zona de sacrificio en aras de promover la extracción de gas y petróleo. “Vemos que la situación de los territorios en donde se implementa la técnica del fracking es la misma, los Estados priorizan el desarrollo económico por encima de la vida y los derechos humanos de la población local y del ambiente.
El consumo y contaminación del agua es inmensa”, refirió Santiago Cané, secretario técnico de la ALFF.

El fracking se ha realizado intensivamente en países como Argentina, donde la población ya vive los impactos de esta práctica. “Desde 2012 en el país se presentó a Vaca Muerta como una promesa de desarrollo social y económico. Hasta el momento nada de esto se ha cumplido. Por el contrario, el avance del fracking en Vaca Muerta ha generado centenares de sismos en lugares en donde jamás se habían registrado, afectando negativamente la vida de las comunidades, consumiendo millones de litros de agua y generando toneladas de residuos contaminantes que aún no encuentran solución para ser tratados. Lo que sucede en Vaca Muerta es un claro ejemplo de lo que no debería replicarse en ningún lugar del mundo”, señaló Matías Cena Trebucq, de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) de Argentina.
En Estados Unidos, el fracking ha desatado una crisis ambiental y de salud pública, Miguel Escoto, de la organización Oilfield Witness, indicó que “en Texas estamos viviendo los impactos de esta técnica, el fracking nos daña la salud, nos está dando cáncer, está contaminando nuestras fuentes de agua y dejando residuos radiactivos en nuestras comunidades. México debe aprender de esta amarga experiencia y no cometer el error de realizar fracking en su territorio”.
Por su parte, Juliana Mendoza Ramírez, de la Alianza Colombia Libre de Fracking, refirió: “La delegación de Colombia exige con urgencia al gobierno y Congreso de nuestro país la prohibición del fracking y la explotación de yacimientos no convencionales (YNC) por los profundos impactos ambientales, climáticos y en materia de salud que hemos denunciado por años, y comprobamos con la experiencia de México y Argentina. Aunado a ello, la situación de derechos humanos de quienes se oponen al fracking es crítica en Colombia, profundizando los impactos de esta técnica. Hacemos un llamado a la región Latinoamericana para que nos unamos en este propósito y logremos dejar de ser territorio de sacrificio de la política energética mundial.”
Bianca Dieile da Silva, de la Fundación Oswaldo Cruz del Ministerio de Salud de Brasil, destacó los logros de la movilización social en su país, que han llevado a la prohibición del fracking en dos estados brasileños, Paraná y Santa Catarina, aunque alertó sobre los intentos del gobierno de reactivar esta práctica mediante proyectos piloto. “Es posible frenar y prohibir el fracking, y debemos hacerlo rápido para lograr una transición justa. Invito a todos los sectores a que nos unamos en esta lucha para prohibir el fracking en todos los sitios para siempre”, enfatizó.
En México, la contaminación de la industria petrolera ha dejado un legado de contaminación en agua y suelos de comunidades indígenas, como en las zonas de Poza Rica y Papantla, Veracruz, donde pueblos originarios del Totonacapan se han visto afectados por los continuos derrames de hidrocarburos que han dañado fuentes de agua, cultivos y afectado la cultura y formas de vida de las comunidades. Romualdo García de Luna, de la comunidad de Ojital Viejo, denunció la continua contaminación de cultivos y del agua a raíz de las actividades petroleras. “La ineficiencia de parte del gobierno estatal y federal para atender el problema de la contaminación en las diferentes comunidades del Totonacapan, afectadas por derrames de hidrocarburos, es una constante, un atentado continuo a nuestra dignidad como pueblos originarios. Para nosotros, la naturaleza tiene su espíritu, su energía, al igual que los animales, la extracción petrolera está dañando continuamente nuestra vida y la de nuestros animales, cultivos y de nuestro pueblo”.
Pese al compromiso presidencial del sexenio pasado de no permitir el fracking en México, se han detectado 7,879 pozos fracturados. Asimismo, este año el Presupuesto de Egresos de la Federación destinó más de 12 mil millones de pesos a cuatro proyectos que implican el uso de fracking para la extracción de hidrocarburos. Ramón García, del Centro de Derechos Humanos Bety Cariño y de la Alianza Mexicana Contra el Fracking, alertó: “La Presidenta Claudia Sheinbaum tiene en sus manos la oportunidad de prohibir esta técnica y cumplir su compromiso de campaña, que se ha venido diluyendo a lo largo de los meses. Ella tiene la formación académica, el liderazgo necesario y un puebloque la respalda para asumir y liderar la lucha anti fracking y la lucha climática en la región”.
Desde la Alianza Latinoamericana Frente al Fracking reiteramos la necesaria defensa de los territorios, el agua y la vida. Exigimos a los gobiernos la prohibición total del fracking y una postura firme y soluciones reales ante la crisis climática. ¡Ni un pozo más! ¡Por una Latinoamérica libre de fracking!
La ALFF, fundada en 2014 como una respuesta coordinada a la expansión del fracking en la región, está conformada por personas, instituciones, colectivos y organizaciones de la sociedad civil de varios países latinoamericanos. Su objetivo principal es la defensa de los bienes comunes y la resistencia a la extracción de combustibles fósiles mediante técnicas de fracturación hidráulica.