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El activista ambiental, Octavio López, advierte sobre la crisis de biodiversidad en la capital, donde especies emblemáticas como el teporingo y la mariposa monarca están en riesgo por la urbanización y la falta de vegetación nativa

“CDMX tiene esperanza si apuesta por plantas nativas»

En entrevista con Prensa Animal, Octavio López, director de la organización Nación Verde, habló sobre la labor que realizan en materia de restauración ecológica y reforestación en distintos puntos del país, así como sobre la urgencia de atender la crisis de biodiversidad que atraviesa la Ciudad de México.

“CDMX tiene esperanza si apuesta por plantas nativas"
Nación Verde propone soluciones basadas en restauración ecológica y reforestación con plantas originarias

“Nosotros nos dedicamos a la reforestación a gran escala y a la conservación. Hasta ahora llevamos casi cuatro millones de árboles plantados en estados como Michoacán, Querétaro, Baja California y en zonas del Estado de México donde habita el teporingo”, explicó.

La biodiversidad bajo presión

López destacó que la pérdida de especies avanza a un ritmo alarmante: “Cada día desaparecen en promedio 150 especies en el mundo. En el caso de la Ciudad de México, la expansión urbana implica que cada año se pierdan alrededor de mil hectáreas de bosque o áreas verdes. Esto impacta directamente a especies endémicas como el teporingo, que hoy enfrenta amenazas por incendios y cambios de uso de suelo”.

Uno de los problemas más graves, agregó, es la introducción de plantas no nativas, como los eucaliptos: “Estos árboles liberan toxinas que impiden el crecimiento de otras especies. En cambio, las plantas nativas alimentan y protegen a insectos, aves y mamíferos. Un ejemplo claro es la mariposa monarca: depende de la asclepia o algodoncillo para sobrevivir. Sin ella, pierde su toxicidad natural, se convierte en presa fácil para los depredadores y corre el riesgo de extinguirse en 2050”.

Reforestación con sentido

El activista subrayó que no se trata de sembrar por sembrar, sino de restaurar los ecosistemas con especies propias de cada región: “Lo que debemos hacer es observar el sitio relicto, es decir, cómo era esa zona hace 100 o 200 años, y replicar esa vegetación. Solo así logramos conservación real”.

En la Magdalena Contreras, por ejemplo, Nación Verde no solo planta árboles nativos, también realiza manejo de fuego, construcción de brechas cortafuego y cercados para proteger el bosque.

La Ciudad como esponja

López insistió en que la Ciudad de México requiere un cambio de paradigma en su infraestructura: “Hoy luchamos contra el agua cuando deberíamos usarla a nuestro favor. Si la ciudad funcionara como una esponja, con infraestructura verde y plantas nativas, las lluvias se infiltrarían en el suelo, alimentarían los mantos acuíferos y reducirían las inundaciones. No se trata de gastar más, sino de aprovechar lo que ya tenemos”.

Apertura y propuestas

Nación Verde ha encontrado apertura en instituciones como Conagua y en gobiernos locales de Colima, Baja California y Querétaro, donde ya desarrollan proyectos demostrativos. También han recibido interés de empresas que buscan adoptar camellones o apoyar en reforestaciones.

Además de su labor en campo, ofrecen cursos gratuitos para enseñar a la ciudadanía a reconocer y utilizar plantas nativas: “La gente no conoce estas especies, y si no conoces, es como si no existieran. Por eso damos capacitaciones y difundimos información en nuestras redes”, señaló López.

Un llamado a la acción

El director de Nación Verde lanzó un mensaje final: “Si cada persona plantara al menos un árbol al año, podríamos llegar a 120 millones de árboles en México. La Ciudad de México aún tiene esperanza, pero necesitamos cambiar nuestra relación con el entorno”.

https://youtu.be/7B_PNWPCoZQ

Quienes deseen conocer más sobre su labor pueden visitar www.nacionverde.org o seguirlos en redes sociales como Nación Verde en Facebook, Instagram y TikTok.