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Saludable y con sabor agradable, así es el refresco creado por seis estudiantes y su coordinadora que rompieron esquemas tradicionales

“Cilantro Cool”: innovación de estudiantes de UVM

Un grupo de jóvenes estudiantes de la Universida del Valle de México (UVM), Campus Veracruz, sorprendió a la comunidad académica y al público en general con el desarrollo de Cilantro Cool, un refresco orgánico hecho a base de cilantro, y concebido como una alternativa saludable a las bebidas gasificadas.

“Cilantro Cool”: innovación de estudiantes de UVM
La nueva soda viene alineada con la búsqueda de alternativas naturales para el consumo humano

La bebida fue creada en el marco del Día UVM, una jornada estudiantil dedicada a promover proyectos innovadores con impacto social, ambiental y en la salud. Lo que inicialmente nació como una propuesta académica para cumplir con los requerimientos de una clase, rápidamente escaló por su inusual pero agradable sabor, sus propiedades benéficas y la aclamación entre los que tuvieron el privilegio de probarlo.

Un equipo comprometido con la innovación y la salud

El equipo creador está conformado por seis estudiantes de Ingeniería en Biotecnología y la Licenciatura en Químico Farmacéutico Biotecnólogo bajo la batuta de Neferthary Edith Gallegos Palacios, una estudiante que fungió como el cerebro que impulsó al grupo donde brilló el talento de Valeria Hernández Ramos, Edwin Nataniel Sosa Almendra, Arath Manuel Cacho Alvarado, Ares Aryok Antonio Hernández y José Manuel García Contreras.

La unión de conocimientos entre ambas ingenierías permitió a los jóvenes experimentar con diversos ingredientes, procesos y métodos de conservación para lograr estabilizar una fórmula efectiva que derivó en una deliciosa sorpresa.

“Queríamos hacer algo que realmente ayudara a la gente”, comentó Ares. “Sabemos que el consumo de bebidas carbonatadas puede estar relacionado con padecimientos como la obesidad y la diabetes en México, por lo que pensamos ¿por qué no crear un refresco que además de gustar al paladar del consumidor, aporte beneficios a la salud,“ agregó.

De Omealca Veracruz al laboratorio: trascender las tradiciones locales

La idea del cilantro como ingrediente principal surgió de una tradición muy veracruzana. Nefertari y Valeria son originarias del municipio de Omealca, una región donde es común el consumo de agua de cilantro como bebida refrescante. Inspiradas por esta costumbre, decidieron convertir esa bebida en un refresco gasificado, utilizando infusiones naturales de cítricos como limón, naranja y el cilantro como protagonista.

“El cilantro tiene un perfil de sabor muy fresco y ligeramente cítrico, que armoniza muy bien con otros sabores ácidos. Lo combinamos con infusiones de cáscaras de frutas y con esto también aprovechamos ingredientes de manera sustentable, que usualmente terminan desechados”, explicó la estudiante de UVM Veracruz Valeria Hernández.

Una bebida saludable, ¡que sabe rico!

Cilantro Cool es el nombre con el que los estudiantes del campus Veracruz de la UVM bautizaron a su creación y se distingue por no contener azúcar añadida ni conservadores. En su lugar, utiliza estevia, un edulcorante natural que, en las proporciones empleadas, no aporta calorías significativas (Organización Mundial de la Salud (2008), Evaluación conjunta FAO/OMS de aditivos alimentarios, Esteviol glucósidos). Un edulcorante de estevia comercial típico (que contiene agentes de carga) puede aportar entre 0 y 2 calorías por porción (o sobre), lo cual es significativamente menos que el azúcar (aproximadamente 16 calorías por cucharadita).

Además de ser refrescante, esta bebida contiene vitamina K y vitamina C, gracias a los ingredientes naturales empleados, lo que puede contribuir al fortalecimiento de huesos y apoyar en procesos como la coagulación sanguínea.

Proceso artesanal con visión industrial

Actualmente, el proceso de producción de Cilantro Cool es artesanal y toma de 2 a 4 horas para elaborar entre 2 y 4 litros de producto. Escalar su fabricación es un desafío interesante y los estudiantes ya identificaron áreas de mejora, especialmente en el control del gas y en la duración del sabor. Comprobaron que el refresco mantiene el gas por al menos seis días refrigerado y conserva su sabor  sin necesidad de conservadores artificiales.

Para garantizar estabilidad y aceptación, los estudiantes trabajan ya en evaluaciones sensoriales más rigurosas, orientadas por la Dra. Carolina Trujillo, coordinadora del programa de Salud de UVM Veracruz y que además posee un posgrado en Ciencias de los Alimentos, quien acompañó a los estudiantes en el desarrollo del proyecto de principio a fin.

La siguiente etapa: incubadora de empresas y validación de mercado

Gracias al entusiasmo que despertó Cilantro Cool, los estudiantes planean llevar el proyecto a la incubadora de empresas de UVM, que podría facilitar acceso a laboratorios, recursos logísticos y asesoría empresarial. La Dra. Trujillo dio a conocer que están trabajando en pruebas de consumo y encuestas para reunir datos estadísticos que avalen la aceptación y beneficios del refresco.

“Queremos que no solo sea una bebida saludable, sino que también guste y la gente la considere como una alternativa real. Que acompañen sus comidas con Cilantro Cool con la tranquilidad de que no repercutirá en sus organismos a largo plazo porque el azúcar y los conservadores artificiales no existen en nuestro producto”, comentaron los estudiantes.

Un producto digno de consumirse con frecuencia

“Cilantro Cool”: innovación de estudiantes de UVM
La idea del cilantro como ingrediente principal surgió de una tradición muy veracruzana

Aún sin un precio definido, los alumnos estiman que el costo final será competitivo con las opciones en el mercado, incluso más accesible si se produce a mayor escala. “Hemos escuchado a personas decir que pagarían hasta 25 pesos por una botellita de 100 mililitros. Queremos que sea un producto que sea digno de comprarse por los tres pilares que cubre: salud, sabor y precio”, expresaron.

Este refresco es una muestra de que la creatividad de los jóvenes químicos e ingeniero que se materializa en productos sostenibles, saludables y culturalmente significativos. Un orgullo tanto para la UVM como para Veracruz, un estado cuya juventud demuestra que sabe innovar para progresar.