El concepto creado por la Ministra de "eutanasia ética" no es más que un eufemismo
Colombia crea un mito para sacrificar hipopótamos
La eutanasia aplicada a animales no existe, la «eutanasia ética» aplicada a animales es un engaño o mito creado por la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Susana Muhamad, para sacrificar a decenas de hipopótamos e intentar librar las consecuencias políticas y sociales.
El Presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM), Ernesto Zazueta, indicó que ningún animal en el mundo ha tomado la decisión voluntaria, libre e informada de terminar con su vida, por lo que no se puede hablar de eutanasia aplicada a animales porque simple y sencillamente no existen las condiciones de voluntad y elección.
«La verdad es que el concepto creado por la Ministra de «eutanasia ética» no es más que un eufemismo, un mito para suavizar ante la opinión pública el asesinato de estos animales que evidentemente no pueden dar su consentimiento para que les quiten la vida. ¿Este asesinato sería legal? ¿Sí, porque se trata de una especie que ha sido declarada como invasora por las afectaciones que está causando al ecosistema y los riesgos que está implicando para la población, pero tiene algo de ético? No, en primer lugar, porque los animales no están sufriendo, agonizando ni están padeciendo ninguna condición que permita argumentar compasión para ser sacrificados».
«Y, en segundo término, porque muchos especialistas hemos diseñado una alternativa que ya está lista y que no le costará un peso al gobierno colombiano ni a su gente para ser translocados. Lamentablemente por temas políticos, grillas o rivalidades, que no alcanzamos a entender, prefieren matarlos que aceptar la ayuda y darles una segunda oportunidad de vida a estos animales que pronto podrían estar en riesgo de extinción en su lugar de origen», reprochó.
Zazueta recordó que desde enero el gobierno de Antioquia les solicitó ayuda para la extracción y translocación de decenas de ejemplares para contener su acelerada reproducción. E indicó que precisamente llevan 10 meses trabajando en todos los requisitos y logística para poder traer 10 hipopótamos a México y trasladar 60 al Santuario en la India, de los al menos 169 que hoy habitan en el Río Magdalena, sin conseguir la autorización de las autoridades colombianas. «Lo he dicho y lo repetiré hasta ver otra realidad en mi país y en el mundo, nuestra relación con la naturaleza debe dejar de ser política ni los animales ni los recursos naturales pueden ser utilizados como botín político o como un arma para golpear o luchar contra otros humanos. Por razones políticas se deforesta, se introducen especies invasoras, se invaden áreas naturales protegidas, se permite la pesca ilegal, etc. Por razones políticas se ha hecho un daño irreversible a nuestro planeta, y sería muy, muy lamentable que ahora por razones políticas la Ministra de Ambiente opte por sacrificar hipopótamos sanos que no tienen ninguna culpa de estar ahí, en lugar de aceptar de manera sensata la colaboración de especialistas en el tema y atajar el problema sin acabar con su vida».
En tanto, el también Presidente de Ostok Sanctuary señaló que la esterilización tampoco es una alternativa que realmente vaya a frenar la masiva reproducción de los hipopótamos en Colombia.
«Los hipopótamos son animales que por su anatomía son muy sensibles a la anestesia, y el proceso de esterilización requiere su tiempo, tiempo que los hipopótamos podrían no resistir anestesiados. Además, no cuentan con instalaciones necesarias y adecuadas para poder estar extrayendo uno a uno a los hipopótamos que se encuentran repartidos en diferentes cuerpos de agua para realizarles la esterilización. Y, seamos honestos, los tiempos simplemente no dan. De aquí a que esterilicen 10 o 20 animales ya nacieron otros tantos y la problemática seguirá y seguirá avanzando.
Nosotros estamos listos para traer al 35 por ciento de los hipopótamos, cantidad que sí contribuiría de manera inmediata y significativa a mesurar su acelerada reproducción», concluyó.