Durante la temporada del llamado “Guadalupe-Reyes” se alteran nuestros hábitos porque se reduce en consumo de agua, aumentan cenas con alimentos salados y grasos, e incrementa en el consumo de alcohol, además de las bajas temperaturas que disminuyen la sensación de sed, por lo que se favorece la deshidratación, lo cual es un entorno que puede afectar nuestra salud renal.

Así lo expuso el doctor Sergio Hernández, especialista en nefrología, quien explicó que el cambio de rutina en estas fechas puede parecer inofensivo, pero a largo plazo representa un riesgo importante para los riñones.

“Las bajas temperaturas, la deshidratación y los excesos propios de la temporada navideña sobrecargan la función renal, especialmente en personas con factores de riesgo como diabetes, hipertensión u obesidad”, dijo el director médico de Médica Santa Carmen en el Centro Médico ABC, Santa Fe.

Hernández Estrada advirtió que la Enfermedad Renal Crónica (ERC) afecta a 1 de cada 10 personas en México la cual se desarrolla de manera silenciosa hasta llegar a etapas avanzadas.

“Muchos de los pacientes no saben que tienen daño renal hasta que la enfermedad está muy avanzada. El consumo excesivo de alimentos procesados ricos en sodio, azúcares y grasas, combinado con el alcohol y una hidratación deficiente, son factores que aceleran este deterioro”.

El especialista señaló que los excesos de esta temporada no sólo afectan a personas con enfermedades crónicas ya diagnosticadas, sino también a quienes están aparentemente sanos.

Algunas personas desconocen que tienen presión arterial o glucosa elevada, ante lo cual las fiestas son un detonante que puede hacer evidente el problema, por lo que es importante mantener un equilibrio y consumir alimentos de manera moderada, evitar el exceso de alcohol y mantenerse físicamente activo durante las festividades.

El especialista también enfatizó la importancia de la prevención mediante chequeos médicos regulares, especialmente en personas con antecedentes familiares de enfermedades renales o factores de riesgo.

“Un análisis sencillo de orina y sangre, además de medir la presión arterial, puede detectar problemas en etapas iniciales. Esto permite actuar a tiempo y evitar complicaciones graves como la necesidad de hemodiálisis”, señaló.

Es importante que las personas dejen de ignorar las señales de su cuerpo y acudan a chequeos periódicos, dijo y apuntó que en Médica Santa Carmen del Centro Médico ABC en Santa Fe –al poniente de la Ciudad de México– existen especialistas altamente capacitados que pueden identificar y tratar a tiempo cualquier alteración renal.

“El primer paso es tomar conciencia. Cambiar pequeños hábitos en estas fiestas y acudir a un chequeo médico puede marcar la diferencia entre una buena salud renal o enfrentar problemas en el futuro”, concluyó Hernández Estrada.