Todo parece apuntar que la agenda ambiental y la de cambio climático ha merecido un poco de interés en algunos de los candidatos a la Presidencia de México
De elecciones, ciudadanía y medio ambiente
Por Sandra Guzmán, Coordinadora General de GFLAC
El ambiente que se vive de cara a las elecciones presidenciales de 2018 en México (pero también en otros países en la región), es de incertidumbre y hartazgo. Es de preocupación por la falta de claridad sobre lo que los candidatos pueden ofrecer al país y sobre todo, la falta de confianza ante las escasas garantías de que lo que se diga en campaña será cumplido en el futuro.
Por años la falta de acceso a la clase política ha llevado a la apatía de la población que no cree que es posible lograr un cambio. Aunque cansada, también se ve a una ciudadanía que quiere entender, saber, y proponer acciones que mejoren su entorno.
La preocupación no es menor, son 6 años de gobierno, pero sobre todo son cambios que traen consigo transformaciones en las instituciones, algunas más profundas que otras.
Para la agenda ambiental y de cambio climático el escenario no es diferente, como no lo es en otras agendas como la de seguridad, salud, educación, desarrollo y todas las áreas de interés para la población.
Aunque la naturaleza no sabe de política, la política es importante para la naturaleza. Las decisiones que se tomen hoy pueden tener severos impactos en el mañana.
¿Cómo está la agenda ambiental y climática de los candidatos en México?
Quizá los temas ambientales son los que menos generan oposición en las agendas de los candidatos, por tratarse de temas nobles. Sin embargo, la agenda ambiental es quizá la menos privilegiada por considerarse ajena a la realidad de quienes se disputan el poder.
En una breve evaluación que elaboramos 10 organizaciones de la sociedad civil, de las propuestas de los candidatos en materia de cambio climático, concluimos que, pese a que se trata de un problema que ya ha impactado económica y socialmente al país, se asoma de manera tímida en las propuestas de los candidatos.
La evaluación consistió en crear un decálogo con las 10 acciones claves que el país necesita para transitar hacia un desarrollo bajo en emisiones de gases de efecto invernadero y resiliente al clima. Se calificó si los candidatos integraban cada uno de dichos puntos (2 puntos si sí, 1 si más o menos, y 0 si no).
Los resultados son sencillos, de los cuatro candidatos que hoy contienden por la presidencia, dos tuvieron más de 10 puntos de 20: Andrés Manuel López Obrador con 16 puntos y Ricardo Anaya con 11; mientras que dos están por debajo de 10, José Antonio Meade con 7 y Jaime Rodríguez con 2 puntos.
Lo interesante fue hacer una segunda evaluación en la que se analiza hasta qué punto estas propuestas son congruentes con el resto de los planes de gobierno que ofrecen. Basado en 4 preguntas claves, resulta que de los 4 candidatos dos tienen 6 puntos de 8, Anaya y López Obrador; mientras que Meade tiene 2 y Rodríguez tiene 0 puntos.
Cuando pensábamos que el escenario no era del todo afortunado, durante la Tercera Cumbre Ciudadana[1]organizada por más de 350 organizaciones de la sociedad civil, se presentaron otras 4 medidas en materia ambiental para ser suscritas o no por los candidatos. El balance es que, de las 4 medidas planteadas en términos de gobernanza ambiental, Anaya, López Obrador y Rodríguez suscribieron todas; mientras que Meade suscribió 3 y una con reservas.
Durante dicho evento tuve oportunidad de acercarme y hablar con tres de las personas que se proponen liderar México (lamentablemente López Obrador no atendió la Cumbre), para recordarles la importancia de la lucha climática y lo importante que es velar por la Antártida. Me recibieron amables e interesados en cambio climático.
Todo parece apuntar que la agenda ambiental y la de cambio climático ha merecido un poco de interés en algunos de los candidatos a la Presidencia de México. Por si eso ayuda a informarse mejor a la hora de votar. La pregunta que permanece es ¿qué tanto podemos confiar en que dichos compromisos serán cumplidos?
La siguiente acción será observar con atención el debate del 12 de junio en el que además de otros temas, el tema ambiental y de cambio climático serán abordados. Y yo invito no sólo a escuchar, sino también a reflexionar ¿cuál será nuestro rol para fortalecer y hacer cumplir dichos compromisos planteados?
Ya no basta con creer en el gobierno, sino que debemos anticiparnos a que no importando quien gane, tendremos que afrontar el reto común que nos trae consigo la devastación ambiental y el avance del cambio climático. Porque como ciudadanía somos el único actor que trasciende a todo periodo de gobierno y cuyas necesidades no pueden ser atendidas en 6 años. Por ello, nunca olvidemos que nuestras acciones y decisiones pueden influir en la guía del país. Quejarnos es una opción, actuar es la solución.
[1]Para conocer más de la Cumbre ver: cumbreciudadana.org.mx