Debemos evitar las falsas soluciones y expectativa de usar contenedores, platos y utensilios supuestamente inocuos
Desechables no son alternativa de protección ante COVID-19
El uso excesivo de desechables como propuesta para protegerse ante contagios de COVID-19 es una falsa alternativa que pone en riesgo a la salud humana y que conlleva graves riesgos ambientales, señaló la Alianza México sin Plásticos (AMSP), integrada por más de 6 mil 400 ciudadanos y ciudadanas, así como por 200 organizaciones de la sociedad civil en 30 estados de la República Mexicana.
Por ello, se hace un llamado a los gobiernos locales a no considerar la petición de algunos sectores industriales y políticos de “reconsiderar la postura de prohibición sobre las bolsas de plástico”, argumentando razones de salud y seguridad, para evitar contagios de COVID-19.
La preocupación frente a lo anterior surge debido a que, de acuerdo con el estudio publicado en el The New England Journal of Medicine, el virus COVID-19 podría permanecer en superficies plásticas hasta por 3 días. Asimismo, otro estudio, ahora publicado en The Journal of Hospital Infection[3], señala que el virus SARS-COV-2 (comúnmente conocido como COVID-19), persiste hasta 6 días en plástico y metal.
Es decir, dado que el virus que ocasiona la COVID-19 puede permanecer entre 3 y 6 días en superficies plásticas, cada vez que usamos utensilios de plástico desechable se facilita su permanencia por más tiempo e incrementa el riesgo de contagio en la población.
Esto, además del enorme incremento en la generación de residuos plásticos que permanecen impactando los ecosistemas del país y de todo el planeta por cientos de años, lo cual causa estragos en la flora y fauna, ecosistemas marinos, pesca y turismo. Hay que destacar que, al año, se producen más de 300 millones de toneladas de residuos plásticos, lo que es equivalente al peso de toda la población humana.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés), el 50% de los productos desechables de plástico están diseñados para usarse una sola vez, y que, además, cerca de un tercio de esos productos escapan de los sistemas de recolección.
El uso de plásticos desechables, lejos de crear un ambiente de mayor seguridad, sólo genera la falsa expectativa de usar contendores, platos y utensilios supuestamente inocuos. Por el contrario, un uso indiscriminado e inadecuado de productos desechables y plásticos de un solo uso podrían poner en mayor riesgo a la población.
Empresarios y consumidores debemos ser consciente de este hecho y aplicar las medidas de higiene recomendadas por las agencias sanitarias correspondientes.
“Tenemos que generar la costumbre de utilizar envases, vajillas y demás productos diseñados para ser reutilizables, lavarlos bien con agua y jabón o desinfectarlos y usarlos, una y otra vez, sean del material que sean; especialmente en esta época de prevención ante la pandemia que todos afrontamos”, comentó Edgar Lugo, de la organización Organi-K, representante del Comité de Comunicación.
“Esta situación de pandemia nos obliga a encontrar nuevas oportunidades para ajustar nuestros patrones de producción y consumo para lograr una economía y sociedad más sustentable y al mismo tiempo saludable”; señaló Juan Carlos Carrillo del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), representante del Comité de Legislación de la AMSP.
En este sentido, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), publicó el pasado mes de abril la Cartilla de Mejores Prácticas para la Prevención del COVID-19 en el Manejo de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU)[6], en la cual señala que: “Durante la emergencia, la población debe disminuir al máximo el uso de vajillas, cubiertos, bolsas y empaques desechables,” con lo cual refuerza las regulaciones y prohibiciones que ya muchas entidades están llevando a cabo.
Todas las personas y organizaciones que conformamos la AMSP reiteramos nuestro apoyo a las medidas para evitar el plástico de un solo uso y las acciones para frenar la contaminación plástica en nuestro país.
La nueva normalidad no debe ser desechable, la nueva normalidad debe proteger nuestro planeta, porque no hay salud en un planeta enfermo.