Tan sólo en 2020 las ventas por Internet tuvieron un aumento de 81 por ciento, lo que generó 316 mil millones de pesos
E-commerce: entre la economía y el impacto ambiental
El contexto de la pandemia por Covid-19 obligó a millones de personas a permanecer en casa, lo que incrementó el e-commerce. Tan sólo en 2020 las ventas por Internet tuvieron un aumento de 81 por ciento, lo que generó 316 mil millones de pesos y representó el 9 por ciento del total de las ventas al por menor, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO).
En contraparte, este incremento, repercutió en la generación de toneladas de residuos sólidos producidos por los empaques de los productos que llegan hasta el hogar de los consumidores, justo el lugar de donde provienen 50 por ciento del total de los desechos.
En 2019 se generaban al día más de 13 mil toneladas de residuos sólidos en la Ciudad de México. En todo el país, se generan más de 42 millones de toneladas de residuos sólidos al año, que equivale a 175 veces el volumen de la pirámide del Sol de Teotihuacán.
Es muy común que los gigantes de las ventas por Internet procuren proteger los productos y para ello los empaques son, algunas veces, mucho más grandes y voluminosos que el producto en sí. Una caja dentro de otra, plástico burbuja, papel, todo esto para entregar, por ejemplo, una taza; así cada hora millones de personas dan un click y pocos días después reciben sus productos, pero también un montón de materiales que terminan siendo residuos, en la mayoría de los casos poco amigables con el medio ambiente, ya que pueden tardar hasta 400 años en biodegradarse.
Al respecto el director general de Bioelements, José Ignacio Parada señaló que existen muchos materiales que se biodegradan, como los papeles y cartones, sin embargo, al mismo tiempo dañan al medio ambiente si provienen de procesos de reciclaje mecánico, “ durante esta etapa los materiales adquieren elementos nocivos que incluso ralentizan este proceso por los plastificantes que se incorporan. Por lo tanto, no solo importa que tengan origen o propiedades naturales, sino que también sean ecológicamente amigables y que mitiguen contraefectos que pueden terminar siendo peores que el mal a solucionar”
La venta de comida o alimentos a domicilio también se revitalizó con el comercio a través de aplicaciones, según el estudio Consumo en apps de comida a domicilio durante el Covid-19 en México de la iniciativa Fintonic, se estima que para 2022, más de 34 millones de usuarios hagan uso de estas herramientas, con él éxito de estas aplicaciones un impacto al medio ambiente con el uso de toneladas de unicel y otros materiales plásticos, ello aun cuando en la Ciudad de México existe una ley que prohíbe el uso de estos artículos.
El aumento del comercio electrónico tampoco contribuye a la política de Basura Cero impuesta por la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, que propone la disminución a sólo dos mil toneladas de residuos diarios para el 2030.
Hasta antes de la pandemia la capital mexicana generaba 13 mil toneladas de residuos sólidos cada día, la generación de residuos diaria por habitante alcanza hasta 2.5 kilogramos por persona, mismos que llegan directo a rellenos sanitarios en donde contribuyen a la generación de gases tóxicos.
Aunque los residuos implican un importante problema ambiental, la eliminación de estos supondría afectaciones económicas, sin embargo, existen opciones alternativas al plástico, al papel y al cartón de un solo uso que pueden solucionar este problema en México.
La compañía de origen chileno Bioelements ofrece como principal innovación una resina desarrollada por un equipo de investigación multidisciplinario “Resina BioE-8”, permite ofrecer productos de uso diario biodegradables, entre ellos, bolsas y productos rígidos biobasados que se pueden integrar al ambiente entre seis y 20 meses en vertederos, composteras y lugares acuosos con un proceso que incluso mejora la germinación de semillas en comparación con el plástico que duraría hasta 400 años su proceso de biodegradación.
“Algunas bolsas y otros productos utilizan oxo que es un aditivo que micro-fragmenta al plástico, pero esto no significa que haya efectivamente una disminución de masa por una actividad de biodegradación, como sucede en el caso de las bio bolsas”, detalló José Ignacio Parada.
Además, los productos Bioelements, a diferencia de otros, han comprobado que realmente se degradan y se reducen en el tiempo estimado y no son bio tóxicos, ni tóxicos por metales pesados y ello está validado en el país por la Universidad Nacional Autónoma de México, además, la compañía forma parte de “Empresa B”, que son aquellas que han logrado esta certificación por ser social, medioambiental y económicamente sostenibles, generando un triple impacto positivo en su comunidad o entorno en el que operan.
Además, Bioelements, obtuvo la certificación de la FDA (Foods and Drugs Administration) de inocuidad alimentaria. Es decir, que desde ahora podrán envolver todo tipo de comidas sin riesgos en su consumo.