Sin embargo, se reconoce que los insectos viven amenazados, como tantas otras especies, por el uso extensivo y desmesurado de herbicidas e insecticidas para la agricultura
“El arte de comer insectos” en Colegio de San Ildefonso
El Colegio San Ildefonso en colaboración con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), Promotora Cultural Cubo Blanco A.C. y Trilce Ediciones presentan la exposición El arte de comer insectos, del 9 de octubre del 2019 al 2 de febrero del 2020, en la Ciudad de México.
Un recorrido histórico, científico y artístico que muestra la importancia de los insectos en la culinaria mexicana. Esta exhibición presenta más de 180 piezas arqueológicas, fósiles en ámbar, obra en técnica mixta, cajas entomológicas, ilustraciones científicas, óleos, grabados, objetos de época, fotografías y video.
México es el país del mundo que más insectos tiene incorporados a su cocina como parte de la dieta tradicional y cotidiana. Para conocer más, esta exposición estará acompañada de conferencias, mesas de discusión, cursos, talleres, ciclo de cine y más.
La exposición cuenta con más de 180 piezas procedentes de 23 colecciones, incluyendo objetos arqueológicos, fósiles en ámbar, cajas entomológicas, ilustraciones científicas, óleos, grabados, obra en técnica mixta, objetos de época, fotografías y vídeo.
Cabe señalar que de acuerdo con la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), los insectos son una fuente importante de proteína cuyo uso no tiene el enorme impacto negativo que genera la ganadería sobre el planeta.
Los insectos reaparecen en nuestro presente como un recurso sano, rico al paladar y cuyo aprovechamiento por los seres humanos resulta amigable con el medio ambiente.
Sin embargo, se reconoce que los insectos viven amenazados, como tantas otras especies, por el uso extensivo y desmesurado de herbicidas e insecticidas para la agricultura, así como por la pérdida de territorios, la contaminación de los ecosistemas, el crecimiento de las ciudades, los monocultivos y la tala de los bosques.
Frente a estos retos, la humanidad necesita modificar sus hábitos de producción y consumo de alimentos y los insectos, forman parte del patrimonio biológico que debemos de conservar.