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En entrevista, su director y fundador, Ricardo García, menciona que todo sucedió de manera espontánea cuando el circo no tenía visibilidad ni participación en casi ningún espacio en Oaxaca

El Colectivo Circo Emergente difunde el arte circense

Con el fin de acercar el circo a distintas comunidades, mostrarlo como una herramienta para generar conciencia social e impulsar entre las audiencias jóvenes oaxaqueñas este arte escénico, en 2011 surgió el Colectivo Circo Emergente.

El Colectivo Circo Emergente difunde el arte circense
De su experiencia personal, el entrevistado recuerda que fue un grupo de amigas el que lo motivó para acercarse al circo

En entrevista, su director y fundador, Ricardo García, menciona que todo sucedió de manera espontánea cuando el circo no tenía visibilidad ni participación en casi ningún espacio en Oaxaca.

Así, un grupo de amigas y amigos constituyó esta agrupación, dando respuesta a su necesidad de expresar inquietudes creativas y del entorno social, a la par de difundir en el estado el circo contemporáneo como un arte escénico.

“Nosotros empezamos en lo que era antes el Museo Mexicano del Ferrocarril, ahí nos dieron un pequeño espacio en uno de los andenes al aire libre, donde poníamos nuestras telas y nos reuníamos”, recuerda.

De su experiencia personal, el entrevistado recuerda que fue un grupo de amigas el que lo motivó para acercarse al circo y, posteriormente, continuó de forma autodidacta, recurriendo a lecciones en YouTube, siendo esta red social su tutora.

Ya con cierta experiencia, fue invitado para ser el coreógrafo de una obra que tenía una sección de tela; ahí fue donde conoció a Domingo Mijangos con quien empezó a trabajar, al tiempo de que continuó con la práctica de los aéreos.

Al respecto, comenta que siempre le ha gustado trabajar con el cuerpo, inclusive más que con la voz, por ello decidió estudiar danza y dedicarse al movimiento.

“Una vez que descubrí que podía llevar esta posibilidad de moverme no solo en el piso, sino en el aire, encontré una manera más genuina de expresarme a mí mismo”, comenta.

Además, añade, en su momento, fue muy novedoso para sus compañeros que estuvieron en la fundación del colectivo, les atraía mucho el espectáculo circense, les inquietaba saber qué podían hacer, qué más podían lograr, como encontrar en el circo ese camino que, en ese momento y en Oaxaca capital, nadie más estaba trabajando.

Es así que, en el mismo año que nació, hablaron con la directora del Museo del Ferrocarril para pedirle un espacio más cerrado, con un poco más de condiciones para realizar estas actividades.

“Tuvimos acceso a una de las bodegas del museo, entonces nos planteamos la idea de qué íbamos a hacer con el circo, cuáles eran nuestras intenciones, más allá de compartir el entrenamiento o el espacio, o la propia actividad como recreación. Más bien pensar la idea como un espacio para expresarnos nosotros mismos”, refiere.

Con mucha afinidad en cuanto a lo que sucedía en su entorno, los integrantes del colectivo se preguntaban el por qué pasaban ese tipo de hechos en este país o en su ciudad, por qué a las mujeres se les violenta y a los homosexuales se les trata de esa manera.

Todas esas ideas, dice Ricardo, “revoloteaban en nuestras cabezas” y al final decidieron que iba a ser a través del circo el medio para poder expresar eso que les inquietaba, lo que vivían en su día a día.

Así fue como crearon su primera pieza: Sin retorno, que habla sobre la migración que fue el punto de partida para tomar conciencia y decidir formar una agrupación que no solamente compartiera el entrenamiento, sino tratar de impulsar el circo, primero dentro de las fronteras de la ciudad y un poco en el estado.

El Colectivo Circo Emergente difunde el arte circense
Ya con cierta experiencia, fue invitado para ser el coreógrafo de una obra que tenía una sección de tela

“Nuestros primeros objetivos, que todavía son los principales, son expresar un poco de lo que nos inquieta de la realidad y del mundo que vivimos y poder compartirlo con el público para que, que alguna manera se pueda generar empatía o pueda sentirse identificado también con lo que nos pasa a nosotros”, comenta.

Por ello, dice finalmente, creemos en el circo como una herramienta para generar conciencia social a través de la escena. Esto, comenta, se refleja en sus piezas como Ciegos, sordos y mudos (2014) en la que se aborda la indiferencia social; Guyee Derarí o Vete a volar (2016) en zapoteco, y Ella, naufragio sobre la tristeza (2021), que habla de las emociones post pandémicas. Recientemente, estrenaron una pieza que se llama Una vez quise ser nube.

Sigue la red social de este grupo en Facebook: https://www.facebook.com/Circoemergentecolectivo