El hidrógeno verde en su consumo no produce contaminantes y representa una alternativa clara de mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero
Electromovilidad: aliada en reducción de emisiones
La Alianza por la Transición a un Transporte de Carga de Bajas Emisiones (ATB) convocó al seminario en línea “Electromovilidad e Hidrógeno verde: su contribución a la descarbonización del transporte de carga”. En el seminario participaron Daniel Chacón de la Iniciativa Climática de México, Jorge Martínez de Zacua México, Erica Escudero de Ansasol SL, y Marco Jano del Centro Mario Molina.
La y los expertos destacaron que la meta para lograr cumplir con los compromisos internacionales como el Acuerdo de París y alinearse a las trayectorias de 2 ºC y 1.5 ºC, se requieren esfuerzos adicionales y más ambiciosos respecto a los que ya se han implementado. En este sentido, la electromovilidad y el hidrógeno verde son una de las tecnologías que ayudarán a cumplir las metas.
La electromovilidad es una opción que se ha vuelto tecnológica y económicamente viable para disminuir las emisiones del sector transporte. Esto se puede ver en la venta de vehículos eléctricos, que a nivel mundial representa 2% del total con una tasa de crecimiento constante (IEA, 2020) y el aumento de los anuncios de políticas ambiciosas respecto a objetivos de penetración de este tipo de vehículos.
El hidrógeno es un portador de energía que puede ser producido a partir de cualquier fuente primaria y su consumo no produce contaminantes. De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (IEA, 2015) la producción mundial actual de hidrógeno de forma sostenible es de apenas el 4% a partir del agua (mediante electrólisis) y es conocido también como hidrógeno verde. México por su ubicación geográfica tiene gran potencial para la producción de esta fuente de energía.
Daniel Chacón presentó la actualización del documento “Panorama de la movilidad eléctrica”, en la que destacó que la disminución constante del precio de las baterías, así como el aumento en las metas de electromovilidad anunciadas por distintos países son factores estratégicos para acelerar la introducción de vehículos eléctricos (VE) a la flota vehícular. Mencionó que los VE representarían el 63% del stock total de vehículos en circulación en 2030 para poder alcanzar la meta de los 2°C y 73% para la meta de 1.5°C.
Esto obliga a instrumentar medidas que fomenten aceleradamente la introducción de los VE, ya que a pesar de que la venta de los vehículos eléctricos ha crecido en promedio cada año 19% en el periodo 2016-2020, y las electrolineras 35%; en los últimos dos años el crecimiento fue de un 4%. En el caso de los vehículos pesados, no se han reportado venta de vehículos eléctricos, únicamente híbridos (mil 1169 vehículos).
Esto se debe principalmente por la falta de infraestructura, la poca oferta de mercado de vehículos eléctricos para esta capacidad y dificultades técnicas como el peso de las baterías y la potencia de energía requerida para su recarga.
Jorge Martínez mencionó que la contaminación del aire es el factor de riesgo ambiental más importante en términos de salud, pues según la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren aproximadamente 14,700 personas por causas asociadas a la contaminación del aire.
Enfatizó que “la migración hacia la electromovilidad no es una moda sino una tendencia mundial e irreversible”. En este sentido resaltó el papel de la sociedad civil para impulsar políticas y acciones para acelerar la adopción de la electromovilidad.
Erica Escudero mostró un panorama general del hidrógeno verde en la Unión Europea con base en el objetivo de emisiones cero a 2050. De acuerdo a la senda de implantación del hidrógeno entre 2025 y 2030 se plantea producir 10 millones de toneladas de hidrógeno verde con una inversión entre 180,000 a 470,000 millones de euros hasta el 2050.
Por otro lado, Marco Jano señaló que, “si bien, el hidrógeno verde representa una alternativa clara de mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero, se espera que sea una medida que cobre importancia en largo plazo. Sin embargo, es necesario que países como México, que posee fuentes de energías renovables abundantes, comience a explorar la implementación de proyectos piloto que puedan reducir los costos de producción, transporte, almacenamiento y uso del hidrógeno”.
Asimismo, señaló que es de gran importancia aprovechar la infraestructura existente, como la red de gasoductos, complejos industriales (refinerías, plantas siderúrgicas, plantas de producción de amoniaco y minas), así como la red de transporte público existente en grandes ciudades, para introducir el hidrógeno. Finalmente, señaló que también se necesitará un conjunto de políticas públicas que faciliten su introducción.