El Banco Mundial ya ha señalado que la corrupción representa al menos US$2,6 billones de dólares anualmente o el equivalente al 5% del producto interno bruto mundial
Empresarios exhortan a poner un alto a la corrupción
Con motivo del Día Internacional contra la Corrupción, que se celebra el 9 de diciembre, los representantes de los capítulos nacionales de Iberoamérica de la Organización Mundial de las Empresas o International Chamber of Commerce (ICC), resaltamos la importancia de impulsar la agenda anticorrupción como uno de los principales factores para promover la inclusión social y el crecimiento económico en la región en el contexto actual de la pandemia.
Los capítulos nacionales de la ICC en Iberoamérica hemos notado que la pandemia ha agravado riesgos de corrupción, soborno, fraude, comercio ilegal y lavado de dinero que afectan a la sociedad y las empresas. En este sentido, estamos seguros que la integridad y la transparencia son factores clave para lograr una respuesta eficaz, resiliente y sostenible contra el Covid-19 en nuestros países.
El Banco Mundial ya ha señalado que la corrupción representa al menos US$2,6 billones de dólares anualmente o el equivalente al 5% del producto interno bruto mundial, y según el último informe sobre corrupción en América Latina publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la corrupción le cuesta US$220.000 millones de dólares anuales a la región, una cifra con la que los analistas aseguran, ya se podría haber solucionado la pobreza extrema en Latinoamérica.
El pasado 13 de noviembre, el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) señaló, que el 51% de la población en América Latina consideraba a la corrupción como el principal problema que afectaba a la región antes de la pandemia. Esta situación, se podría haber agravado por la necesidad de que las compras para paliar el Covid-19 se realicen utilizando métodos más ágiles y directos, por fuera de los controles habituales.
Por su parte, Transparencia Internacional para las Américas lamentó a principios de este 2020 que América Latina lleve cuatro años sin registrar mejoras, lo que demuestra que, en nuestra región, aún hay muchas tareas que emprender en la lucha contra la corrupción.
Hace más de 100 años, después de la Primera Guerra Mundial, la International Chamber of Commerce surgió como respuesta a la necesidad de restaurar el crecimiento económico a través del comercio y la inversión transfronteriza, como medio para mantener la paz y generar prosperidad entre las naciones. Actualmente estamos presentes en más de 130 países alrededor del mundo y a través de nuestras iniciativas buscamos incentivar los negocios sostenibles, basados en reglas claras para apoyar la prosperidad mundial.
Representando a más de 45 millones de empresas a nivel mundial, en la ICC señalamos la importancia de mantener prácticas éticas dentro de las organizaciones a través de herramientas internas y políticas de cumplimiento que velen por el buen actuar de las operaciones y el comportamiento íntegro de los colaboradores en el ejercicio de los negocios entre empresas.
En 1977, la ICC se convirtió en la primera organización empresarial en emitir un marco de reglas anticorrupción, cuando publicó las Reglas de Conducta para el Combate a la Extorsión y al Soborno. Estas reglas han sido actualizadas para reflejar la adopción de instrumentos legales internacionales como la Convención para Combatir el Cohecho de Servidores Públicos Extranjeros en Transacciones Comerciales Internacionales de la OCDE y la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción.
Este 2020, en la ICC presentamos la guía: “Integridad para una respuesta y reconstrucción resiliente post Covid-19”, la cual se une al Compendio de Integridad Empresarial de la ICC. Estas son herramientas destinadas a que las empresas eleven sus estándares de integridad y ambas están públicamente disponibles en línea.
Con estos antecedentes, los representantes de ICC hacemos un llamado a los gobiernos para adoptar mecanismos y políticas públicas que refuercen la integridad en las operaciones del Estado, tomando en cuenta que las prácticas corruptas debilitan la economía, demeritan la competitividad nacional y ahuyentan la inversión extranjera.
Asimismo, resaltamos la importancia de establecer instrumentos de contratación pública y auditoría periódica que promuevan transparencia, eficiencia y mejores condiciones de contratación para el Estado. Más aún, la transparencia y el combate a la corrupción deben convertirse en prácticas cotidianas y efectivas capaces de promover el sano desarrollo de la industria y el comercio.
Finalmente, la ICC recomienda a los gobiernos iberoamericanos, la implementación de las medidas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), promovidas durante la pandemia, para incentivar la integridad durante los procesos de contratación pública. En las medidas de la OCDE, encontrarán herramientas invaluables para garantizar prácticas gubernamentales éticas y transparentes, que son las que finalmente guían el actuar íntegro de cada país.
Desde ICC Iberoamérica valoramos y apoyamos todas las medidas eficaces a favor de una cada vez mayor integridad y transparencia en las relaciones comerciales y nos comprometemos a unir esfuerzos como sector privado para combatir, de manera activa, propositiva y militante a la corrupción desde los sectores y organizaciones a los que representamos.