La castración y traslado fuera de su hábitat, del oso negro (denominado número 34) es un error que no priorizó el bienestar del animal, por lo que consideramos que Profepa no permita que se monten más precedentes para que otros animales silvestres sigan por el mismo camino, y que investigue y aplique la ley en caso de existir negligencia en el manejo del oso, que es víctima de la expansión y la urbanización descontrolada en la zona de Chinpique, sostuvo PRODEFENSA ANIMAL A.C.

En PRODEFENSA ANIMAL A.C.: «Consideramos este es un hecho indignante por parte de las autoridades federales, que no tiene sólo que ver con la decisión de sacarlo o no de su territorio, sino con la forma de proceder, carente de consideraciones y decencia para con el individuo, al atropellar aparentemente a todos en el Estado: al oso, a las autoridades, a la universidad, a la ciudadanía. Es tiempo de dejar de festejar victorias imaginarias y ponernos a trabajar en que esto no nos vuelva a pasar”.

«Quisiéramos empezar por preguntar ¿en dónde está la postura, conclusión u observación emitida por La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO)? Entendemos es la autoridad científica y académica que debió acompañar las decisiones junto con la PROFEPA», dijo.

Tras consultar con la Dra Erika Ortigoza de la fundación INVICTUS principalmente, y Médicos de la FMVZ de la UANL, Médicos del COMVEPE N.L., personal de P yVS de N.L., especialista en comportamiento animal de la HSI, y biólogos de N.L. “se pudo concluir que el Oso 34 de Chipinque es un oso joven, habituado a la zona habitacional, sin miedo a las personas.   Indicadores   de   que   requería   una   valoración   previa,  médica   y   de comportamiento, antes de decidir dónde dejarlo.  Un oso con ese nivel de socialización y considerado como un oso urbano, no era un candidato a la traslocación”.

Cabe destacar que “la traslocación es llevar al individuo fuera de su territorio y dejarlo en libertad, y lleva riesgos, un oso tiende a regresar a su territorio y al hacerlo puede ser atropellado o sufrir accidentes. Además, tendrá peleas con otros osos por territorio, por conseguir agua y comida. Sacar a un animal de su territorio sin la tecnología, monitoreo y acciones responsables para su seguridad es como un destierro, es un boleto a morir”.

La libertad debe privilegiarse ante el confinamiento, los zoológicos no son para nosotros una opción, pero vivir en una cantidad suficiente de hectáreas con enriquecimiento ambiental y monitoreada por personal experto de los grandes santuarios si eran una posibilidad, no para la especie, no para todos los osos, imposible, sino para la particularidad del oso 34.

Las alternativas de liberación deben contemplar analizar al individuo y sus posibilidades de subsistir. No deben perderse de vista los otros tipos de libertad, como estar libre de hambre, de riesgos, de peligros, de perder la vida.

Es importante resaltar que la asociación INVICTUS y su Directora la Dra Erika Ortigoza, con un equipo médico e instalaciones para hacer los estudios y rehabilitación necesaria, consiguió que el The Wild Sanctuary en Colorado aceptaran al Oso 34, y ella rehabilitarlo. 

Esta alternativa garantizaría las 5 libertades de los animales, los 5 dominios, se tendría asistencia médica/clínica de médicos especialistas del mejor hospital de vida silvestre en el Continente Americano, en la Universidad de Colorado.

Esta oferta que no costaría al Estado, ni a la Federación fue rechazada por PROFEPA. La Procuradora Blanca Alicia Mendoza Vera explicó a través de su experto en vida silvestre Martin Vargas, que la liberación de este oso socializado, joven y habituado a los humanos ya estaba decidido, darle al oso una oportunidad, sin posibilidad de discusión, nos indicaron que no existían santuarios en México, pero que no se necesitaba más santuario que el territorio nacional, La decisión estaba tomada: traslocarlo a otro Estado.

Cabe hacer mención que la oferta de la Dra Ortigoza y la del The Wild Sanctuary en Colorado siguen en pie al momento de esta publicación, para recibir al oso 34.

Un oso como el 34 necesita un acompañamiento y seguimiento: no es sólo traer un collar de telemetría, hay que dedicarle tiempo y recursos a monitorearlo, A través de este comunicado pedimos   a   la   PROFEPA   que   transparente   el   seguimiento   del   oso, como   una responsabilidad del puesto que tienen, ante la fauna silvestre de nuestro País que está en sus manos.  Y que nos compartan el proceso de la traslocación, que despejen las dudas del destino ¿a dónde lo llevaron?, y ¿en manos de quién está su monitoreo?

Hay desinformación que es importante empezar a combatir. Hubo peticiones de libertad sin considerar especificar el cómo y dónde, sin solicitar una valoración previa, que circularon por redes sociales, y hubo grupos que incluso proclamaron victoria, otras que metieron amparos, no sé cuál sea la opinión de estas personas en este momento sobre el resultado, posiblemente sigan creyendo que   los riesgos que el oso correrá y hasta su vida, valgan la victoria por su – parcialmente entendida- libertad.

Para nosotros la libertad es un concepto más amplio, y festejamos el NO confinamiento, pero nos gusta festejarlo con la factibilidad de que los animales tengan una franca posibilidad de continuar con vida.

Esperemos que a este Oso 34 sobreviva en el destino que juntos le hemos dado, y que PROFEPA esté a la altura de la situación y pueda realmente transparentar el monitoreo que han prometido hacer por el collar de telemetría, y que responda la serie de preguntas que le hemos enviado a través de un oficio, que en breve publicaremos, estaremos atentos a sus respuestas.