Se trata de dos hembras, de entre tres y seis meses de edad que presentaban signos de deshidratación y que pesaban cerca de 11 kilos
Estables y bajo supervisión médico veterinaria lobas marinas rescatadas
A una semana del rescate y decomiso de dos hembras de lobo marino, presuntamente víctimas del tráfico ilegal, Fernando Gual Sill, director General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre, de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, informó que la condición de estos mamíferos aún es crítica, por lo que médicos veterinarios mantienen una estricta vigilancia y cuidado de los ejemplares.
Precisó que se trata de dos hembras, de entre tres y seis meses de edad que presentaban signos de deshidratación y que pesaban cerca de 11 kilos, la más pequeña, y poco más de 19 kilos, la de mayor tamaño. “Vamos a incrementar la fórmula para que empiecen a ganar peso, que sería un signo de que están creciendo. Están cumpliendo casi una semana y apenas se estabilizaron, pero eso no quiere decir que estén fuera de peligro”, comentó Gual Sill.
El director General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre dijo que después de observar y analizar a las hembras de lobo marino se llegó a la conclusión de que son animales lactantes que de inmediato necesitaban empezar a tomar suero y después leche especial que se emplea en animales silvestres y que es importada de Estados Unidos.
“Seguramente estaban con la madre, todavía lactando y al separarlas de la madre dependen 100 por ciento de los cuidados de ésta, ni siquiera están habituadas a tomar de la mamila, por lo que se tiene que hacer una alimentación forzada por sondeo y de eso depende su vida”, explicó.
El director General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre comentó que las dos bebés de lobo marino se encuentran en una alberca de playa, muy bajita en el Zoológico Chapultepec: “Ahorita apenas se están estabilizando, haciendo ejercicio, aprendiendo a nadar ya que son animales que nadaban poco por los peligros que hay en el mar”.
Afirmó que el personal que labora en el Zoológico de Chapultepec cuenta con experiencia en el manejo de animales silvestres, además de que reciben un tratamiento adecuado, sobre todo la loba marina más pequeña porque empezó a regurgitar el alimento.
“Por el momento era hidratarlos, y ahorita que empiecen a habituarse a esa dieta, más adelante se irá incrementando la cantidad de aceite, que seguramente se les preparará un licuado con la leche y pescado, poco a poco se irá cambiando la dieta hasta poderles dar pequeños trozos de pescado y una vez que los acepten, dárselos completo como se les da a algunos de los adultos, sin embargo, esto va a pasar meses para lograrlo”, manifestó.
Desde el Zoológico de Chapultepec, Fernando Gual resaltó que adicional al trabajo que se hace para la conservación de diferentes especies como el cóndor de California, del teporingo, del ajolote, el lobo mexicano, adicional a ese trabajo, en los Zoológicos de la Ciudad de México se hace toda la parte de educación ambiental, que tiene un impacto más allá de las paredes de un zoológico.
Recordó que “en México no hay centros de acopio de animales silvestres más que el Centro de Investigación y Conservación de Vida Silvestre de Semarnat, en los Reyes La Paz, aquí cerca de la Ciudad de México”.
Fernando Gual reiteró la ayuda que se da a las autoridades para atender a estos ejemplares decomisados y que en su momento decidirán si se quedan en el Zoológico de Chapultepec: “Sería fabuloso tenerlos, tendrían otros compañeros, una vez que crezcan”.
En México, los lobos marinos son especies sujetas a protección especial, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-059 que enlista los animales amenazados o en peligro. Aunque hay colonias abundantes en el país, se busca su cuidado y protección.
Gual mencionó que la expectativa de vida de esta especie en vida libre es de 15 a 20 años, mientras que en cautiverio más de 30 años. El lobo marino de California habita en las costas de la península de Baja California, principalmente en México y Estados Unidos, aunque puede encontrarse en Sonora, Sinaloa y a veces, en Oaxaca.