Las ofrendas, que tradicionalmente se montan entre el 27 de octubre (fecha de la "visita" de las mascotas difuntas) y el 2 de noviembre, contienen elementos que, aunque inofensivos para los humanos, pueden ser tóxicos o dañinos para nuestros perros y gatos
Extremar cuidados para un Día de Muertos para tu amigo
El Día de Muertos es una tradición ancestral en la que honramos la memoria de quienes han partido de este plano. Con esta emotiva vigilia, se conforman ofrendas, altares de vistosos colores, distintos aromas y alimentos y objetos de temporada.
El tributo a nuestros difuntos se convierte en el centro de atención de toda la familia, incluidas nuestros animales de compañía; es crucial asegurarnos que su curiosidad natural no se convierta en un peligro para ellos.

El Dr. Fausto Reyes Delgado, Director Médico del Hospital Veterinario UNAM-Banfield, institución médica que durante 20 años en México ha procurado la salud de pequeñas especies mediante la medicina preventiva, subraya la importancia de la supervisión: «Es vital vigilar a nuestros perros y gatos para evitar que, impulsados por su instinto explorador, consuman los alimentos del altar, ingieran flores de cempasúchil, beban el agua de los floreros, inhalen el humo del copal e incienso, o, en el peor de los casos, sufran quemaduras con las veladoras u otros objetos».
Las ofrendas, que tradicionalmente se montan entre el 27 de octubre (fecha de la «visita» de las mascotas difuntas) y el 2 de noviembre, contienen elementos que, aunque inofensivos para los humanos, pueden ser tóxicos o dañinos para nuestros perros y gatos.
Riesgos con algunos elementos colocados en el Altar
Ingesta de Alimentos: Los platillos para los difuntos suelen estar altamente condimentados. El pan, los dulces, el mole y, especialmente los alimentos sazonados con ajo y cebolla son perjudiciales y pueden causarles problemas digestivos graves.
Peligro con las flores: La ingesta accidental de flores, incluidas las de cempasúchil y otras utilizadas como adorno tanto en la mesa como al ras del piso, puede provocar trastornos digestivos como vómito o diarrea. Ante cualquier signo de enfermedad, es indispensable acudir al veterinario.
Agua Contaminada: Aunque es poco común que la beban, el agua de los floreros se contamina naturalmente por la descomposición de los tallos. Su consumo podría provocar malestares estomacales o intoxicaciones. (Un recordatorio importante: al pasear, siempre ofrezca a su mascota su propia agua limpia para evitar que beba de charcos o fuentes dudosas).
Riesgo de Quemaduras: Las velas y veladoras representan una amenaza de quemadura. El contacto directo puede destruir el tejido, siendo especialmente peligrosas las quemaduras en áreas sensibles como la cara, orejas, extremidades y articulaciones. Se debe extremar precauciones para evitar estos accidentes.
La curiosidad inherente a perros y gatos puede conducir a incidentes. Es fundamental actuar con prevención y tratar de mantener la calma. Ante cualquier percance, la atención veterinaria inmediata es obligatoria. “En este punto, debemos recordar que, sin importar la temporada, es muy importante llevar a revisión médica a nuestro animal de compañía por lo menos dos veces al año, para asegurar que está protegido ante cualquier eventualidad médica, sea accidental, de contagio o por una enfermedad derivada de un proceso natural”, aconseja el especialista veterinario.
Para integrar exitosamente a nuestros animales de compañía durante estas importantes festividades en las que participan todos los miembros de la familia, la clave es la precaución, y en el caso de temas médicos generales, lo es la medicina preventiva. “Tomar las medidas necesarias previene accidentes y asegura que puedan compartir con nosotros estos días de reunión con la mejor calidad de vida posible”, reitera el Director Médico del Hospital Veterinario UNAM-Banfield.

