Estimados lectores reflexionemos, si es válido, ser una eminencia en el cine, o en la literatura, y al mismo tiempo realizar viejas prácticas, deleznables, realizadas con alevosía, ventaja y mucha perversidad
Flechas de letras de sangre y dolor, editorial cargó un arma mental atroz
La editorial Alfaguara colocó en un arco, una flecha que se disparó y mató a un venado que pasaba por el bosque de Zacatecas, sí allá donde el Gobierno autorizó la cacería, sí, en México. En el bosque, el animal fue muerto a traición por un cazador que dice que escribe, pero en su mente el dolor parece que no le importa.
Tal pareciera que a la editorial Alfaguara, sólo le faltaría premiar, Mi Lucha, sin importarle los humanos que murieron en medios del dolor.
Así es lo que acaba de hacer al premiar a un cazador que dice que escribe. Cuando Alfaguara da un «premio» a las letras de sangre, es equiparable a los diamantes de sangre.
A Alfaguara, no le importó el impacto de su decisión , pues el arte no puede ser arte si se fundamenta en el dolor, y la sangre de criaturas inocentes y fomentar este dolor, y sangre es como se es cómplice.
Por eso es que creemos que es lamentable y vergonzoso que Alfaguara premie las letras de sangre. No importa el escritor, que se regocija con la sangre de los animales inocentes, quien no es tan alejado de ser ni más ni peor que una mente sádica .
Alfaguara creo que no tendría empacho en premiar A Hitler o a un asesino serial, bajo pretexto de que hasta los hombres terribles no están exentos de escribir del odio que vive en su corazón.
Lamentable de parte de la editorial, y esta posición no es una bronca de libertad de expresión, es un problema de consecuencias con la conservación del mundo y las nuevas generaciones.
Alfaguara, es tiempo en que se enfrente a quiénes quieren proteger a los animales y quiénes buscan acabar con ellos , pues tal parece que esta editorial ya dio el primer para el lado donde quiere estar en la historia.
Finalmente , nos atreveremos a decir que el premio que le dio Alfaguara a la novela «Salvar el fuego», del escritor y cineasta mexicano Guillermo Arriaga, quien se jacta de ser cazador de animales inocentes, con arco y flecha, se podría comparar con el Premio Nobel de Literatura, quien le otorgó el ansiado premio a Peter Handke, escritor austriaco, y quien defendió la causa serbia en las Guerras de los Balcanes, en donde se asesinó a mucha gente.
Estimados lectores reflexionemos, si es válido, ser una eminencia en el cine, o en la literatura, y al mismo tiempo realizar viejas prácticas, deleznables, realizadas con alevosía, ventaja y mucha perversidad, sobre inocentes animales, nada más por el placer de hacerlo.