Con motivo del 209 Aniversario de la Independencia de México, Everardo Montford Ramírez, médico veterinario zootecnista y responsable del aviario en el Zoológico de Chapultepec, habla de una de las especies más emblemáticas y simbólicas de México, plasmada en el escudo nacional: el Águila Real.

En cautiverio, el Águila Real puede vivir alrededor de 20 o 25 años, mientras que en vida silvestre la expectativa de vida es difícil por los depredadores

“Esta especie es de las más hermosas,  importantes y espectaculares que Dios y la naturaleza nos ha dado. Incluso, es parte de nuestro simbolismo mexicano. Muchas culturas antiguas como la romana y griega las tomaron como fuerza de poderío, pero aquí en México representa la fundación de nuestra ciudad desde que era Tenochtitlan”, asegura Montford Ramírez.

Desde el nido del Águila Real, ubicado en el Zoológico de Chapultepec, platica que este ejemplar también se distingue por  habitar en el hemisferio norte del mundo: en zonas desérticas y boscosas. “Es una especie que llega a hacer nidos de hasta cinco metros y un simulado de rocas para su reproducción. En vida libre, el nido también lo usan para protegerse de lluvias, vientos y otras inclemencias de la naturaleza”, agrega.

En cautiverio, el Águila Real puede vivir alrededor de 20 o 25 años, mientras que en vida silvestre la expectativa de vida es difícil por los depredadores. El experto en aves presume convivir con este ejemplar “es espectacular y no tiene precio. Ya son 29 años de trabajar con diferentes aves y pienso seguir otros 30”, manifiesta.

Desde hace 29 años, Everardo Montford  comenzó a estudiar y cuidar aves, pero su pasión por los seres alados inició en su infancia, por eso afirma que todos los días está al pendiente de la salud de las dos hembras y el macho de Águila Real que habitan en el Zoológico de Chapultepec.

Desde hace 29 años, Everardo Montford comenzó a estudiar y cuidar aves, pero su pasión por los seres alados inició en su infancia

“En el aviario hacemos exámenes coproparasitoscópicos cada seis meses  y su respectivo examen clínico anual; también se les realizan muestras de sangre, hisopados locales, toma de rayos X, se les toman medidas y su peso. En general, se revisa la dieta que se basa en conejo, poca carne roja y pollo y a veces se les dan ratas. También se les proporciona un complemento tipo calcio, que en épocas de reproducción mejora la calidad del huevo”, detalla.