CNDH reconoció que mala calidad del aire repercute en violaciones a los derechos humanos
Greenpeace pide a Secretaría de Salud acatar Recomendación de CNDH para evitar más daños por contaminación atmosférica
Greenpeace México llama a que la Secretaría de Salud (Ss), a través de la Comisión de Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris), modifique urgentemente las Normas Oficiales Mexicanas sobre salud ambiental, como le recomendó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), para evitar más daños por contaminación atmosférica.
En días pasados, la CNDH emitió la Recomendación General 32/2018, en la que reconoció que las Secretarías de Salud; de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT); de Energía; de Economía; la Comisión Reguladora de Energía (CRE); la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA); así como a los gobiernos de las distintas entidades y municipios del país son responsables de violar los derechos humanos a la salud, nivel de vida adecuado, medioambiente sano e información pública; lo que se traduce anualmente en la muerte de 17 mil personas, de las que mil 680 son niñas y niños menores de cinco años de edad, por padecimientos vinculados a la mala calidad del aire, de acuerdo con lo que ha documentado Greenpeace.
Entre otras responsabilidades, la CNDH destacó como de las más importantes la falta de revisiones exhaustivas y actualizaciones de las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) en materia de salud ambiental, una responsabilidad que corresponde a la Ss, específicamente a la Cofepris. Frente a estas omisiones, la Comisión recomendó iniciar y concluir en un lapso máximo de seis meses el procedimiento administrativo necesario para revisar y actualizar las NOMs sobre salud ambiental acorde con los límites máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, la Ss deberá enviar a la Comisión Nacional las constancias que acrediten el resultado de las revisiones y el resolutivo.
En el marco de esta Recomendación, Greenpeace pide a la Cofepris que emita una Norma de Emergencia que salvaguarde de inmediato los derechos humanos a la salud, al medio ambiente sano y esparcimiento. Asimismo, es imprescindible que actualice las normas de salud ambiental 020 relativa al ozono; 021, monóxido de carbono; 022, dióxido de azufre; 023, dióxido de nitrógeno; y 025 de material particulado PM 2.5 y PM10. Éstas están muy por encima de lo que recomienda la OMS. Por ejemplo, el límite promedio de la NOM-022 sobre dióxido de azufre es de 288 µg/m3 en 24 horas, mientras que los índices sugeridos por la OMS son de 20 µg/m3 en la misma temporalidad; es decir, 10 veces menos de lo que se permite en México.
En este mismo sentido, desde noviembre de 2017 un grupo de niñas y niños -acompañados por Greenpeace- presentó una demanda para que la Cofepris modifique con urgencia las NOMs, pero el Poder Judicial sigue sin resolver este recurso.
Greenpeace también enfatiza la necesidad de ampliar las alternativas de movilidad a través de mejorar el transporte público, ya que -como también reconoció la CNDH- el automóvil es un generador importante de emisiones contaminantes. Creemos que los gobiernos deben desarrollar planes de movilidad integrales que tengan como eje central a las personas, y con una prioridad en el transporte público, principalmente eléctrico y el transporte no motorizado. Ello a través de generar infraestructura que permita compartir la calle al peatón, al transporte no motorizado, transporte público y finalmente al automóvil.