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En los últimos años, han aumentado las denuncias por violencia extrema, así como los casos en los que uno de los progenitores impide la convivencia del menor con el otro, afectando su estabilidad emocional

Guarda y custodia: el bienestar de la niñez

En el marco del mes de las niñas y los niños, es fundamental reflexionar sobre su bienestar, especialmente en situaciones de separación de los padres. La guarda y custodia es un tema clave en estos casos, ya que determina quién asume el cuidado y la responsabilidad de los hijos cuando los progenitores dejan de vivir juntos, dijo en entrevista Mtra. Jéssica Guadalupe Alemán Cáceres, Juez 28 Familiar Interina del TSJ de la CDMX

Guarda y custodia: el bienestar de la niñez
Es fundamental que las autoridades, la sociedad y las familias trabajen juntas para garantizar el bienestar de los niños en estos procesos

¿Qué implica la guarda y custodia?

La guarda y custodia es el derecho y la obligación de los padres de cuidar y atender a sus hijos. Está vinculada con la patria potestad, que comprende los derechos y deberes parentales desde el nacimiento de los niños. Cuando una pareja se separa, es necesario definir con quién vivirán los menores la mayor parte del tiempo, siempre priorizando su bienestar.

Es importante señalar que la patria potestad pertenece a ambos padres, salvo en casos en los que un tribunal decida suspenderla o retirarla por razones graves que afecten la seguridad del menor. Para determinar la guarda y custodia, los jueces analizan factores como la residencia del niño, las condiciones familiares, las capacidades parentales y, en especial, la opinión del menor, ya que su derecho a ser escuchado es primordial.

En caso de desacuerdo entre los progenitores, pueden realizarse estudios psicológicos y evaluaciones de trabajo social para determinar la mejor opción. El objetivo principal es garantizar el interés superior del menor, asegurando un entorno estable y seguro.

Violencia vicaria: una amenaza al bienestar infantil

Un aspecto delicado en materia de custodia es la violencia vicaria, una forma de violencia de género en la que los hijos son utilizados como medio para dañar emocionalmente a la madre. Este tipo de violencia tiene graves repercusiones en el desarrollo emocional de los niños y debe ser detectado y erradicado por las autoridades a través de estudios especializados.

Cabe destacar que la violencia vicaria no debe confundirse con la alienación parental, un concepto que ha sido descartado en el ámbito jurídico. Sin embargo, ambas situaciones pueden afectar a los menores y requieren atención especializada.

Cuando un progenitor ejerce violencia extrema, puede perder la patria potestad, lo que implica la privación de sus derechos sobre los hijos, aunque sus obligaciones económicas, como la manutención, se mantendrán.

Compromiso con la protección de los menores

En los últimos años, han aumentado las denuncias por violencia extrema, así como los casos en los que uno de los progenitores impide la convivencia del menor con el otro, afectando su estabilidad emocional. La patria potestad puede limitarse, suspenderse o extinguirse cuando se identifican actos de violencia, ya sea física, psicológica, económica o de cualquier otro tipo.

Es fundamental que las autoridades, la sociedad y las familias trabajen juntas para garantizar el bienestar de los niños en estos procesos. La prioridad siempre debe ser su protección, asegurando que crezcan en un ambiente seguro, estable y libre de violencia.