Es una escultora formada en la materia cerámica, cuyas obras levitaban con elegancia, prescindiendo de mensajes herméticos
Jardín interior, de Mariana Velázquez
El trabajo escultórico de Mariana Velázquez fusiona distintas corrientes del arte de las que retoma múltiples elementos para crear un lenguaje propio e identificable, el cual podríamos definir como una escultura de filiación orgánica-minimalista.
Dentro de sus obras busca mantener la mínima cantidad de elementos, que a su vez se destacan en colores puros y formas simétricas que dotan a cada pieza de un mensaje con lenguaje sencillo.
Es una escultora formada en la materia cerámica, cuyas obras levitaban con elegancia, prescindiendo de mensajes herméticos y gratificando al espectador de manera inmediata con sus combinaciones cromáticas de colores neutros y volúmenes mínimos y moderados, los cuales enaltecen las formas que referencian y hacen de la naturaleza una creación misteriosa.
Por lo que, su oficio como ceramista sirve como un vínculo para la reflexión sobre la fragilidad de nuestro hábitat, y nos otorga la grandiosidad, la sencillez de sus formas limpias, nítidas y equilibradas; una exploración con curiosidad infinita del universo vegetal existente e imaginado.
El corpus de la obra presentado bajo el nombre de Jardín interior, se distingue por superficies curvas y formas protectoras o receptáculos formados por un solo cuerpo a manera de bulbo, del que brotan folias u hojas, las cuales permiten al espectador un retomo de la naturaleza exuberante. Donde el arte confirma que no es únicamente una forma de expresión física o material, sino también una búsqueda del interior que lo crea.
Jardín interior, de Mariana Velázquez, permanecerá en exhibición hasta el 11 de agosto, de 2019, en la Galería del MAP.