En la última orden emitida en el caso civil del Departamento de Justicia de los Estados Unidos contra Envigo, el juez principal del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos, Norman K. Moon, negó a la empresa Envigo su segundo intento de obtener permiso para que una entidad hermana cumpliera con sus contratos, los cuales involucraban a casi 2,100 beagles.

El juez dictó: «Cuando la Corte emitió su orden judicial …, le dio a Envigo ni más ni menos lo que pidió. Que se permitiría que “Envigo cumpliera con las obligaciones contractuales con sus clientes”.  

En consecuencia, el Departamento de Justicia y Envigo presentaron un plan para que la Sociedad Protectora de Animales de los Estados Unidos retirara a «todos» los aproximadamente 4,000 perros sobrevivientes de las instalaciones de Envigo en Cumberland, Virginia, para que pudieran ser adoptados.

En una orden oral, el Juez Moon aprobó el plan, que exige que la compañía pague $100 dólares por perro, y $150 por aquellos que están amamantando una camada menor de 8 semanas, para ayudar a sufragar los costos de los refugios en la adopción de los animales. Se espera pronto una audiencia sobre si este plan se incorporará a la orden judicial preliminar del juez Moon contra Envigo o en un acuerdo entre el Departamento de Justicia y Envigo.

«La investigación encubierta sin precedentes de PETA ayudó a desencadenar un efecto dominó histórico que hizo que las autoridades legislativas y policiales estatal y federales actuaran y en consecuencia se allanara el camino para la independencia de estos perros y el cierre de esta prisión.», dice Daphna Nachminovitch, vicepresidenta sénior de Investigaciones de Crueldad de PETA. «Las víctimas sobrevivientes de Envigo pronto tendrán la oportunidad de tener lo que cada perro merece: la libertad de disfrutar de la vida, el amor y el respeto por su individualidad como miembros de un hogar».

En respuesta a los últimos esfuerzos de Envigo para vender 2.200 perros en Cumberland a laboratorios, el Departamento de Justicia señaló que la compañía «…intentó minimizar el hecho de que … quiere cumplir con los pedidos de otra subsidiaria de Inotiv …. Estos contratos fueron celebrados por una subsidiaria separada, que no es parte en este caso, está registrada como una entidad diferente ante la Secretaría de Estado de Virginia, y al parecer tiene su propia licencia de distribuidor de acuerdo a la Ley de Bienestar Animal. Que Envigo RMS sugiera que no importa qué entidad comercial sea parte del contrato es, en el mejor de los casos, sorprendente».

PETA, cuyo lema dice en parte que «los animales no son nuestros para experimentar en ellos», realizó una investigación encubierta durante 7 meses en Envigo. Las imágenes de video con calidad de transmisión de la investigación del grupo están disponibles aquí, y las fotografías de la investigación aquí.