Menu

Nuevo reporte demuestra que industria de aceite en Latinoamérica no cumple con estándares internacionales

La industria de aceite de palma en Latinoamérica está rezagada en prácticas ambientales y laborales

La organización internacional  Forest Heroes presentó el reporte titulado “El Retraso de la Industria del aceite de Palma en América Latina”. Éste destaca que la industria de producción de aceite de palma, una de las mayores generadoras de daño ambiental a nivel mundial, se ha duplicado en la región de Latinoamérica desde el 2001.

El 90% de empresas de aceite de palma que fueron evaluadas por el reporte en América Latina (24 de 26), reprobaron al ser calificadas en torno a estándares internacionales laborales y ambientales. Por otro lado, 13 de 26 empresas cuentan con declaraciones de sustentabilidad, sin embargo, muchas de estas empresas carecen de componentes críticos que les permitan tener de políticas empresariales de sustentabilidad viables.

Colombia es el mayor productor de palma en Latinoamérica, sin embargo, esta industria se caracteriza por favorecerse de las políticas públicas permisivas en el país y no representa un ambiente laboral seguro para los trabajadores

Recientemente, este sector ha iniciado un incremento de la producción en Latinoamérica y con ello, se ha aumentado el potencial para dar lugar a conflictos sociales y destrucción ambiental. De los diez principales países productores de palma en la región, solo uno (Costa Rica) no está catalogado como “altamente corrupto” por Transparencia Internacional. Además, más de un tercio de las empresas evaluadas en el informe se encuentran bajo investigación por abusos laborales, destrucción masiva del ambiente y conflictos sociales.

En Latinoamérica las empresas productoras de aceite de palma se encuentran bajo escrutinio público debido a su accionar en relación a la falta de políticas responsables, de transparencia y mecanismos para la rendición de cuentas ocasionados en su mayoría por el tejido político de la región. En el contexto, se vive un ambiente de violencia contra los defensores de la tierra, se dificulta el acceso a la información para los grupos de interés y se mantiene una relación entre el sector gubernamental y los grandes productores. Ante los casos de abuso expuestos por la sociedad civil, las industrias disfrazan la solución con la creación de nuevas políticas que no son llevadas a la práctica.

Colombia es el mayor productor de palma en Latinoamérica, sin embargo, esta industria se caracteriza por favorecerse de las políticas públicas permisivas en el país y no representa un ambiente laboral seguro para los trabajadores. Asimismo, acciones y políticas de gobierno en Colombia han fomentado el crecimiento de la industria del aceite de palma,  cultivo que es considerado como una inversión viable para el futuro en el país. Sin embargo, se requiere mayor escrutinio para asegurarse que la industria cumpla con derechos laborales y estándares ambientales altos que permitan un desarrollo y crecimiento sustentable a nivel regional y a lo largo del país.

Las denuncias de la sociedad civil local, nacional e internacional en la región de Latinoamérica ante las empresas que están involucradas en apropiaciones forzosas de tierras, devastación ambiental y violencia cada vez son mayores. Las empresas han empezado a tomar conciencia firmando acuerdos voluntarios en conjunto con gobierno y sociedad civil; sin embargo, se requieren políticas y prácticas empresariales sólidas que protejan derechos humanos, laborales y al medio ambiente.

Reporte disponible en http://www.forestheroes.org/behind-the-global-curve-a-scorecard-of-the-latin-american-palm-oil-sector/