Un estudio realizado por el Departamento de Psicología de la Universitat Rovira i Virgili (URV), en España, reveló que los lomitos refuerzan la confianza de las niñas y los niños
Lomitos y niñez: beneficios de su convivencia
La convivencia entre lomitos y niños pequeños resulta de gran beneficio para el crecimiento de éstos últimos, ya que les ayuda a desarrollarse mucho más en diferentes áreas sociales e, incluso, hasta emocionales.
Es por este motivo que la alimentación debe ser con fitonutrientes naturales que propician la producción de serotonina para motivar la felicidad de tu lomito, te comparte algunos beneficios que tiene que un niño pequeño crezca en compañía de un perrito.
- Comunicación y emociones. Cuando un ser humano convive con un perro desde muy pequeño, logra desarrollar una buena comunicación, mejor confianza, y mayor afinidad con sus emociones. Esto se debe a que encuentra en su lomito un “lugar seguro” para desenvolverse ya que no recibe de él burlas o comentarios negativos de sus equivocaciones.
- Lazos afectivos más fuertes. No por nada los perritos son considerados como el mejor amigo del hombre, ya que los pequeños que tienen la oportunidad de tener un peludo de cuatro patas en casa, a menudo lo ven como un apoyo emocional, encontrando alivio y consuelo. Además, de acuerdo a un estudio realizado por la Fundación Affinity, en los momentos de ocio, los pequeños asocian a su fiel amigo como un compañero de juego e, incluso, prefieren jugar con ellos antes que realizar otras actividades como jugar con sus videojuegos.
- Personitas muy sociales. Un estudio realizado por el Departamento de Psicología de la Universitat Rovira i Virgili (URV), en España, reveló que los lomitos refuerzan la confianza de las niñas y los niños, ya que les brindan seguridad; por tal motivo, es más probable que se conviertan en adultos con mayor autoestima, extrovertidos y con menos inseguridades. De tal forma, una persona que convive con un perro durante su niñez, es más probable que tenga buenas habilidades sociales.
- Niños responsables. Convivir desde temprana edad con un lomito, hace consciente al pequeño de las responsabilidades que conlleva hacerse cargo de otro ser vivo. En este sentido, a medida que un niño va creciendo y desarrollándose, es recomendable delegar algunas tareas que tengan que ver con el cuidado de su amigo de cuatro patas. Por ejemplo, una buena y sencilla labor a realizar es servir el alimento a su lomito a determinadas horas, así como asegurarse de que su tazón de agua siempre tenga agua suficiente, limpia y fresca. Conforme se tiene más edad, se pueden ir incluyendo más responsabilidades, las cuales puede incluir desde limpiar las heces del perro, hasta bañarlo o sacarlo a pasear.
Con respecto a la alimentación, encontrar un alimento completo y balanceado es de gran importancia para la buena nutrición de nuestro perro, un ejemplo es la variedad de alimentos que ofrece Full Life® para diferentes tamaños de razas y etapas de vida, incluyendo premios nutricionales que no solo ofrecen un gran sabor para consentir a tu lomito, sino que pueden ayudar para educarlo o enseñarle nuevos trucos.
Como podrás notar, la convivencia entre un niño y un lomito tiene muchos beneficios y para recompensar todo lo bueno que un peludo amigo nos da, procurar su bienestar desde su nutrición y reforzarla fomentando su actividad física frecuente y visitas periódicas al médico veterinario, es siempre la mejor forma de asegurar mayor felicidad.