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La médico veterinaria Ciuh Aguilatr creó un espacio diseñado especialmente para el bienestar felino, donde cada huésped recibe atención personalizada y un ambiente que respeta su naturaleza.

Michi Hotel: un refugio sin estrés para gatos en CDMX

En el corazón de la Ciudad de México, la médico veterinaria Ciuh Aguilar, egresada de la UNAM, dirige un proyecto que combina amor, ciencia y empatía por los felinos: el Michi Hotel, un espacio pensado para ofrecer hospedaje libre de estrés a los gatos cuando sus tutores deben ausentarse.

Michi Hotel: un refugio sin estrés para gatos en CDMX
El Michi Hotel cuenta con seis habitaciones temáticas —Tundra, Cosmos, Desierto, Cielo, Selva y Mar—, diseñadas según las características y temperamentos de los gato

Con seis años de experiencia profesional y una clínica veterinaria con causa —de la cual parte de los ingresos se destinan al rescate de animales—, Siu encontró una necesidad recurrente entre sus clientes: el cuidado temporal de sus gatos. Sin embargo, las jaulas convencionales de las clínicas veterinarias no le parecían el entorno adecuado. “No podía ver a los gatitos encerrados en espacios tan pequeños; se estresan mucho solo con salir de su casa”, explicó. De esa inquietud nació la idea de crear habitaciones amplias, seguras y enriquecidas ambientalmente.

El Michi Hotel cuenta con seis habitaciones temáticas —Tundra, Cosmos, Desierto, Cielo, Selva y Mar—, diseñadas según las características y temperamentos de los gatos. Algunas están pensadas para los más sociables; otras, como la habitación Cosmos, son perfectas para los felinos que prefieren la tranquilidad y la privacidad. Cada estancia está equipada con camas, rascadores, juguetes, areneros y feromonas que ayudan a reducir el estrés durante la adaptación.

Siu enfatiza que el bienestar emocional de los gatos es tan importante como su salud física. “Cuando están en un espacio abierto, con estímulos adecuados, comen mejor, se relajan y se adaptan más rápido. Incluso dejamos que la primera noche exploren sin intervención humana, para que se acostumbren a su ritmo”, comenta.

El hotel recibe principalmente familias felinas, de dos a cuatro gatos por habitación, aunque algunas estancias pueden adaptarse para más si los animales conviven bien entre sí. Cada tutor debe llevar los objetos personales de su gato —su plato, cobija o ropa del dueño—, ya que los olores familiares ayudan a tranquilizarlos.

La bioseguridad es otro de los pilares del Michi Hotel. Todos los huéspedes deben contar con vacunas y desparasitaciones al día, además de pruebas que descarten enfermedades contagiosas. En casos especiales, como con gatos ferales o rescatados, el equipo ofrece un espacio alternativo donde se realiza su protocolo médico antes de integrarlos al hotel principal.

El lugar opera las 24 horas del día, con personal especializado que supervisa la limpieza, alimentación y bienestar de cada gato. Las tarifas comienzan en 300 pesos por noche para un gato, con un costo adicional de 100 pesos por compañero felino.

“Este proyecto nació hace más de seis años en una habitación de mi casa. Hoy, verlo convertido en un espacio profesional, lleno de amor y respeto por los gatos, es una gran satisfacción”, concluye Ciuh Aguilar, mientras observa a sus huéspedes dormir plácidamente, rodeados de calma y confort.

El Michi Hotel se ha consolidado como una opción segura y responsable para quienes buscan dejar a sus felinos en manos expertas, donde el bienestar y la empatía son la base de cada estancia.