¿Cómo puede pregonar el Presidente López Obrador que le preocupa el bienestar de los mexicanos cuando decide unilateralmente que es más importante levantar una refinería, termoeléctricas y carboeléctricas, y así aumentar la quema de combustibles fósiles y cancelar proyectos de energías renovables?
Mucho que lamentar en materia ambiental por actitud del gobierno
Más de 40 organizaciones ambientalistas, de protección a animales silvestres, académicos, investigadores y personas interesadas en el medio ambiente afirmaron que ante la pandemia del Covid-19 no parece haber una seria y profunda reflexión y conciencia mundial acerca del origen de esta amenaza, que no es otro que la consistente y dramática destrucción e intrusión del ser humano en las últimas tierras silvestres del planeta y su muy inhumana e insalubre forma de abusar de los animales silvestres.
En un comunicado, las organizaciones entre la que se encuentra Naturalia, Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar, A.C., Organi-K, A.C, entre otras afirman que con enorme preocupación y desesperanza, se ha constatado que esa misma insensibilidad está ocurriendo en México, donde a pesar del discurso hueco que desde el gobierno pregona una convicción de respeto al Medio Ambiente y de entendimiento a la importancia vital de la biodiversidad para el bienestar de todos, en los hechos no se ha hecho otra cosa que promover su destrucción y contaminación constante.
Sobre los recortes presupuestales a las Áreas Naturales Protegidas, preguntan “¿cómo puede pregonarse que es un elemento importante para el gobierno, si la asignación presupuestaria para atender todos los aspectos de este sector ya era ridículamente insuficiente y ahora se reduce aún más? Los recortes presupuestales afectarán negativamente, sobretodo, a las comunidades rurales que son custodios de la riqueza natural del país”.
Asimismo, continúan preguntando “¿Cómo se pretende cumplir con acuerdos internacionales, planes de protección y manejo de las valiosas tierras silvestres contenidas en las “Áreas Naturales Protegidas”, programas de recuperación de especies amenazadas y muchos otros aspectos de la agenda ambiental, con un presupuesto que no permite siquiera operar en los niveles más básicos?”
Agregan: ¿Cómo se pretende avanzar en la aplicación de las diversas leyes en materia ambiental, si desde el mismo gobierno se ignoran y violan constantemente, para satisfacer los deseos presidenciales?, ¿Cómo se pretende construir un futuro viable para las nuevas generaciones de mexicanos, cuando se falla flagrantemente en proteger lo último que queda de la tan deteriorada biodiversidad mexicana?, ¿Cómo podemos creer que saldremos de la pobreza y tendremos mejor calidad de vida, cuando preferimos ignorar los hechos incuestionables que señalan que padeceremos un infierno climático de seguir quemando petróleo y carbón como fuentes principales de energía para nuestro desarrollo?”
Añaden aún más cuestionamientos, “¿cómo puede pregonar el Presidente López Obrador que le preocupa el bienestar de los mexicanos cuando decide unilateralmente que es más importante levantar una refinería, termoeléctricas y carboeléctricas, y así aumentar la quema de combustibles fósiles y cancelar proyectos de energías renovables?, ¿Qué tiene que hacer la comunidad ambientalista de este país para ser escuchada por su gobierno?, ¿Cuándo serán nuestros argumentos e investigaciones tomadas en cuenta para planear y decidir el mejor futuro posible en la nueva realidad de este planeta?, ¿Cuántas señales catastróficas más necesita nuestro presidente para escuchar y tratar de entender que vamos por el camino que nos llevará a nuestra propia destrucción?”
Las organizaciones agregan que las señales negativas son muchas, pero basta mencionar unos ejemplos: el último reducto conservado de selva alta siempre verde que queda en nuestro país, antes protegido dentro de la Reserva de la Biósfera Montes Azules, en la Selva Lacandona, Chiapas, era invadido y quemado ante la mirada e inacción total de nuestras autoridades ambientales federales que prometieron velar por su conservación sólo hace unos meses.
Asimismo, enumeran más ejemplos, como las últimas vaquitas marinas que quedan en el planeta, que están muriendo en aguas mexicanas, condenadas por la omisión gubernamental antes la pesca ilegal en el Mar de Cortés.
Destacan también los casos de tala, cacería, extracción y comercio ilegal que se multiplican a diario en las selvas y bosques mexicanos a falta de vigilancia y aplicación de la ley, ya que la autoridad encargada de estas tareas, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), ha perdido más del 60% de su presupuesto.
Enfatizan que la contaminación se incrementa liderada por el propio gobierno desde la termoeléctrica de Tula y todas las demás que continúan quemando el sucio combustóleo mexicano, justo cuando la pandemia representa un mayor riesgo a la salud respiratoria de los mexicanos.
Explicaron que la Sociedad Civil complementa, enriquece y suple la contribución del sector ambiental gubernamental, por lo que en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, NO hay nada que celebrar y “sí tenemos mucho que lamentar por la irresponsable actitud de nuestro gobierno federal, que sigue ignorando la agenda ambiental ante un falso espejismo de búsqueda de bienestar para los más pobres, quienes, en realidad, seguirán siendo las mayores víctimas del mundo insustentable que se está construyendo desde el Gobierno Mexicano”
Las organizaciones ambientalistas mexicanas lamentaron que la pandemia actual y el estado de deterioro ambiental, no hayan ayudado en nada a que nuestro Presidente valore este tema y lo atienda seriamente.
Precisaron que no tendrán nada que celebrar, pero seguirán buscando la forma de ayudar genuinamente a evitar el colapso ambiental Nacional.
Anunciaron que seguirán abiertos y con total disposición a colaborar con el gobierno, esperando que el presidente y autoridades ambientales, tomando en cuenta la situación apremiante que “vivimos, exenten de los recortes presupuestales al sector ambiental (CONANP, CONABIO, PROFEPA, CONAFOR, etc.) y se comprometan, con hechos, a fortalecer dichas instituciones para garantizar la existencia del patrimonio natural de México en las mejores condiciones posibles, ya que el Artículo 4 de nuestra Constitución reconoce el derecho de todos los mexicanos a un medio ambiente sano y al bienestar, en especial de los que viven en mayor pobreza, ello depende del cuidado de nuestra biodiversidad y de los servicios ambientales que nos provee”
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